SENDERO TRANSPERSONAL

INTEGRANDO PSICOLOGIAS DE ORIENTE Y OCCIDENTE

Bienvenidos al blog!

La Psicología Transpersonal o Integral, es un enfoque terapéutico que apunta a que el ser humano alcance niveles óptimos de salud psicológica, dándole importancia a la expansión de la conciencia.

Se trata de un acompañamiento terapéutico para que la persona aprenda a observar sus patrones mentales, sus creencias, que son la causa del malestar, que aprenda a desidentificarse de sus contenidos mentales, a trabajar con sus emociones saludablemente, que aprenda a hacerse responsable de sí misma, de sus relaciones, de sus experiencias, sin culpabilizar al entorno, a la vida por lo que le sucede, comprendiendo que la adversidad, es una oportunidad de cambio y desarrollo personal.

Capacita al paciente para que aprenda a satisfacer de una manera saludable sus necesidades a todos los niveles: físico, emocional, mental, espiritual, aprendiendo a conectar con la dimensión trascendental; todo ello conlleva a una integración de su personalidad y a alcanzar niveles superiores de salud psicológica, para luego poder trascenderla y conectar con la esencia.

Se toman en cuenta los problemas, dolencias particulares que empujan a la persona a una consulta y se las trabaja e integra, pero el enfoque principal de la Terapia Transpersonal, que la hace diferente y más abarcativa que otras terapias psicológicas (integra psicologías de oriente y occidente) es el de capacitar a la persona para que aprenda a conectar con sus propios recursos internos y permita desplegarse sin temores al proceso de crecimiento natural.

La terapia utiliza diferentes técnicas que se adaptan a las necesidades del paciente y a su estado de consciencia, integrando los niveles físico, mental y emocional (ego) y luego trascendiéndolo hacia los valores superiores, como la compasión, el amor a los demás seres vivos, el sentido de la propia vida, el desarrollo de la creatividad, etc., favoreciendo cambios en su nivel evolutivo.

lunes, 5 de noviembre de 2018

El sanar no siempre se siente bien



El sanar, casi siempre, implica un trauma de algún tipo: abrir viejas heridas, exponer a la luz energías reprimidas, ignoradas y mal entendidas; tratar de ver lo amoroso dentro de aquello que no amamos… es por esto que la sanación no siempre luce o se siente bien, o hermosa o amable.
Uno de los mitos más peligrosos y desconsiderados que hemos heredado de nuestra cultura es que la sanación debería ‘SENTIRSE BIEN’. ¡No! A veces nuestro dolor realmente aumenta y se intensifica conforme la oscuridad sale hacia la luz. ¡Pero el dolor que inmediatamente juzgamos como 'malo’ podría indicar que nuestro proceso de sanación se está intensificando y alineando, y no que está estancado!
Está la tendencia en nuestra cultura de evitar el sufrimiento, de distraernos de él, de etiquetarlo como 'equivocado’ o 'negativo’, que es necesario meditarlo o medicarlo para deshacernos de él, que es necesario prevenir la experiencia de éste (¡y por supuesto, hay una gran inteligencia en esto también!). Mucha de nuestra así llamada 'medicina moderna’ está orientada a la eliminación de los síntomas, a calmar la incomodidad, a adormecer el caos y a dirigirnos hacia una idea socialmente aceptable de 'normalidad’.

Pero a veces, amigos, ¡simplemente ya no tenemos ningún interés en 'volver a la normalidad’! ¡Lo 'normal’ era el problema, no la solución! El estatus quo necesitaba cambiar. Era completamente inestable y falso. ¡Ya es hora de una nueva medicina!
A veces, nuestra frágil 'normalidad’ necesita romperse en el caos, el dolor necesita ser sentido más a fondo, el corazón tiene que romperse con mucha más intensidad. Y esto no es para destrozarnos, sino para deshacer formas no auténticas de ser.
El sufrimiento no es un castigo que mande un dios sentencioso, tampoco se trata de un error en un universo descompuesto, tampoco es la evidencia de nuestro fracaso y nuestra ignorancia, sino una enseñanza espiritual profundamente viva. Mira a Jesús en la cruz. El dispositivo de su tortura se convirtió en su última invitación para sanar - el redescubrimiento de su propia Presencia, previa a su encarnación humana, previa al tiempo mismo. La crucifixión fue la invitación para descubrir de nuevo a Dios.

¡Todos estamos en la cruz con Jesús! ¡La cruz nunca discrimina a nadie!
Considera la posibilidad de que dentro de tu sufrimiento estás siendo invitado a dejar ir, a dejar 'las cosas de niño’, a despertar del sueño de la normalidad para abrazar la vida con todo su quebranto y asombro. Para enamorarte del sitio en donde te encuentras en este momento. Para ser aquí, ahora.
Deja que los vientos soplen, deja que la tempestad ruja, deja que todo lo falso se purifique, deja que todo lo muerto permanezca muerto, ¡permite que la vida estalle allí, justo donde estás! Tan sólo estás siendo invitado a una más profunda sanación, aunque se sienta como dolor, aunque el corazón se sienta frágil y en carne viva, aunque seas incapaz de ver todavía algún mañana.
Dios es aquí.
Jeff Foster


No hay comentarios:

Publicar un comentario