tag:blogger.com,1999:blog-53864828826978474772024-03-13T12:29:58.955-07:00CENTRO ELIM TRANSPERSONALJuanihttp://www.blogger.com/profile/11734344407541051757noreply@blogger.comBlogger209125tag:blogger.com,1999:blog-5386482882697847477.post-53614093569371197602024-03-12T04:06:00.000-07:002024-03-12T04:06:19.360-07:00Escritura Terapéutica<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgZ3P_EuuGZMh7eMOHBAne19QFDUbntOPiTkDsxHwgiWy1GLQo8xdT8G6YdFGNSVLDXDo615-R-veM3bkhbl4jJ3bQAFt_x2hpJh-YEYQfUOEJ_VjUOJs0CN91Bmn5u12TERLd0-CLQPLYWSRMlqQITMVukpLnxhTm4e6XTACLyLQ8oDXivo5GdlpdzDaxb" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="960" data-original-width="1706" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgZ3P_EuuGZMh7eMOHBAne19QFDUbntOPiTkDsxHwgiWy1GLQo8xdT8G6YdFGNSVLDXDo615-R-veM3bkhbl4jJ3bQAFt_x2hpJh-YEYQfUOEJ_VjUOJs0CN91Bmn5u12TERLd0-CLQPLYWSRMlqQITMVukpLnxhTm4e6XTACLyLQ8oDXivo5GdlpdzDaxb" width="320" /></a></div><p></p><p><span style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;">La escritura terapéutica, también llamada emocional o expresiva, es una técnica que se utiliza en Psicología desde los años 80 y que ha sido objeto de varias investigaciones, algunas hemos comentado, a través de las cuales se ha podido comprobar que escribir sobre nuestras emociones, es particularmente beneficioso y una buena forma de afrontar los problemas.</span></p><span style="color: #783f04; font-family: georgia;"><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Es cierto que en un primer momento, se puede experimentar cierto grado de malestar y tristeza, pero los síntomas de ansiedad y depresión remiten rápidamente, así como los pensamientos indeseados y recurrentes. También mejoran las relaciones interpersonales, el desempeño en el área académica o laboral y las personas experimentan más emociones positivas.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El secreto de la escritura emocional radica en que nos permite darle un sentido a lo que estamos viviendo, integrar el evento traumático en nuestras experiencias de vida. Cuando escribimos, no solo logramos asimilar la experiencia, sino que también la despojamos de su impronta negativa y logramos adoptar una perspectiva más objetiva y racional. Por lo tanto, escribir expresando nuestras emociones nos ayuda a desarrollar una actitud más resiliente.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Cuando los sujetos hablan o escriben en torno a sus experiencias personales emocionales, experimentan mejoras significativas en sus niveles de salud física y mental, facilitándose el afrontamiento del malestar emocional (Pennebaker, Zech y Rimé).</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Básicamente, este paradigma de la Revelación, presenta un modelo teórico y experimental, formulado inicialmente por Pennebaker (1989), que pone en relación la inhibición emocional y la enfermedad, por el cual la inhibición requiere un trabajo fisiológico que influye negativamente sobre la salud. Además, estos efectos se han mostrado consistentes entre diversas culturas y niveles culturales y sociales.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Progresivamente se han ido delimitando un mayor número de efectos cognitivos y sociales ligados a la revelación, que demuestran que revelar nuestro estado emocional a los otros, produce un significativo efecto positivo que facilita la reconceptualización de la magnitud del acontecimiento (Greenberg y Sa fran), además facilita la recepción del apoyo social (Davison, Pennebaker y Dickerson) del que pueden proveernos desde el entorno familiar más próximo a las redes institucionales de asistencia.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b>Comenzando a escribir</b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Para comenzar, hace falta un cuaderno y un bolígrafo o un ordenador, aunque es mejor el primero.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Se puede elegir cualquier lugar para escribir, en casa, en un parque, una biblioteca, una cafetería. También se puede llevar encima una pequeña libreta para reflexiones, anécdotas, debates internos, etc., para después poder escribir sobre ellos más detenidamente, más ampliamente.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Se puede hacer un hábito de la escritura o bien utilizarla en momentos puntuales de la vida, donde haga falta una ayuda para sacar fuerzas del interior, desbloquearse o resolver ciertos conflictos.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">También se puede intercalar en un diario personal. Toda escritura es una manera de conectar con nuestro más hondo y a veces olvidado yo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La escritura nos ayuda a reinventarnos, a buscar un centro donde colocar nuestro eje, a reinterpretar nuestra historia y a darle un sentido, convirtiéndola en un relato coherente y único donde tenemos el privilegio de ser al mismo tiempo protagonista y narrador.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">También tenemos la posibilidad de reconciliarnos con nuestra soledad, porque mediante ella, los seres humanos accedemos a nuestro propio descubrimiento y nuestra propia aceptación.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La ventaja del cuaderno y lápiz es que siempre podemos llevarlos a mano, como un amigo que nos ama, escucha y comprende, que no es más que uno mismo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b>Beneficios de la Escritura Terapéutica</b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Los efectos de escribir sobre sus propias experiencias traumáticas, generan en las personas:</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><ul><li>Mejora en la función inmunológica.</li></ul><ul><li>Mejora del funcionamiento pulmonar en pacientes con artritis.</li></ul><ul><li>Reducción de la presión sanguínea y el ritmo cardíaco.</li></ul><ul><li>Reducción del estrés mental y la ansiedad</li></ul><ul><li>Mejora el estado de ánimo</li></ul><ul><li>Incremento de la comprensión de uno mismo.</li></ul><ul><li>Ordenar, identificar, reconocer y regular emociones, sentimientos y pensamientos. Autorregulación e integración emocional. Reconciliación de los conflictos emocionales.</li></ul><ul><li>Nos permite observar y reflexionar sobre nuestros miedos, fobias, obsesiones, traumas, prejuicios…</li></ul><ul><li>Aumento del autoconocimiento y la autoconciencia.</li></ul><ul><li>Enriquecimiento de la voz interior y la perspectiva personal.</li></ul><ul><li>Autodescubrimientos de diferentes maneras de resolver los problemas.</li></ul><ul><li>Aumento y mejora de los procesos creativos y de la imaginación.</li></ul><ul><li>Mejoras en indicadores de salud psicológica.</li></ul><ul><li>A medio y largo plazo se reducen los síntomas depresivos, la rumiación mental y la ansiedad.</li></ul><ul><li>Al escribir se ponen en funcionamiento los dos hemisferios cerebrales, que interrelacionados ayudan a la regulación del sistema límbico y el equilibrio emocional.</li></ul><ul><li>Al expresar los pensamientos, sentimientos o comportamientos vinculados con traumas emocionales, se alivia el estrés, bajan los ritmos cardíacos y mejora la actividad del sistema inmune, haciendo llevaderos los síntomas de enfermedades que podamos tener.</li></ul><ul><li>Una narración sobre un trauma tiene efectos positivos en la medida que se construye un escenario causal, que le da orden y explicación a lo ocurrido.</li></ul><ul><li>La narración enfatiza los aspectos positivos, de crecimiento personal y de mejora de las relaciones con los otros probablemente, que se asocian sino al hecho, a las reacciones posteriores.</li></ul><ul><li>Se aceptan y no se reprimen las emociones negativas, aunque tampoco se enfatizan como elemento principal –tanto un nivel muy bajo como muy alto de palabras emocionales negativas se asocia a un peor ajuste psicológico a medio plazo.</li></ul><ul><li>Las narraciones más beneficiosas son aquellas en las que la persona oscila entre varios puntos de vista, a veces escribe en primera persona singular y otras en tercera persona plural, mostrando un distanciamiento y cambio de perspectiva.</li></ul><div><br /></div><div><br /></div><div><br /></div></div></span>Juanihttp://www.blogger.com/profile/11734344407541051757noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5386482882697847477.post-14628356671755729092024-02-25T02:50:00.000-08:002024-02-25T02:53:26.862-08:00Utilizar la sombra como aliada<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhhisDoCyLy3onqf-gzF5YhkYrVnfX3uF06wKpASb5GSJ0J5voBwlF9GRQcmXjraFQrEM30F0AZD2AjGDjzWc2806EXrCzotrTxnNZlzPIgbXwbRuzePma0zXybFubG8HYbxwYKS26yWoB1rTbmUq7rh4_IZFhQTz-DUofZ8xFqs2w7d5hZvpoX8D4vRb6p" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="570" data-original-width="684" height="333" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhhisDoCyLy3onqf-gzF5YhkYrVnfX3uF06wKpASb5GSJ0J5voBwlF9GRQcmXjraFQrEM30F0AZD2AjGDjzWc2806EXrCzotrTxnNZlzPIgbXwbRuzePma0zXybFubG8HYbxwYKS26yWoB1rTbmUq7rh4_IZFhQTz-DUofZ8xFqs2w7d5hZvpoX8D4vRb6p=w400-h333" width="400" /></a></div><br /> <span style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;"><i>Nuestra sombra no es “una equivocación”, sino una mensajera que indica nuestro particular territorio a atravesar para crecer.</i></span><div><span style="font-family: georgia;"><i style="color: #783f04; text-align: justify;">Si en vez de escuchar su mensaje lo ignoramos tratando de ocultarlo en las profundidades de nuestro ser, la investimos de poder para que cambie su función de emisaria y nos haga daño en nuestras vidas: estamos dejándole que gane la partida.</i><div style="color: #783f04; text-align: justify;"><i>Cuando no somos capaces de admitir nuestras debilidades, nuestra vulnerabilidad, reconocer nuestras conductas inadecuadas, entonces gana la sombra.</i></div><div style="color: #783f04; text-align: justify;"><i>Cuando nos negamos a aceptar nuestra naturaleza tal y como es, gana la sombra.</i></div><div style="color: #783f04; text-align: justify;"><i>Si no iluminamos la oscuridad de nuestros impulsos humanos y naturales con la luz de lo que es real, entonces gana la sombra.</i></div><div style="color: #783f04; text-align: justify;"><i>Hasta que no aceptemos todo lo que somos, la sombra tendrá el poder de impedir nuestra felicidad.</i></div><div style="color: #783f04; text-align: justify;"><i> Pablo Caño</i></div><div style="color: #783f04; text-align: justify;"><br /></div> <div style="color: #783f04; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #783f04; text-align: justify;">Lo habitual es que ocultemos lo que nos duele, nos parece indigno e inadecuado, lo que vivimos como conflictivo para nosotros o para los demás.</div><div style="color: #783f04; text-align: justify;">La última meta de la terapia es hacer consciente lo inconsciente, poner luz en donde no hay.</div><div style="color: #783f04; text-align: justify;">Nuestro lado oscuro tiene que ver con lo que reprimimos y empujamos al fondo de nosotros, a un lugar en el que teóricamente no es visto por nadie, ni siquiera por nosotros. Porque nos genera dolor, culpa o resentimiento, nos supone vergüenza y sentimientos de no ser como deberíamos, porque tememos que no será recibido ni aceptado por los demás y que por tanto estos nos retirarán su amor.</div><div style="color: #783f04; text-align: justify;">Es cierto que en ocasiones no somos muy conscientes de esto, pero si nos detenemos e indagamos sinceramente en nuestro interior, encontraremos que estas o parecidas son las razones por las que empujamos y empujamos hacia el más profundo e inaccesible sótano de nosotros determinados aspectos o inclinaciones que nos parecen inaceptables.</div><div style="color: #783f04; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #783f04; text-align: justify;"><i>En realidad, La sombra es uno de nuestros mayores tesoros. Nos permite ver los aspectos más inconclusos de nuestro ser. No es un problema que debamos resolver o algo que debamos ocultar, sino la posibilidad de ampliación del campo de nuestra consciencia y de experimentar la fuerza escondida en nuestra debilidad cuando es iluminada, aceptada, abrazada e integrada.</i></div><div style="color: #783f04; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #783f04; text-align: justify;">Es de sabios convertir en la medida de lo posible a su enemigo en aliado. Cuando dejamos de luchar en su contra y nos disponemos a escucharle, aceptando lo que dice y permitiéndonos dejar a un lado la condena, puede que encontremos una alianza mucho más fructífera que la guerra o el temor.</div><div style="color: #783f04; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #783f04; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #783f04; text-align: justify;"><b>En el trabajo terapéutico:</b></div><div style="color: #783f04; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #783f04; text-align: justify;">- En vez de luchar, aceptamos y observamos. En vez de resistir, nos rendimos.</div><div style="color: #783f04; text-align: justify;">- Restablecemos también el contacto con nuestras capacidades ocultas.</div><div style="color: #783f04; text-align: justify;">- Ampliamos nuestro autoconocimiento y, en consecuencia, nos aceptamos de manera más completa.</div><div style="color: #783f04; text-align: justify;">- Podemos encauzar adecuadamente las emociones incómodas que irrumpen inesperadamente en nuestra vida cotidiana.</div><div style="color: #783f04; text-align: justify;">- Nos liberamos de la culpa y la vergüenza asociadas a nuestros sentimientos y acciones repudiadas.</div><div style="color: #783f04; text-align: justify;">- Reconocemos las proyecciones que tiñen de continuo nuestra opinión de los demás.</div><div style="color: #783f04; text-align: justify;">- Sanamos nuestras relaciones mediante la observación ecuánime de nosotros mismos y la comunicación directa.</div><div style="color: #783f04; text-align: justify;">- Accedemos a la integración en nuestra vida de todas nuestras partes, de todo lo que somos, lo que nos lleva a la calma interior y nos orienta hacia la plenitud.</div><div style="color: #783f04; text-align: justify;"><br /></div> <div style="color: #783f04; text-align: justify;"><i><br /></i></div><div style="color: #783f04; text-align: justify;"><i>Habitualmente dejamos ver nuestra parte más luminosa, pero escondemos con empeño la parte de oscuridad que también tenemos. Nos resignamos a no estar completos expulsando de nosotros lo que enjuiciamos inaceptable.</i></div><div style="color: #783f04; text-align: justify;"><i>Nos cuesta reconocer que estamos hechos de luces y sombras, que ambas interactúan y danzan para conformarnos.</i></div><div style="color: #783f04; text-align: justify;"><i>Hasta que no pongamos presencia en esta parte oscura, será difícil vivirnos desde la integración y la plenitud.</i></div><div style="color: #783f04; text-align: justify;"><i><br /></i></div><div style="color: #783f04; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #783f04; text-align: justify;">Sin el conocimiento de la sombra es imposible conocerse bien. El reconocimiento y la reintegración de la sombra nos permiten recuperar aspectos propios y ajenos que estaban repudiados.</div><div style="color: #783f04; text-align: justify;">Es el camino para conocerse a sí mismo y la primera condición del crecimiento humano.</div><div style="color: #783f04; text-align: justify;">Hacer las paces con la propia sombra y entablar amistad con ella constituye la condición fundamental de una auténtica autoaceptación pues ¿<i>Cómo podríamos aceptarnos a nosotros mismos y amarnos de verdad si una parte de nosotros es ignorada o vista como enemiga?</i></div><div style="color: #783f04; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #783f04; text-align: justify;">Quien evita la aventura de conocer y atravesar su sombra, tarde o temprano se sentirá estresado y deprimido, atormentado por un sentimiento difuso de angustia, de insatisfacción consigo mismo y de culpabilidad, abrirá quizás la puerta a obsesiones y se sentirá arrastrado con frecuencia por impulsos y emociones. Es energía contenida y atrapada en aspectos rechazados y no mirados, que busca cualquier fisura para expresarse y reclamar su lugar.</div><div style="color: #783f04; text-align: justify;"><br /></div> <div style="color: #783f04; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #783f04; text-align: justify;"><i>Trabajar con la sombra en terapia es trabajar con el alma. Pues para que se produzca la alquimia en el trabajo terapéutico, no sólo tenemos que tener preparación y experiencia, sino también la destreza para ver la belleza, la fragilidad y el misterio que reside en el otro. Para distinguir el alma apresada en sus máscaras. Es un trabajo de alma a alma. Sólo así podremos ayudar a liberar todo el potencial y la verdad del ser que tenemos junto a nosotros.</i></div><div style="color: #783f04; text-align: justify;"><i>Jean Shinoda Bolen</i></div><div style="color: #783f04; text-align: justify;"><br /></div> <div style="color: #783f04; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #783f04; text-align: justify;">Hay una conexión entre nuestras sombras y la energía que proyectamos al mundo por medio de nuestras actitudes y acciones. En realidad los conflictos en los que sostenemos que “la pelota no está en nuestro tejado”, tienen muchas probabilidades de ser simplemente un reflejo de nuestra sombra.</div><div style="color: #783f04; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #783f04; text-align: justify;">Cuando nos comprometemos a explorar nuestras zonas sombrías, comprobamos cómo no sólo mejora la relación con nosotros mismos, sino también con todo lo que nos rodea.</div><div style="color: #783f04; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #783f04; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #783f04; text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><i><span style="color: #351c75;"><b>ACOMPAÑAMIENTO EN PROCESOS TERAPÉUTICOS</b></span></i></p><p class="MsoNormal"><i><span style="color: #351c75;"><b><o:p></o:p></b></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><i><span style="color: #351c75;"><b>CONSULTA PRESENCIALES - CONSULTAS SKYPE</b><o:p></o:p></span></i></p><p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><i><span style="color: #351c75;"><b><br /></b></span></i></p>
<p class="MsoNormal"></p><div style="text-align: center;"><span style="color: #351c75;"><br /></span></div>
<span style="color: #351c75;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Juana María Martínez Camacho</span><br />
<br />
<i>Terapeuta Transpersonal</i><br />
<i>Terapeuta Acompañante en Bioneuroemoción</i><br />
<i>Facilitadora Internacional CMR (Liberación de la Memoria Celular)</i><br />
<i> (Cellular Memory Release)</i><br />
<i>Anatheóresis (Psicoterapia Regresiva Perceptiva)</i><br />
<i>Formación Internacional en Psiconeuroinmunoendocrinología</i><br />
<i> (IPPNIM)</i><br />
<i>Yoga Terapéutico Integral</i><br />
<i>Especialista en técnicas de reducción del estrés (Mindfulness- Meditación-</i><br />
<i> Coherencia Cardíaca- Relajación Guiada,
Visualización, Concentración, Contemplación)</i><br />
<i>Terapias Naturales Holísticas (Quiromasaje, Reiki, Reflexoterapia,
Osteopatía</i><br />
<i> Craneosacral y Visceral, entre otras…)</i><br />
<br /><br />
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<p class="MsoNormal"><span style="color: #351c75;"> <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="color: #783f04;"><br /></p></div></span><div style="text-align: justify;"><br /></div> </div>Juanihttp://www.blogger.com/profile/11734344407541051757noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5386482882697847477.post-57977529764631450292024-02-24T06:46:00.000-08:002024-02-24T06:46:55.338-08:00La vida<p style="text-align: center;"> <a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgUV2hkFwQp8S9O9csu_lo5S717YDl3I7yCtF3jfK73v21iGGnoyMCflCRCRMeSEFBKCMXA7jHVj7HADqHJ02PaCa2MvrrJLGx5jZZeC0bbY_LDKEVnszY5HKOPj2bw0nJq57D8DGxtQ2JRJ7-vTnlQzZ8AGvcfeCbp9Z0orO6e5Id_Yxc4auavu48crycq" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em; text-align: center;"><img alt="" data-original-height="662" data-original-width="1024" height="259" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgUV2hkFwQp8S9O9csu_lo5S717YDl3I7yCtF3jfK73v21iGGnoyMCflCRCRMeSEFBKCMXA7jHVj7HADqHJ02PaCa2MvrrJLGx5jZZeC0bbY_LDKEVnszY5HKOPj2bw0nJq57D8DGxtQ2JRJ7-vTnlQzZ8AGvcfeCbp9Z0orO6e5Id_Yxc4auavu48crycq=w400-h259" width="400" /></a></p><p></p><span style="color: #783f04; font-family: georgia;"><div style="text-align: justify;">Vemos la vida como algo que ocurre a nuestro alrededor y quizás por eso nos sentimos víctimas de la vida, víctimas de lo que ocurre. </div><div style="text-align: justify;">No vemos que la Vida está ocurriendo dentro, que la Vida está naciendo en nosotros, que todo lo que ocurre fuera es una extensión de la Vida que nace en nuestro corazón. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Eso no te lo puede enseñar nadie. Sólo tu Vida tiene los recursos para mostrártelo, pero, para verlo, tienes que abrirte a mirar allí dentro. Cuando te abres, te das cuenta que todo lo que ocurre en tu Vida está diseñado para ayudarte a mirar justo ahí en el centro, para que puedas ver el origen de la Vida, para que puedas ver el sentido de tu Vida, para que puedas ver más allá de tu sufrimiento. </div><div style="text-align: justify;">En este punto hay una brecha: intentamos comprender lo que es la confianza en la Vida desde un aspecto de desconfianza hacia ella. Y no se puede comprender desde allí. Es como tratar de entender el mundo submarino mirándolo desde la superficie. </div><div style="text-align: justify;">Puedes creer que sabes mucho porque llevas muchos años mirando, pero no sabes nada. Hasta que no te zambulles en la mar, y descubres lo que significa estar dentro, no puedes valorar lo que sabes o lo que no sabes.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Mucha gente, cuando empieza a hacer este proceso, cree que no lo está haciendo bien o que no le sale, que están muy verdes en el proceso.</div><div style="text-align: justify;">Es mentira. Son apreciaciones de ellos mismos. Si se parasen a preguntarle a la Vida ¿Oye Vida, dónde estoy yo? ¿En qué momento de mi Vida me encuentro? se sorprenderían de la respuesta que la Vida les daría. </div><div style="text-align: justify;">Porque la Vida siempre está en el máximo esplendor, la Vida siempre está dándose completamente y te das cuenta de cómo nos autoengañamos. Cómo creemos que estamos mal un día quizás y no es cierto. Algo se está moviendo en nosotros, algo se está abriendo, algún sufrimiento o algún dolor está llegando a la superficie, y eso es algo hermoso, pero no confiamos en ello. </div><div style="text-align: justify;">Creemos que algo malo está pasando porque le tenemos miedo a la Vida. Creemos que es una amenaza, que puede ocurrir algo que nos haga sufrir y esa creencia no es cierta.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><i>Sergi Torres</i></div><div style="text-align: justify;"><i><br /></i></div></span>Juanihttp://www.blogger.com/profile/11734344407541051757noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5386482882697847477.post-13194812875388486392024-02-10T08:25:00.000-08:002024-02-10T08:28:21.678-08:00El diálogo interno<p> <a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgL6o1OmrubDd_55cQ4TFyOiOs0aLXQpdY5fK5QkOQzng1ZCsLpfVOHzZluKrSR8qjPH6aUiFio1rih4rkrhPrOJbZX4oyiZhDEXZsofHWniyM61_tB9dR_8QGWpLKqQ3-2LOu0RZfGNywoPKl4fDhW28Qa8PTdgKQnhRt4qAJ8r_5Mmdj9hp72QOUSCNoJ" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em; text-align: center;"><img alt="" data-original-height="456" data-original-width="637" height="229" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgL6o1OmrubDd_55cQ4TFyOiOs0aLXQpdY5fK5QkOQzng1ZCsLpfVOHzZluKrSR8qjPH6aUiFio1rih4rkrhPrOJbZX4oyiZhDEXZsofHWniyM61_tB9dR_8QGWpLKqQ3-2LOu0RZfGNywoPKl4fDhW28Qa8PTdgKQnhRt4qAJ8r_5Mmdj9hp72QOUSCNoJ" width="320" /></a></p><span style="color: #783f04; font-family: georgia;"><div style="text-align: justify;">Es de vital importancia lo que nos decimos a nosotros mismos ante una situación que estamos experimentando. </div><div style="text-align: justify;">El diálogo interior está basado sobre el sistema de creencias, muchas de ellas inconscientes y afecta nuestro mundo emocional más de lo que nos imaginamos, pero también nuestros estados emocionales, creencias, etc., afectan nuestro diálogo interno.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Se ha descubierto que, cuando nuestro diálogo interno es nocivo, llega hasta el punto de “matar neuronas en ciertos centros cerebrales, como los hipocampos". (Dr. Mario Alonso Puig)</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La facultad de Medicina de la Universidad de Harvard ha demostrado que entre el 60% y el 90% de las consultas a médicos generales en occidente tienen relación con determinadas emociones aflictivas que se prolongan en el tiempo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Es muy importante ser conscientes de qué es lo que nos decimos ante las situaciones que vivimos, pues de esa interpretación, depende la calidad de nuestras experiencias, y es que según lo que nos digamos movemos estados emocionales que tienen que ver con sustancias químicas en el organismo, no es lo mismo sentirnos furiosos, que sentirnos contentos.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El diálogo interno, puede cambiar nuestro estado anímico en segundos.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><i><b>«No nos afecta lo que nos sucede, sino lo que nos decimos acerca de lo que nos sucede» Epícteto</b></i></div><div style="text-align: justify;"><i><b><br /></b></i></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Aprender a escuchar a esa voz interna, a ser conscientes de ella, nos ayuda a mejorar nuestra automotivación y a regular el mundo emocional, ya que contrario a lo que solemos creer, somos responsables de nuestro mundo emocional, de lo que sentimos.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Gran parte de la vida, solemos culpar al afuera por cómo nos sentimos y nos justificamos, estoy triste porque tal persona no me hizo caso, o estoy furioso pues mi pareja no me escucha, o estoy frustrado porque el país está en crisis… etc. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Y es que sin negar la situación exterior, la verdad es que lo que yo interpreto, lo que yo me digo de lo que está ocurriendo tiene mucho que ver con mi estado, con lo que siento. </div><div style="text-align: justify;">El otro puede actuar a su manera, pero en mi interior yo decido si me afecta o no; y si me afecta, toca revisar qué patrones, maneras de funcionar se activan en mí que hacen que la situación me afecte y poder revisar sistema de creencias que ya no me apoyan a crear una vida saludable.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Así, al ir tomando conciencia de que somos responsables de nosotros mismos, nos damos cuenta que:</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: center;"><b><i>“nadie nos puede herir sin nuestro consentimiento”.</i></b></div><div style="text-align: center;"><b><i><br /></i></b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Conviene cuando nos decimos algo que nos hace sentir mal, confrontar la creencia, por ej. Si me sorprendo diciendo que soy torpe, preguntarme: <i>¿realmente es así, soy torpe?, ¿es del todo real lo que me digo?, ¿es así en todo momento? O ¿es que me comporte torpemente?, ¿habrá situaciones donde no me comporte torpemente?</i>....entonces la creencia pierde fuerza.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Para poder detectar cómo nos hablamos a nosotros mismos, qué nos decimos, si ese diálogo es tóxico, y aprender a hablarnos de otra manera más saludable:</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">· Hemos de entrenar la mente a estar presente, aprender a observar sin juicio los pensamientos, adoptando una actitud meditativa, para sorprendernos cuando nos estamos hablando mal.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">· Soltar la atención de los pensamientos (dejarlos pasar como si fueran nueves en el cielo) y dirigirla a las sensaciones corporales. <i>¿Qué estoy notando en el cuerpo? ¿Qué sensaciones físicas noto: tensión en la mandíbula, en el cuello, puños apretados, hormigueos, calor, opresión en el pecho, nudo en el estómago, etc</i>.?</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">· Preguntarnos qué estoy sintiendo, ponerle un nombre a la emoción o sentimiento: enojo, rabia, tristeza, angustia, ansiedad…) al ponerle nombre, al etiquetar la emoción, o sentimiento, se activan áreas del cerebro que nos ayudan a ser más resolutivos.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Hay un estudio científico (universidad de California) que demuestra que cuando nombramos una emoción, la corteza prefrontal fabrica péptidos que inhiben la amígdala sobre-activada.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Desarrollando la Inteligencia emocional, podemos equilibrar y armonizar la parte emocional y racional del cerebro.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Al observar cual es el diálogo interno que nos lleva a sentirnos así, nos daremos cuenta que solemos decirnos cosas como: <i>todo lo hago mal, siempre me pasa lo mismo, no cambio más, que estúpido soy, etc.</i></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Luego de haber tomado conciencia de lo que me digo, podré ver cómo distorsiono los hechos bajo los efectos de la emoción y de las creencias; se trata de confrontar las creencias, para verificar si son realmente ciertas.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">· Y me plantearé cómo puedo aprender a hablarme, o qué decirme a mí mismo ante esa situación que me haga sentir mejor.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">· Haciendo esto, puedo volver a observar mis pensamientos y emociones y notar el cambio.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">· Noto qué sensaciones físicas aparecen al cambiar el diálogo interno tóxico por un diálogo más amable y que me hace sentir mejor.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">· Y por último miraré qué acción tomar, cuál es el primer paso a dar para poder cambiar la situación que no me gusta, pues al tomar acción desaparece la sensación de inmovilidad que nos genera la preocupación por algo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La dificultad es que son muchos años de condicionamiento, de repetir maneras de funcionar con patrones instalados en nuestras redes neuronales que movilizan estados emocionales a los que nos tornamos adictos (como dice Candace Pert). </div><div style="text-align: justify;">Sin embargo, según las investigaciones de las neurociencias, el cerebro es plástico y podemos cambiar...</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Se requiere entrenamiento y paciencia para funcionar de una manera más saludable...aprender a conocer lo que funciona en uno y a sanar lo que está irresuelto, principalmente en los estadios tempranos de la niñez, que es donde grabamos nuestras creencias, nuestra manera de ver el mundo, nuestros primeras heridas, que nos condicionan luego de adultos, hasta tanto las hagamos conscientes y las sanemos, aprendiendo a cubrir sanamente nuestras necesidades y a hacernos cargo de nosotros mismos....</div></span><p style="background: white; line-height: 18pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 39.75pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; margin: 0cm 0cm 0cm 39.75pt; text-align: justify; text-indent: -18pt;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="color: #666666; font-size: 13.5pt;"> <o:p></o:p></span></p><p>
</p><p class="MsoNormal"><o:p><span style="color: #783f04; font-family: georgia;"><i>www.centroelim.org </i></span></o:p></p><p class="MsoNormal"><o:p><span style="color: #783f04; font-family: georgia;"><i><br /></i></span></o:p></p><p class="MsoNormal"><o:p><span style="color: #783f04; font-family: georgia;"><i><br /></i></span></o:p></p><p class="MsoNormal"><o:p><span style="color: #783f04; font-family: georgia;"><i><br /></i></span></o:p></p>Juanihttp://www.blogger.com/profile/11734344407541051757noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5386482882697847477.post-22025732719800079882024-02-05T13:11:00.000-08:002024-02-05T13:14:42.625-08:00Reconocer nuestras heridas<div style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhemdyabAaRDuRSUT5TBQYpx6ATjZoDn8NEHV4YdIMJzMJb1nAItFfArQ7l_NfzOUnbOLLNXap7rgTrIWQIovGxbggLi7UdMKHT_nWxxCWvDcGv7PzMqUhNJ6RR4D3lUB6mOVuvxkLlhdqq3oWfZM2CgevQGj-1DPfCQL4Dqse69A27KIJKayLq1e-fyWuj" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="347" data-original-width="617" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhemdyabAaRDuRSUT5TBQYpx6ATjZoDn8NEHV4YdIMJzMJb1nAItFfArQ7l_NfzOUnbOLLNXap7rgTrIWQIovGxbggLi7UdMKHT_nWxxCWvDcGv7PzMqUhNJ6RR4D3lUB6mOVuvxkLlhdqq3oWfZM2CgevQGj-1DPfCQL4Dqse69A27KIJKayLq1e-fyWuj=w400-h225" width="400" /></a></div><br /><span style="color: #783f04; font-family: georgia;">Todos, en mayor o menor grado a lo largo de nuestra vida reconocemos experiencias agradables y desagradables, necesidades insatisfechas o situaciones dolorosas. Así es la vida, con dos caras.</span></div><span><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;">Si hemos podido resolver bien estos momentos, probablemente se hayan transformado en aprendizajes fecundos que han hecho de nosotros la persona que hoy somos. Pero casi con seguridad, algunos de ellos han sido evitados, resueltos “como hemos podido” o incluso enterrados en nuestras profundidades pendientes de que aún se les preste la atención necesaria. Es en estos casos cuando estas experiencias aún hoy se reflejan en nuestra vida adulta. Su huella se manifiesta en lo que llamamos “herida”. Como si ese aspecto necesitara ser atendido, limpiado, curado para poder cicatrizar de una vez por todas.</div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;">Especialmente significativos son las que vivimos durante nuestros primeros años, fruto de experiencias dolorosas o incomprensibles para el niño que éramos y más si ocurrieron con nuestros padres o con otros adultos significativos de nuestra infancia.</div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;">Hasta quien se recuerda como “un niño feliz” puede rastrear momentos infantiles en los que el dolor, un dolor infantil, se hacía presente.</div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;">Al nacer estamos totalmente en contacto con nuestras necesidades más profundas, y nos aceptamos con esas experiencias, defectos, potenciales, debilidades y deseos, sin censuras. Sin embargo, muy pronto nos damos cuenta de que a veces, siendo nosotros mismos, no somos bien recibidos en el mundo de los adultos que son importantes para nosotros. Y de ello deducimos, de forma intuitiva, que “eso” no es bueno.</div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;">Es un doloroso descubrimiento que marca nuestra vida posterior. Como no podíamos comprender lo que sucedía a nuestro alrededor, desarrollamos estrategias que nos sirvieron porque éramos vulnerables y teníamos necesidad de sentirnos seguros y protegidos.</div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;">Nos adaptamos a lo que sentíamos que los demás consideraban aceptable, y lo que nuestro entorno rechazaba, lo enterramos y comenzó a formar el terreno de nuestra sombra.</div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;">Como adultos, inconscientemente nos aferramos a esas estrategias aunque ya no sean válidas ni útiles, a pesar del sufrimiento que nos causan. Si no las hacemos conscientes, permanecerán enterrados pero no por ello dejarán de gobernarnos, aunque sea desde la sombra.</div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;">Habitualmente negamos y ocultamos la herida. Podemos, y de hecho lo hacemos, utilizar diferentes ungüentos para aliviarla, como dedicarnos al trabajo, a los hijos, al éxito o a cualquier “distracción”. Pero bien sabemos que, cuando una herida está infectada, de nada sirve cubrirla simplemente con medicamentos milagrosos. Antes, hay que tener el valor de levantar la costra y limpiar.</div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;">Entonces sí que podemos emplear remedios para evitar que vuelva a infectarse.</div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;">Un proceso terapéutico es la oportunidad de abrir y limpiar nuestras heridas. Con valor y con la presencia de alguien que nos sostiene cuando el dolor nos hiere.</div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;">Cuando algo no está resuelto casi siempre falta el primer paso de la aceptación. Que no es resignarse ante la fatalidad, sino abrirse al significado que el dolor trae en sí mismo.</div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;">Aceptar una experiencia no significa que estemos de acuerdo con ella, sino que le damos permiso para alzar su voz y enseñarnos algo.</div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;">Hasta que no nos reconciliamos con nuestra herida, a veces sanándola y otras sencillamente haciéndola consciente y teniéndola en cuenta, la vida se empeña una y otra vez en recordarnos que tenemos un aprendizaje pendiente.</div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;">La gran oportunidad que está a nuestro alcance, es trabajar con nuestras heridas para transformarlas en aprendizajes que nos permitan dotar de sentido nuestro pasado. Reconocerlas como un tesoro valioso del que hoy podemos aprender.</div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;">Curiosamente, cuando ante una experiencia hay falta de aceptación, es decir, juicios, culpabilidad, miedo, queja o cualquier otra forma de resistencia, parece que nos convirtiéramos en un poderoso imán que atrae sin cesar circunstancias y personas que nos hacen revivirla una y otra vez.</div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: center;"><b>Te acompaño en el proceso..</b></div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-family: times;"><span style="color: #990000;"><b>CONSULTA PRESENCIALES - CONSULTAS SKYPE</b></span><span style="color: #ea9999;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: times;"><br />
<span style="color: #990000;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Juana María Martínez Camacho</span><br />
<br />
<span><i>Terapeuta Transpersonal</i><br />
<i>Terapeuta Acompañante en Bioneuroemoción</i><br />
<i>Facilitadora Internacional CMR (Liberación de la Memoria Celular)</i><br />
<i> (Cellular Memory Release)</i><br />
<i>Anatheóresis (Psicoterapia Regresiva Perceptiva)</i><br />
<i>Formación Internacional en Psiconeuroinmunoendocrinología</i><br />
<i> (IPPNIM)</i><br />
<i>Yoga Terapéutico Integral</i><br />
<i>Especialista en técnicas de reducción del estrés (Mindfulness- Meditación-</i><br />
<i> Coherencia Cardíaca- Relajación Guiada,
Visualización, Concentración, Contemplación)</i><br />
<i>Terapias Naturales Holísticas (Quiromasaje, Reiki, Reflexoterapia,
Osteopatía</i><br />
<i> Craneosacral y Visceral, entre otras…)</i><br /></span>
<br /><br />
<a href="http://www.centroelim.org/"><i>www.centroelim.org</i></a><i>
Telf.- WhatsApp 653-936-074</i><o:p></o:p></span></span></p></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #990000; font-family: times;"><br /></span></div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;"><br /></div></span>Juanihttp://www.blogger.com/profile/11734344407541051757noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5386482882697847477.post-60742779000906432902024-01-14T09:07:00.000-08:002024-01-14T09:07:20.775-08:00Regular las emociones<p><i><b> </b></i></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><i><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgVRQPDkDkXLwkEn28YeeWmDdA_W9IHtsTS-zbHstcS2uT-FnzTY7e0r-zypUFsUuJ5FchhUuOy49Sl1c0ZbIfCPpxQCYYLMzAyHuB2FQDMrZ_Vnh5JgbqkpN1O2Sm3X3uE9sY9PtsaSV0td-8kjSFeHN1EoW9fQqDqMsBsbYdamDQ2hu-Kdv2aupauntwX" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="498" data-original-width="664" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgVRQPDkDkXLwkEn28YeeWmDdA_W9IHtsTS-zbHstcS2uT-FnzTY7e0r-zypUFsUuJ5FchhUuOy49Sl1c0ZbIfCPpxQCYYLMzAyHuB2FQDMrZ_Vnh5JgbqkpN1O2Sm3X3uE9sY9PtsaSV0td-8kjSFeHN1EoW9fQqDqMsBsbYdamDQ2hu-Kdv2aupauntwX=w400-h300" width="400" /></a></b></i></div><p></p><p style="text-align: center;"><i><b><span style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;">Regular las emociones es el próximo paso en la evolución humana. </span></b></i></p><p style="text-align: center;"><i><b><span style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;">Instituto HeartMath</span></b></i></p><span style="color: #783f04; font-family: georgia;"><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Hasta ahora, parecía que la relación con nuestras emociones podía establecerse únicamente a través de la expresión o de la represión; la expresión -si es inconsciente y reactiva- puede dañar a los demás, y la represión me hace daño a mí mismo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Ahora bien, podemos aprender a expresar sin volcar nuestra energía en los demás, haciéndola consciente y haciéndonos responsables, o bien podemos aprender a “transmutar”; entre la expresión y la represión aparece la posibilidad de la transmutación</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La “madurez emocional” es un proceso, y todo comienza por la toma de conciencia de nuestras emociones.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><i>“Despertar a las emociones significa sentirlas, nada más y nada menos.” </i></div><div style="text-align: justify;"><i>Jack Kornfield</i></div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Mientras nuestras emociones fluyan, podemos trabajar con ellas. En el momento en el que las interpretamos con historia, haciéndolas significar algo, las congelamos y se convierten en roca dura que bloquea nuestra fuerza vital.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Si estuviésemos dispuestos a sumergirnos en nuestros sentimientos dolorosos, el proceso sanador comenzaría automáticamente. Las emociones no son energías fijas, se transforman de manera natural y continua de una a otra.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Si evitamos sentirlas, paramos el proceso de transmutación y la energía se estanca en nosotros. Las emociones no siempre se transforman rápidamente de una a otra (aunque, de hecho, una persona emocionalmente sana puede desplegar una gran gama de emociones en un período muy corto de tiempo). La única manera en la que se transforman es con aceptación incondicional.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Debemos querer quedarnos con nuestro dolor, enfado, tristeza, etc., tanto como dure la sensación corporal.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Simplemente acepta todo lo que ocurra. Permite que cada experiencia sea lo que tenga que ser, libre de juicio y totalmente transparente.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b>Gestionar las emociones desde la Atención Plena</b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b>1. Parar, respirar.</b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Parar, llevar nuestra atención a ese movimiento emocional que emerge. Respirar profundamente. Nuestra respiración abre el espacio, ofrece nuestra disponibilidad. Posamos la atención en la respiración y en aquellas zonas del cuerpo donde la emoción se refleje. Respiramos la emoción.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b>2. Hacernos responsables.</b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Hacerse responsable es asumir cada emoción que vivimos como algo íntimo. Cada emoción surge de nuestro interior y nadie puede procesarla por nosotros. La emoción ya está presente en mí, no me es ajena. En realidad, nadie “me hace” nada, sólo “me lo mueve”. El otro solo despierta lo que habita en mí, el otro es el “despertador”.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Si no me hago responsable de mi estado interior, entonces hago responsable al otro, y entonces es cuando me convierto en su esclavo. Si mi estado interior está a merced de fuerzas ajenas a mi propio ser, también sitúo fuera de mí la libertad y el poder de transformarlo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b>3. Presencia en la emoción.</b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Tomamos conciencia de todos los aspectos de la emoción que estamos viviendo. Nos permitimos sentirla plenamente, vivirla de manera directa, sin discurso intelectual, sin narraciones (recordamos que para que la emoción pueda ser trasformada ha de estar exenta de todo juico). Todo comienza por aprender a reconocer nuestras emociones.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">A veces, éstas se presentan de manera muy difusa, muy abstracta. Podemos comenzar por lo más básico: esta emoción ¿me expande o me contrae, me abre o me cierra?</div><div style="text-align: justify;">Después, podemos tratar de nombrar la emoción, el mismo hecho nombrarla nos facilita reconocerla, objetivarla. </div><div style="text-align: justify;">¿De qué emoción se trata? ¿Es ira, miedo, alegría, tristeza, etc.?</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">También podemos sentir donde se refleja en el cuerpo, podemos incluso percibir su forma, su temperatura, su densidad…</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Y también podemos “darle voz”: si la emoción pudiera hablar, ¿qué diría? ¿Qué expresaría? ¿Qué es lo que está pidiendo? ¿Qué necesidad manifiesta? ¿Qué nos impulsa a hacer?</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Tras reconocerla podemos abrirnos a su motivación profunda, aquello que en realidad le está confiriendo su energía.</div><div style="text-align: justify;"> ¿De dónde proviene, qué la genera, con qué me conecta? ¿Existe otra emoción detrás de la emoción?</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Observamos sin juzgar todo el proceso psicofísico que desencadena la experiencia emocional que estamos viviendo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b>4. Aceptación y autocompasión.</b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Sea cual sea la experiencia que estamos viviendo, la aceptamos incondicionalmente. Permitimos que la emoción se exprese con libertad y absoluta legitimidad, abrimos el espacio necesario para que todo su potencial se despliegue y evolucione en nuestro interior sin restricciones.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Y si duele, nos damos cariño… Liberamos el amor y nos procuramos esa ternura capaz de aliviar el dolor que sentimos.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Thich Nhat Hanh (monje vietnamita) utiliza la imagen de una madre que consuela al niño que llora, acunándolo en sus brazos. La madre somos nosotros y el niño es la emoción que abrazamos. La madre comprende al niño, acepta lo que le pasa y lo consuela dándole su cariño. Así, el niño se calma. Esta imagen refleja maravillosamente lo que significa “darse cariño” ante una emoción dolorosa.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b><br /></b></div><div style="text-align: justify;"><b>5. Soltar la emoción.</b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"> Suavemente, dejamos que la energía de la emoción siga su curso naturalmente, que se atenúe, hasta que se desvanezca.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Recordar que yo soy el espacio, no la emoción, propicia este flujo natural de la energía. La respiración puede ensanchar tanto nuestro espacio interior que lo que inicialmente aparecía como un torrente desbordado se convierta en un riachuelo que atraviesa el amplio valle de la consciencia. La emoción como una pompa de jabón en nuestra espaciosidad inmensurable.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b>6. Actuar o no actuar.</b> </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Todo termina en seguir “la necesidad del instante”. Según sean las circunstancias, actuaremos o lo dejaremos estar. La misma inteligencia del corazón nos ofrecerá la “solución”.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><i>“Si logramos la transformación y encauzamiento de la energía de las emociones, seremos capaces de articular una respuesta integradora y apropiada a la situación que las originó.” Vicente Simón</i></div><div style="text-align: justify;"><i><br /></i></div><div style="text-align: justify;"><i><br /></i></div><div style="text-align: justify;"><i><br /></i></div></span>Juanihttp://www.blogger.com/profile/11734344407541051757noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5386482882697847477.post-91941979259114454532024-01-10T05:21:00.000-08:002024-01-10T05:21:45.348-08:00El dolor y el tiempo (Jeff Foster)<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEiw8RnbzPnjvC2_8W9K-02cDcnIjYoJg7wfiWYu1TGwX-8RSbA76KfMmapsMRg6lxwYWkYDTmcJTl0U6E91V_04paktCdWR_ShstMsz7ehnbx1DlW9K4RG3hCjIGpNztW5A6bHIHjzUiANVFbV6gOF-broTDWaX5bjMAmlVIKnFv_rIpRScXqQsIdFnwkJ9" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="296" data-original-width="524" height="226" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEiw8RnbzPnjvC2_8W9K-02cDcnIjYoJg7wfiWYu1TGwX-8RSbA76KfMmapsMRg6lxwYWkYDTmcJTl0U6E91V_04paktCdWR_ShstMsz7ehnbx1DlW9K4RG3hCjIGpNztW5A6bHIHjzUiANVFbV6gOF-broTDWaX5bjMAmlVIKnFv_rIpRScXqQsIdFnwkJ9=w400-h226" width="400" /></a></div><p></p><p><span style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;">A menudo, el dolor va acompañado de una reacción mental estresante, nerviosa, a veces llena de ansiedad y de miedo..., de una avalancha de relatos sobre lo que ocurrirá o no ocurrirá en el futuro.</span></p><span style="color: #783f04; font-family: georgia;"><div style="text-align: justify;">Siento dolor (o miedo o tristeza o cualquier sentimiento desagradable) justo ahora, pero estoy preocupado por cuánto durará, por cuándo terminará o si terminará algún día, por cuánto puede intensificarse.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">¿Durará este dolor el resto de mi vida?</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">¿Se mantendrá como es ahora, o se hará más agudo?</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">¿Qué pasa si se vuelve insoportable?</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">¿Qué pasa si acaba matándome?</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">¿Qué pasa si...?</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Se diría que la mente siempre quiere hacer que todo parezca peor de lo que es en realidad. Si te fijas, verás que tu relato de la realidad es siempre mucho peor que la realidad en sí.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En la realidad, jamás vas a tener que enfrentarte más que a este momento de dolor. Solo a este momento. Solo a lo que está sucediendo ahora mismo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En el relato, tienes que enfrentarte al dolor en el tiempo. En el relato, ¡tienes que enfrentarte a todo el pasado y el futuro del dolor! Puedes incluso convencerte a ti mismo de que tienes que enfrentarte a toda una vida de dolor, lo cual suena demasiado insoportable incluso como pensamiento; es, literalmente, la idea que la mente tiene del infierno.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Pero, en la realidad, la vida siempre es clemente contigo: solo te da este momento, y nunca tienes la experiencia real de una vida de dolor. En la realidad, no existen los conceptos de «siempre», «para siempre» o «sin fin». El infierno es producto del pensamiento, nada más.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Piensa en cuando vas sentado en un avión durante una fuerte turbulencia. Tienes una intensa reacción de estrés, si empiezas a imaginar que la turbulencia podría ser excesiva y hacer que el avión se estrellara. El pensamiento es inigualable contando relatos de catástrofes futuras, pero ¿cuál es la realidad de la situación?</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El avión atraviesa una zona de viento muy fuerte, y los vaivenes te sacuden de un lado a otro. Esa es la realidad: los bandazos del avión te zarandean en el asiento, ahora mismo. Eso es lo único que está sucediendo. Pero el pensamiento vive en el tiempo, y por tanto dice: «Bueno, en este momento todo parece estar bien, pero en el próximo momento nada estará bien. Ahora mismo la situación es tolerable y estoy vivo, pero solo dentro de un momento se volverá intolerable y moriré. La turbulencia va a empeorar cada vez más».</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Y como reacción a este relato, pueden aparecer un sentimiento de náusea en el estómago, una falta de aire, presión en el pecho y en la garganta, y palpitaciones. No lo olvides, el cuerpo no conoce la diferencia entre el peligro real y el imaginario. Surge un miedo terrible, como si las cosas fueran a ponerse mucho peor. El cuerpo se prepara para enfrentarse o huir, o, si considero de verdad la posibilidad de que el avión se estrelle, se prepara para la muerte.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Así que ahí estás, sentado en el avión preparándote para la muerte, mientras el piloto tranquilamente guía el avión. Se ha encontrado con turbulencias como esta cientos de veces, y para él no es nada. La verdadera turbulencia está en tu pensamiento.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En tu imaginación, vas a bordo de un avión que ya se ha estrellado! En tu imaginación, ya estás experimentando lo inevitable.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Podrías decir: «Ya, pero es posible que un avión se estrelle, así que no estoy completamente loco».</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">A lo que yo te respondería: «Sí, pero el avión no se ha estrellado todavía». Mientras pienses que podría ocurrir, es que no ha ocurrido. En este momento, tu miedo más espantoso todavía no se ha hecho realidad. Y en este, tampoco. Ni en este.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">De hecho, nunca, jamás llegamos a vivir ese momento tan insoportable del que la mente está tan aterrada. Solo existe el miedo de un momento insoportable; el momento en sí nunca llega.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Si las cosas fueran verdaderamente insoportables, si el dolor fuera de verdad demasiado intenso para el cuerpo, si la ira o el miedo fueran de verdad a superarte, si el pesar fuera realmente a hacerte pedazos, el cuerpo se quedaría inconsciente.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Mientras permanezcas consciente, soportas lo que quiera que esté sucediendo, aunque pienses o sientas que es insoportable. No existe el dolor insoportable.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Como la propia consciencia que eres, si está sucediendo, si aparece en la experiencia presente, lo estás soportando, lo mismo que el océano soporta cualquier ola, incluso aunque la ola se sienta insoportable en el momento.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Puedes sentir que algo es insoportable, que vas a morir, que no eres capaz de aguantar; puedes sentirte totalmente desbordado, impotente y sin esperanza, pero no puedes ser ese algo insoportable. Como espacio abierto, nunca puedes ser el desesperado, el impotente, el desbordado, pues lo que eres es pura capacidad incluso para el sentimiento aparentemente más sobrecogedor.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Puedes sentir que eres incapaz de aguantar, pero lo que eres aguanta siempre, en este momento...; y solo existe este momento.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Puedes sentir que estás a punto de morir, pero lo que eres está muy vivo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Como percepción consciente, ya toleras lo que está ocurriendo...; de lo contrario, no estaría ocurriendo. Si fuera de verdad insoportable, si la vida fuera de verdad incapaz de soportar lo que está sucediendo, tú no estarías aquí para saberlo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Darnos cuenta de esto puede quitarnos el miedo básico a la vida. Nunca alcanzamos el momento insoportable, lo mismo que la ola nunca llega realmente a la playa. En cuanto llega a la playa, deja de ser ola.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Por eso nadie ha experimentado nunca la muerte. La muerte no es una experiencia que «tú» puedas tener; la ola no puede experimentar su propia ausencia. En última instancia, no hay nada que temer..., incluso aunque aparezca un miedo atroz.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">«No voy a salir de esta», «No puedo con ello», «Es demasiado para mí», «Me va a matar» son meras expresiones de miedo, expresiones apasionadas de un miedo que no se ha aceptado profundamente.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">«Es insoportable» no significa literalmente que no seas capaz de soportarlo; no significa literalmente que lo que eres es «alguien incapaz de soportar esto».</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Te sientes incapaz de soportarlo, pero ese miedo no te puede definir. La verdad es que ya lo estás soportando, en este momento. Y en este momento, que estás soportando, hay un miedo terrible a que no lo puedas soportar, a que no tengas las fuerzas necesarias; hay un sentimiento de ser demasiado débil para poder con ello. No pasa nada: en la más profunda aceptación, se permite que aparezcan todas estas olas. El dolor y el sentimiento de no ser capaz de soportarlo se aceptan, aquí, totalmente. Y ya estás soportándolos ambos a la perfección... Eso no es tan insoportable, ¿no?</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Al final, nunca tienes que hacer frente a nada que no puedas soportar. La vida no va a darte nada con lo que no puedas —y esto incluye el sentimiento de que no puedes con la vida—, puesto que eres la vida, y la vida no está contra ti.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Recuerda que, si una ola aparece en la experiencia presente, quien realmente eres ya le ha dado su asentimiento; por eso está aquí.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Nunca tienes que hacer frente a nada a lo que no se le haya permitido entrar. Nunca tienes que hacer frente a lo inaceptable. Nunca tienes que soportar nada que sea realmente insoportable.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Solo cuando empiezas a comparar este momento con el momento siguiente, con un momento futuro, aparece el sufrimiento: «Este momento lo estoy soportando, pero no seré capaz de soportar el próximo. Dentro de lo que cabe, este momento está bien, pero no ocurrirá lo mismo con el próximo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Ahora mismo, la turbulencia no es un problema serio, pero dentro de un momento lo será». Hacemos así que la turbulencia presente signifique muchísimo más de lo que realmente significa.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Es posible que la turbulencia empeore, pero sin el relato de que es insoportable, sin el relato de este momento comparado con el momento siguiente o con el anterior, seguirá presente la aceptación más profunda. La más profunda aceptación no desaparece nunca, ocurra lo que ocurra. Lo que eres está presente siempre. Incluso en medio de tus miedos más terribles, esa aceptación profunda seguirá existiendo, abierta a que la descubras.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En la realidad, siempre es este momento. El futuro nunca llega realmente, ¿verdad? El futuro solo existe como relato..., y como tu reacción a ese relato que surge ahora. Cuando llegue ese momento tan temido, será de hecho el «ahora», el momento presente. La experiencia que sea tendrá lugar en este espacio, el espacio que está aquí ahora mismo, y, dado que soy este espacio, sé que nada de lo que la vida ponga en mi camino me destruirá.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Así que dejemos que llegue la turbulencia. No sé cuándo llegará, y no estoy diciendo que quiero que llegue, pero si llega, ¡que llegue!, y cuando me encuentre frente a frente con ella, seguiré sabiendo que soy el espacio plenamente abierto en el que la vida sucede.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Lo que soy es la calma que hay en el ojo del huracán. No estoy en guerra con el huracán. Soy el espacio abierto en el que se permite que el huracán vaya y venga. No tengo miedo del huracán, y no porque me crea fuerte y valiente, sino porque sé que la tormenta soy yo mismo y que, en el nivel más profundo, no representa un peligro para mi vida. Así que, si viene, que venga. De modo que ya no tengo necesidad de estar preparado para luchar contra lo que haya de venir; puedo relajarme ante la vida y dejarla que se desarrolle, incluso aunque ese desarrollo traiga dolor.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Como espacio en el que ese dolor se manifiesta, soy más grande que el dolor, soy más vasto que ningún miedo; soy tan abierto y espacioso que la vida toda —cada pensamiento, sonido, sentimiento y sensación— tiene un lugar aquí.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">De hecho, prepararse para combatir el dolor suele en realidad amplificarlo. Cuando, para evitar sentir dolor en el presente, me anticipo al dolor futuro, lo que hago es tensar el cuerpo entero, y esto provoca que cualquier dolor duela más. Intentar evadirnos del dolor lo exagera.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Cuando nos relajamos en él, en vez de hacer acopio de fuerzas para combatirlo, cuando encontramos la aceptación más profunda en medio del dolor, en vez de considerarlo un enemigo, descubrimos que la sanación está siempre muy cerca.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Podemos seguir haciendo todo lo posible por sanar físicamente, pero, la verdadera sanación no guarda ninguna relación con el cuerpo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El cuerpo se zarandea en el asiento, y lo que tú eres es el espacio en mitad de la turbulencia, el océano en calma en mitad de la furia de la tormenta, ya completo, siempre sanado.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div></span>Juanihttp://www.blogger.com/profile/11734344407541051757noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5386482882697847477.post-63086397008547203202023-12-31T06:43:00.000-08:002023-12-31T06:43:37.771-08:00El temor y las heridas del nuestro niño interior<div style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEguiFeXyOvOJ4G4T4jrPmzcRAg1zwSDS36amVCqxSOxsSoo1TQFrWmdp382HmkGGIKIhftDcNUFvF-XD7AUlzpJ20SosJaQ8qoWv3j80Bi2YW56SbvpTlXq3cRlmN3g80NpsRc55-H7VPRF9HEg4sGww1OSpw1JONHUIRHCc95HSMtZMZRG3-RDS35W7YOs" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="273" data-original-width="500" height="219" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEguiFeXyOvOJ4G4T4jrPmzcRAg1zwSDS36amVCqxSOxsSoo1TQFrWmdp382HmkGGIKIhftDcNUFvF-XD7AUlzpJ20SosJaQ8qoWv3j80Bi2YW56SbvpTlXq3cRlmN3g80NpsRc55-H7VPRF9HEg4sGww1OSpw1JONHUIRHCc95HSMtZMZRG3-RDS35W7YOs=w400-h219" width="400" /></a></div><br /><span style="color: #783f04; font-family: georgia;">A través de la aceptación, la comprensión y la amplitud podemos descubrir y sanar las heridas más profundas de nuestra alma.</span></div><span style="color: #783f04; font-family: georgia;"><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">A veces nos preguntamos qué es lo que nos provoca tanta ansiedad, porque nos quejamos cuando no conseguimos el amor que deseamos y necesitamos, que es lo que sucede dentro de nosotros cuando sufrimos una pérdida importante, cuando un amor nos deja o uno de nuestros padres muere?</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">Escondido detrás de nuestras protecciones, negaciones y un estilo de vida adictivo, llevamos un niño interior profundamente atemorizado y herido.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La mayoría de personas viven en la codependencia sin ser capaz de crear o mantener relaciones íntimas debido a nuestro niño interior atemorizado.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Nuestra vida, no podrá ser una experiencia de amor y felicidad hasta que no nos hagamos amigos de nuestro niño interior.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Cuando nos abrimos a nuestra vulnerabilidad herida y empezamos a sanarla, traemos el amor y la realización a nuestras vidas.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Gran parte del crecimiento interior proviene del trabajo con los miedos: el miedo a afirmar nuestra creatividad, miedo a la perdida, miedo al castigo, a la crítica y al juicio, miedo al rechazo y a la soledad, miedo a la supervivencia, a que te desenmascaren, al fracaso, al éxito, a la intimidad, a la confrontación, a la ira, a perder el control….</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">El miedo es el asunto mas esencial para trabajar en nuestra vida: cuando se le niega e ignora se le relega al fondo de la mente, desde donde ejerce un efecto poderoso y muchas veces paralizante en nuestras vidas.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">Intentamos cubrirlo con toda clase de compensaciones y adicciones, mientras se mantenga como una fuerza escondida puede causarnos ansiedad crónica, sabotear nuestra creatividad, puede volvernos rígidos, suspicaces u obsesionados con la seguridad, puede anular nuestro esfuerzo por encontrar el amor…. pero si podemos amigarnos con el, sacarlo a la luz, investigarlo con intensidad y compasión, puede transformarnos, abriéndonos a una profunda vulnerabilidad y auto aceptación.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El miedo afecta y muchas veces domina, todos los aspectos de nuestra vida, nuestra manera de hablar, de trabajar, de comer, de relacionarnos, de crear e incluso respirar. Es algo que se encuentra de forma permanente y que intentamos ignorar, superar e incluso alejar.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El viaje de regreso al espacio interior que hemos perdido, se puede resumir en el siguiente mapa:</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Imagínate que estas de pie en el centro de un gran circulo dividido en tres anillos: un anillo exterior, uno medio y otro interior. Estos círculos radian desde ti hacia fuera. Al anillo exterior le llamaremos capa de protección: este es el hogar del adulto compensado.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El segundo anillo es la capa de sentimientos y la vulnerabilidad, el hogar del niño vulnerable.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">Y el centro es el núcleo del ser esencial y el hogar del testigo. Ahí nos encontramos con nuestra energía fluida y espontánea, y podemos mirar todo lo que sucede dentro y fuera de nosotros con amplitud y objetividad. Es su forma más elevada, un estado de armonía con nosotros mismos y con la vida, es el centro de unidad con la existencia, del que hablan los místicos.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El viaje de sanación es llegar a ese núcleo interior.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La mayor parte del tiempo estamos en la capa exterior, la de protección es un estado de control donde estamos protegidos (hasta cierto punto) de nuestros miedos y muy raramente nos damos cuenta que estamos allí, se nos ha hecho familiar y vivimos allí de manera inconsciente, no porque lo elijamos. A menos que realicemos un trabajo interior, podemos pasarnos allí la vida entera. La mayor parte de la gente lo hace.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">Vivir en la capa de protección es algo seguro, conocido y sin peligro, pero a la vez vacío y de una forma u otra la vida comienza a indicarnos que algo va mal, cuando nos aventuramos a entrar en la capa de la vulnerabilidad y los sentimientos, nos llegan recuerdos de tiempos pasados y sentimientos de traición (cuando no se respetó nuestra vulnerabilidad), por estos recuerdos, nos asusta ir allí por lo que una parte de nosotros intenta evitar sentir ese dolor y ansiedad, manteniéndonos en lo seguro y conocido.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Otra parte de nosotros sabe que para completar nuestro viaje de vuelta al núcleo, no nos queda otra alternativa que investigar la capa del medio.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Una energía desconocida y misteriosa nos empuja hacia el centro, respondiendo a una llamada que proviene de nuestro ser superior, y esa parte tiene el valor para enfrentar el dolor y el miedo intrínsecos en el hecho de reclamar nuestra vulnerabilidad.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">Nos movemos constantemente entre esas dos fuerzas opuestas: una nos mantiene inconscientes pero seguros, la otra nos inclina hacia lo desconocido y hacia una verdad mas profunda.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><i>Dr. Thomas Trobe</i></div><div style="text-align: justify;"><i><br /></i></div></span><div style="text-align: justify;"><br /></div><br /><br /><div style="text-align: center;"><span style="color: #e06666;"><b><i>ACOMPAÑAMIENTO EN PROCESOS TERAPÉUTICOS</i></b></span></div><span style="color: #e06666;"><div style="text-align: center;"><b><i><br /></i></b></div><div style="text-align: center;"><b><i>CONSULTA PRESENCIALES - CONSULTAS SKYPE</i></b></div><br /><br /><b> Juana María Martínez Camacho<br /></b> <br /> Terapeuta Transpersonal<br /> Terapeuta Acompañante en Bioneuroemoción<br /> Facilitadora Internacional CMR (Liberación de la Memoria Celular)<br /> (Cellular Memory Release)<br /> Anatheóresis (Psicoterapia Regresiva Perceptiva)<br /> Formación Internacional en Psiconeuroinmunoendocrinología<br /> (IPPNIM)<br /> Yoga Terapéutico Integral<br /> Especialista en técnicas de reducción del estrés (Mindfulness- Meditación-<br /> Coherencia Cardíaca- Relajación Guiada, Visualización, Concentración, Contemplación)<br /> Terapias Naturales Holísticas (Quiromasaje, Reiki, Reflexoterapia, Osteopatía<br /> Craneosacral y Visceral, entre otras…)<br /> <b><br /> <a href="http://www.centroelim.org/">www.centroelim.org</a> Telf.- WhatsApp 653-936-074</b></span> <div><span style="color: #e06666;"><b><br /></b></span></div><div><span style="color: #e06666;"><b><br /></b></span></div><div><span style="color: #e06666;"><b><br /></b></span></div><div><span style="color: #e06666;"><b><br /></b></span></div>Juanihttp://www.blogger.com/profile/11734344407541051757noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5386482882697847477.post-66774231715574683942023-12-31T05:17:00.000-08:002023-12-31T05:17:01.438-08:00Verdad<div style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEivqA9o3GCFgHkHXi7G0GPWfXY7lAXAnnk0bitGFcoXDarXxpT-rfzfwWJd6DBJHuLUx7h1vgYeOzNlVVVA6jBBTi0CoNLIBr_V9HnCyvYNxJAQrzCaZuXjBKL2BUXFXYoUGjjkgmR96DcnKCVPfNx5WOZyevW6uH_0rqUtiupVu9jDBB1wAiiSGF4FQGX_" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="640" data-original-width="458" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEivqA9o3GCFgHkHXi7G0GPWfXY7lAXAnnk0bitGFcoXDarXxpT-rfzfwWJd6DBJHuLUx7h1vgYeOzNlVVVA6jBBTi0CoNLIBr_V9HnCyvYNxJAQrzCaZuXjBKL2BUXFXYoUGjjkgmR96DcnKCVPfNx5WOZyevW6uH_0rqUtiupVu9jDBB1wAiiSGF4FQGX_" width="172" /></a></div><br /><i style="color: #783f04; font-family: georgia;"><b>Mis juicios me impiden ver lo bueno que hay tras las apariencias. Wayne W. Dyer.</b></i></div><span style="color: #783f04; font-family: georgia;"><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">“¿Te has quedado sin aquel trabajo?, ¡Qué mala suerte tienes! ¿Ha muerto tu padre? ¡Qué desgracia! ¿Has perdido dinero? ¡Qué calamidad! ¿Te han diagnosticado el tumor? ¡Qué horror!, ¿Te sientes abandonado?, ¡No puede ser!, ¿Que tienes que dejar la casa en la que vives?, ¡Qué espanto!, ¿Que tienes que perder?... Es un desgraciado... aquél es listo... ella es una infeliz... aquella es maravillosa... una carrera inadecuada... una vocación errada... una noticia terrible... una nota inmerecida... una cita desastrosa... una oportunidad perdida... un beso sin alma “</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">Un anciano posee 7 yeguas que alquila para vivir.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Un día se le escapan y el pueblo le dice, “¡qué desgracia! ¡qué mala suerte!” el anciano contesta “puede ser... puede ser”.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Al poco tiempo las yeguas bajan de las montañas y vuelven al calor de los establos, pero con 7 caballos salvajes que las acompañan y aparean.”¡Qué bendición! ¡qué buena suerte!” dice el pueblo. El anciano contesta, “puede ser... puede ser”.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Al tiempo, su único hijo se rompe los huesos domando a los nuevos caballos recién llegados. “¡Qué horror! ¡qué terrible!”, dice el pueblo. El anciano contesta, “puede ser puede ser”.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Al tiempo, estalla la guerra y el chico que permanece inmóvil, no es reclutado para luchar en el frente.” ¡Qué bendición! ¡la gracia del cielo lo protege!”, dice el pueblo. El anciano contesta, “puede ser... puede ser”...</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Se dice que “El Universo escribe recto con líneas torcidas”. Líneas, a veces sinuosas, a través de las cuales el Plan Evolutivo se despliega. Todo ocurre causalmente, que no es lo mismo que casualmente, es decir, respondiendo a causas conocidas y desconocidas.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Nada de lo que nos pasa es estéril y en realidad, todos los acontecimientos tienen su intencionalidad evolutiva por contradictorios o estériles que parezcan. Intuimos que la vida es aprendizaje, y desde tal perspectiva no hay noticias esencialmente buenas o malas, ya que tal aprobación o condena es interpretación no sólo parcial, sino también transitoria.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Para ser consciente del alcance y la intención evolutiva de los acontecimientos que nos afectan, conviene preguntarse, “¿en qué me beneficia esta situación?, “¿qué hay detrás de esta noticia?”, “¿qué voy a aprender en esto que se avecina?”, “¿cuál es el mensaje que este inesperado hecho anuncia?”</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Lo primero que nos llega, es la superficie y la piel de las cosas. Sin embargo, la trans-aparencia es lo que va más allá, la intencionalidad que subyace tras la apariencia. Se puede ser muy vistosa por fuera y muy descuidada por dentro. Se puede tener un coche muy bonito y vivirse en una mente ansiosa. Se puede mandar mucho a diversas gentes y morir de sed de amor y pertenencia. Una copa preciosa no siempre contiene un vino de cosecha...</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La pérdida de un ser querido, a veces, pone en marcha un gran cambio cuyo camino madura a la propia persona y abre la conciencia.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La pérdida de un trabajo puede suponer la liberación de unos moldes ya aprendidos y el comienzo creativo de una visión más amplia.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Una enfermedad, a menudo, trae la renovación de muchas costumbres y el cambio de vida que uno anhelaba.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El suceso llega. Más tarde, nuestra mente espera atenta mientras la vida fluye llena de aperturas que alivian la presión del alma. El milagro sucede cuando atestiguamos lo que sucede y confiamos en la acción inesperada.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Ante la llegada de la supuesta desgracia, suspendamos el juicio y mantengamos plena atención a la intuición que sutilmente señala.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Pronto comprobaremos que tras la perturbación, el Universo habiendo roto el viejo orden, puso en nuestra vida posibilidades insospechadas.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><i>J.M.Doria</i></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div></span>Juanihttp://www.blogger.com/profile/11734344407541051757noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5386482882697847477.post-60066451445631876692023-12-28T02:23:00.000-08:002023-12-28T02:23:04.021-08:00¿Porqué aprender a liquidar las situaciones pendientes?<div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEjx7DVPRixuoeqgk5kSRZNflhC2hWBRWWxIPpKYWrhBbW35270RliqQS9_VunHZ5k5usP2NCu4-qu87KQ_82doCVwOLpiYtN4xY7xIrVyCxwTqloQ_79_ti2BSFFxHBPVwqzD3Xmdw2sJ6InqPDwBc2aIltsZG4xCgB4E7HoePBz2GzS4H4Fjt4nJxWs_UL" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="398" data-original-width="319" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEjx7DVPRixuoeqgk5kSRZNflhC2hWBRWWxIPpKYWrhBbW35270RliqQS9_VunHZ5k5usP2NCu4-qu87KQ_82doCVwOLpiYtN4xY7xIrVyCxwTqloQ_79_ti2BSFFxHBPVwqzD3Xmdw2sJ6InqPDwBc2aIltsZG4xCgB4E7HoePBz2GzS4H4Fjt4nJxWs_UL" width="192" /></a></div><br /></span><span style="color: #783f04; font-family: georgia;">La mente debiera funcionar como un registro y un transformador de entradas y salidas: percibo una situación que llega hasta el fondo; la mente entiende el significado de la situación y provoca una respuesta del fondo total a la situación.</span></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;">En el niño pequeño ocurre a cada momento hay una entrada hasta el fondo y una salida de éste totalmente completa, adecuada a la situación, es decir que la situación no deja residuos porque la respuesta es completa. Pero precisamente el proceso en la infancia por el cual yo me adhiero a un modelo que trato de cumplir y luego me identifico con la idea que me hago de mí, hace que haya un montón de cosas que yo no puedo expresar o que trato de no admitir. Es decir, interviene una censura constante, lo mismo de lo que me viene del exterior y de lo que tiende a salirme del interior.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;">Todo esto hace que este funcionamiento libre y completo, total, deje de funcionar, así entonces vayan quedando dentro de nuestra mente profunda (inconsciente) una cantidad, sea de ideas, sea de emociones, sea de energía vital, en forma de protestas, en forma de resentimiento, en forma de deseos, en forma a veces de ideas muy buenas, de aspiraciones muy buenas.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;">De manera que lo mismo hay cosas en el lenguaje corriente podemos llamar buenas, como malas, que han quedado dentro porque la censura no ha permitido que salgan, y eso hace que haya unas situaciones que han quedado interrumpidas, que han quedado a medio vivir, y esas situaciones a medio vivir, están empujando desde dentro para acabarse de vivir, porque lo natural es la vida total.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;"><br /></span></div> <div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;">Cuanto más cosas hay, mayor es el esfuerzo que he de hacer para evitar que salgan, lo cual equivale a decir: ”cuanto mayores presiones tengo, con mayor tensión vivo”, porque ese esfuerzo para que no salgan es el que crea la tensión: tensión mental, tensión emocional y tensión física.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;">Yo no tengo libre acceso al fondo central que soy si no limpio, si no vacío, si no liquido todas esas cuentas pendientes que hay en mi interior, y esto es una necesidad natural. Yo puedo vivir con todo eso a cuestas, pero un día u otro, aunque sea al dejar el cuerpo físico, todo eso tendré que revivirlo en un intento de liquidarlo, y esto es lo que constituyen los estados post-mortem, que se llaman a veces de cielos o infiernos intermedios o el purgatorio.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;">Es revivir todas las cosas que están pendientes porque entonces desaparece la censura, la capacidad de censurar, o por lo menos disminuye mucho y todo lo que está dentro empujando tiende a salir.</span></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;">Las cosas que no he vivido, que no he acabado de vivir ¿porqué no las he acabado de vivir?. Porque mi mente consciente ha dicho no, ha censurado, ha dicho: “prohibido”, sea porque no está de acuerdo con la moral aceptada, sea porque yo tengo miedo de sentirme mal o porque se opone al modelo ideal que yo me he hecho de mi mismo. Por una u otra razón la cosa ha quedado interrumpida por un gesto de contracción mental que quiere decir “no”. El “sí” quiere decir apertura, el “no” quiere decir contracción.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;">Se trata de que viendo la necesidad de vivir toda mi verdad, en lugar de decir “no” a la situación yo le diga “si”. Se trata del gesto interior por el cual yo acepto vivir todo aquello que está pendiente, sea agradable o desagradable, por una exigencia de vivir toda mi verdad, de ser sincero, de ser yo de una pieza.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;">El modo concreto de proceder es: en una situación de tranquilidad, de relajación, evocar la situación, una situación que uno recuerde, que sea la más dura, aquella situación que ha dejado en mí como una carga, un peso, y que de algún modo está lastrando toda mi vida. Tal vez el caso de resentimiento hacia la madre porque uno no ha recibido el afecto y comprensión que esperaba sino quizá lo contrario, y entonces, eso es un peso que está dentro o puede ser cualquier otra situación. Entonces se trata de revivir la situación. Y revivir la primera, la más antigua, la inicial, la más profunda si uno se acuerda. Si no, partir de lo que uno recuerda, y permitir, manteniéndose muy conciente, que esa situación adquiera en mi mente toda la fuerza que tenía en su momento.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;">Se trata, pues, no solamente de recordar, sino también sentir lo que va junto con el recuerdo. Esta fase del sentir es fundamental. Veréis que cuando uno empieza a evocar la situación y a permitirse sentir viene inmediatamente una tendencia a cerrar o a reaccionar en contra, que es lo que hemos estado aprendiendo a hacer toda la vida, desde pequeños, y ahí es cuando, estando alerta, debemos decir “no”. Ante esa situación no debo quejarme, no debo agredir, no debo cerrarme y huir, debo vivir la situación del todo y aceptar el malestar que produzca. Es aceptar aquella realidad tal como está grabada dentro.</span></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;">Esto, a veces, puede ser muy difícil porque dentro puede estar registrado como algo muy penoso, muy desagradable, y se trata de que, en la medida que yo pueda, acepte vivirlo. Aceptar simplemente, que no es interpretar, no es justificar; simplemente aceptar vivir, que es lo que yo no acepté en su momento.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;">Cuando yo voy permitiéndome sentir todo, sin reaccionar agresivamente, sin huir, entonces llega un momento en que, después de pasarlo mal y permitir que este pasarlo mal lo viva abierto, con sinceridad, a fondo, curiosamente desaparecerá el malestar. No porque yo lo elimine, lo borre, lo inhiba, sino porque desaparece.</span></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;">Cuando yo permito que una experiencia se viva desde el fondo, el fondo la absorbe y la liquida completamente, tanto la idea como la carga emocional y el dolor. El fondo tiene el poder de absorber y diluir definitivamente toda experiencia. Es porque no hemos permitido que la experiencia penetrara hasta el fondo por lo que ha permanecido en nosotros. Se trata de abrir la mente, lo cual quiere decir aceptar vivir la cosa como idea, como imagen, como sentimiento, como dolor, como placer, lo que sea; libremente. Y cuando yo lo admito y me mantengo así, aquello que estaba detenido dentro fluye hasta el fondo y se diluye definitivamente.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;"><i>Antonio Blay Fontcuberta</i></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;"><br /></span></div>Juanihttp://www.blogger.com/profile/11734344407541051757noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5386482882697847477.post-60637491651534904842023-12-17T12:00:00.000-08:002023-12-17T12:00:13.258-08:00El Enfoque del Terapeuta Transpersonal<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgWD5wsBPNCWR09okLARaHcd07m85cVnr7csDGGmYAaXc9PYnLMzo33YxSkvRs5zvfcRN9qpYOu3EOK44ZXu5LxdM3cSHPPcuen89MGmD_138sdiZpne4RDHP2cYyHzutYqoxH9_LcTpVPr16aVSAfHgaYuDIxsTnqT8fl0JC1XcNMzwXqK6SFAyIczXON6" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="360" data-original-width="718" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgWD5wsBPNCWR09okLARaHcd07m85cVnr7csDGGmYAaXc9PYnLMzo33YxSkvRs5zvfcRN9qpYOu3EOK44ZXu5LxdM3cSHPPcuen89MGmD_138sdiZpne4RDHP2cYyHzutYqoxH9_LcTpVPr16aVSAfHgaYuDIxsTnqT8fl0JC1XcNMzwXqK6SFAyIczXON6=w400-h200" width="400" /></a></div><br /> <span style="background-color: white; color: #783f04; font-family: georgia, "times new roman", serif; font-size: 15.84px; text-align: justify;">El Terapeuta Transpersonal, se basa en dos enfoques fundamentales: El Trabajo Psicológico, y la Práctica Espiritual. Ambos enfoques, son necesarios, porque una cosa es la realización espiritual, “iluminación”, o sea el reconocimiento de nuestra naturaleza esencial, y otra es la integración, la actualización en la vida diaria de esto que somos (Esencia, Ser).</span><p></p><span class="Apple-style-span" style="background-color: white; color: #783f04; font-family: georgia, "times new roman", serif; font-size: 15.84px;"></span><div style="background-color: white; color: #b45f06; font-family: Georgia, Utopia, "Palatino Linotype", Palatino, serif; font-size: 15.84px; text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia, "times new roman", serif;">El trabajo espiritual , puede provocar una apertura profunda, que temporalmente nos libera de los condicionamientos, pero luego se vuelve a chocar con la reactividad emocional, los condicionamientos, la manera de funcionar mecánica y habitual, porque hay problemas psicológicos irresueltos, hay material inconsciente que puja por salir y nos hace actuar mecánicamente, impulsivamente, atrayendo las situaciones que se alinean con todos estos problemas psicológicos que no llegan a resolverse con la práctica espiritual, y que requieren de un trabajo psicológico.</span></div><span class="Apple-style-span" style="background-color: white; color: #783f04; font-family: georgia, "times new roman", serif; font-size: 15.84px;"></span><span style="background-color: white; color: #b45f06; font-family: Georgia, Utopia, "Palatino Linotype", Palatino, serif; font-size: 15.84px;"></span><br style="background-color: white; color: #b45f06; font-family: Georgia, Utopia, "Palatino Linotype", Palatino, serif; font-size: 15.84px;" /><div style="background-color: white; color: #b45f06; font-family: Georgia, Utopia, "Palatino Linotype", Palatino, serif; font-size: 15.84px; text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia, "times new roman", serif;">Hay varios grados de realización espiritual, a veces, son sólo experiencias aisladas, pero otras, son experiencias más estables, que nos transforman totalmente. </span></div><span class="Apple-style-span" style="background-color: white; color: #783f04; font-family: georgia, "times new roman", serif; font-size: 15.84px;"></span><span style="background-color: white; color: #b45f06; font-family: Georgia, Utopia, "Palatino Linotype", Palatino, serif; font-size: 15.84px;"></span><div style="background-color: white; color: #b45f06; font-family: Georgia, Utopia, "Palatino Linotype", Palatino, serif; font-size: 15.84px; text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="color: #783f04; font-family: georgia, "times new roman", serif;">Pero en estos últimos casos, aunque se haya desarrollado una gran claridad, visión, poder interno, quedan enteros irresueltos una gran cantidad de complejos, impulsos reprimidos durantes años, zonas inconscientes a la que la realización no llega, no le afecta, e incluso, a veces, esa realización, llega a reforzar viejas defensas y a utilizar la espiritualidad para escapar de las responsabilidades del mundo (bypass espiritual), y en casos, para manipular con el título de “espiritual” a las situaciones, personas, fomentando la separación, el distanciamiento.</span></div><span class="Apple-style-span" style="background-color: white; color: #783f04; font-family: georgia, "times new roman", serif; font-size: 15.84px;"><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La realización, no necesariamente va acompañada de la liberación, no transforma en sí misma la totalidad de nuestro ser, al no afectar las dimensiones del inconsciente.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El desarrollo espiritual, abarca dos aspectos:</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">** La realización, por un lado como acceso a la lucidez y a la transformación y aplicación de esa lucidez a nuestra vida diaria concreta.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">** El trabajo psicológico, en el que se ayuda a alumbrar esas zonas oscuras de nuestra personalidad condicionada para tornarla permeable al ser superior, en este sentido es de gran ayuda y un complemento a la integración.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Pero se debe tratar de una terapia amplia, que ayude a desbloquear contracciones corporales, que nos ayude a purificarnos y acceder a energías más elevadas.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El trabajo espiritual, desidentificación de la personalidad y el despertar al Ser, es mucho más amplio que el trabajo psicológico, sin embargo es necesaria la integración psicoespiritual.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En la realización, la personalidad se dirige hacia el ser, liberando al yo condicionado.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En la transformación, se va integrando esa realización en los condicionamientos de nuestro cuerpo/mente hasta lograr impregnar toda nuestra vida a nivel personal y en la interacción interpersonal, convirtiéndose nuestra personalidad en un receptáculo limpio de la Verdad.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El trabajo psicológico apunta a la verdad relativa en lo personal, humano, en las relaciones con las personas, ayuda a desmontar las estructuras del yo, las identificaciones, los condicionamientos en los que se encuentra atrapada nuestra consciencia.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La práctica espiritual busca trascender estas estructuras, condicionamientos, etc., y revelar la vacuidad, nuestra esencia, de donde está surgiendo todo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Así como la forma y el vacío no pueden separarse, el trabajo espiritual y el psicológico son dos facetas indivisibles.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En occidente, la cultura, la educación del niño, provocan una desconexión del fondo que somos, al ir formándose la estructura del ego, al ir instalándose los “modelos” de cómo debe ser el niño, cómo debe actuar, sentir, pensar…los condicionamientos, que hacen que el niño se distancie cada vez más de su esencia, de lo que es, de la fuente, perdiendo espontaneidad…, por ello es necesario , indispensable un trabajo psicológico, para conocer y desmontar la estructura de la personalidad de una manera gradual, eliminando, comprendiendo, soltando las imágenes falsas de sí mismo, lo que no somos, los autoengaños, las proyecciones, conociendo los mecanismos de defensa emocional, para luego trascenderlos y reconectar con el fondo, y permitir que cada vez más se exprese la esencia que somos a través de la forma.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><i><br /></i></div><div style="text-align: justify;"><br /></div></span>Juanihttp://www.blogger.com/profile/11734344407541051757noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5386482882697847477.post-90865415678033385162023-10-13T01:32:00.004-07:002023-10-13T01:32:36.448-07:00¿Qué nos ata al sufrimiento?<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEjnn9f1KxRklLPyBmMqmN2T_eoMwXuxyfjr6LDSYryRB2S-FigdXwqTUXDbbIrLeDoLHt4XVcssnVWUQDRsuMm-WImjJkyqZr7VfKSL8J4BfcsLTJjgHrQZmBpbReAp808Go1XW92J58eNDkYbJDpgAN2OU6D0W4ktMKmVWAFPDVBvdxEyOa0h208xx7an9" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="358" data-original-width="626" height="229" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEjnn9f1KxRklLPyBmMqmN2T_eoMwXuxyfjr6LDSYryRB2S-FigdXwqTUXDbbIrLeDoLHt4XVcssnVWUQDRsuMm-WImjJkyqZr7VfKSL8J4BfcsLTJjgHrQZmBpbReAp808Go1XW92J58eNDkYbJDpgAN2OU6D0W4ktMKmVWAFPDVBvdxEyOa0h208xx7an9=w400-h229" width="400" /></a></div><br /> <span style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;"><i>Ser plenamente humano significa tender puentes entre la tierra y el cielo, entre la forma y el vacío, entre la materia y el espíritu. Y nuestra humanidad se expresa en el corazón, en la profundidad y la ternura que se abre en la intersección entre esos dos polos.</i></span><p></p><span style="color: #783f04; font-family: georgia;"><div style="text-align: justify;"><i>Welwood John</i></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Según muchas tradiciones espirituales, existen tres tendencias básicas que nos mantienen atados a la rueda del sufrimiento:</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">- <b>1º la tendencia a rechazar lo que nos resulta difícil o doloroso</b>, la tendencia a identificarnos con algo sólido que nos proporcione consuelo y seguridad y la tendencia a insensibilizarnos para no experimentar, de ese modo los problemas inherentes al placer y al dolor, a la pérdida y a la ganancia.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El bypass espiritual es un síntoma de la primera de estas tendencias, la tendencia a huir de lo que nos resulta difícil o desagradable. El ego débil -el ego que no se siente lo bastante fuerte como para afrontar las dificultades busca el modo de eludir los sentimientos. Así pues, el intento de escapar de los problemas no resueltos de la personalidad condicionada constituye uno de los principales peligros del camino espiritual, sobre todo para los occidentales modernos.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">- <b>2º- la tendencia a la identificación y el estancamiento</b> suele ser una de las trampas más sutiles de la psicoterapia. Hay personas que encuentran tan fascinante escarbar en sus sentimientos, arquetipos, sueños y relaciones, que permanecen continuamente absortos en su mundo psicológico. </div><div style="text-align: justify;">Y es que el hecho de considerar al trabajo psicológico como la culminación del viaje puede abocar a un callejón sin salida que no haga sino alentar el egocentrismo. </div><div style="text-align: justify;">Como dijera Freud en cierta ocasión, nunca llegaremos a drenar por completo el pantano: por esto, el hecho de centrar desproporcionadamente nuestra atención en los estados o conflictos internos de la estructura de nuestra personalidad puede convertirse en una trampa sutil que nos impida trascenderla.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">- <b>3º- la tendencia a insensibilizarnos tanto de nuestra experiencia personal como de nuestra vocación espiritual</b>, es una de las trampas más comunes de nuestra sociedad. Todos nosotros tenemos una parte a la que le gustaría ocultarse y pasar la vida realizando el menor esfuerzo posible. </div><div style="text-align: justify;">Esto es, precisamente, lo que conduce a las dependencias tan frecuentes en Occidente -como la dependencia de la televisión, de los espectáculos deportivos, el consumismo, el alcohol y la drogadicción formas de adormecernos y evitar así afrontar las dificultades de la vida.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Las tres dimensiones de la condición humana de las que habla la filosofía china tradicional -el cielo, la tierra y el ser humano pueden ayudarnos a sortear estos tres grandes peligros: el bypass espiritual, la absorción egocéntrica en uno mismo y la distracción que conduce a la insensibilización.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Dicho en palabras muy sencillas, somos seres que permanecemos erguidos con los pies sobre el suelo y la cabeza orientada hacia el cielo. Nuestros pies se asientan en la tierra y no tenemos más remedio que permanecer donde estamos, lo cual implica la necesidad de respetar el mundo y a nosotros mismos en el plano horizontal, algo que trata de eludir el bypass espiritual. Este es el principio terrenal.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Pero nuestra cabeza también se halla simultáneamente orientada hacia el cielo que nos rodea y nos permite ver cosas que se hallan mucho más allá de los intereses y preocupaciones ligadas a la supervivencia inmediata, como el horizonte, las estrellas, los planetas y el espacio inmenso que rodea la Tierra.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">A pesar del aparente significado de las preocupaciones terrenales, basta con ascender tres mil metros para que las cosas empiecen a perder parte de su importancia. Y, si todavía subimos más arriba –como hacen los astronautas-, todo acaba convirtiéndose en una mancha diminuta.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Cuanto más ascendemos verticalmente -algo que nuestra conciencia siempre puede hacer—, más nos adentramos en el espacio insondable. Y es que la conciencia humana no pertenece tan sólo a esta tierra, y nuestra vida sólo cobra sentido en el trasfondo que le proporciona el espacio infinito. Éste es el principio celestial.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Cuando no prestamos la atención debida a estas tres dimensiones, nuestra vida se distorsiona y desequilibra.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Si sólo nos ocupamos de las cuestiones ligadas a la supervivencia y a la existencia inmediata acabamos pegados a la tierra y hundiéndonos en el fango".</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Si, por otra parte, no tenemos adecuadamente en cuenta nuestras necesidades terrenales, acabamos desconectándonos de la tierra y perdiéndonos con la cabeza en las nubes.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Si, por último, tratamos de dejar de lado nuestra ternura, acabamos atrapados en la coraza del carácter que desarrollamos para proteger nuestros vulnerables centros sensibles. Y es que, aunque no tengamos el caparazón del armadillo ni las púas del puerco espín, nosotros desarrollamos las defensas del ego.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><i>www.centroelim.org</i></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div></span><div style="text-align: justify;"><br /></div>Juanihttp://www.blogger.com/profile/11734344407541051757noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5386482882697847477.post-42304528550044850462023-09-15T13:04:00.000-07:002023-09-15T13:04:01.744-07:00El dolor como parte de la vida<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEjx8nJhDwuynqeTovOvlvFFWZ73sx5TGXEve9KGmaiVNowNYmF9Ag2DpO6FuscWzvFxY6BLKTy_rLRwd2amDZUHnE-EG4M_vyALjoK4JCbXEtFFEP7YtnFblhE6VxxVKxoXZabZcNkMYKxJwJNkPp8uZdeJp4-LT_sZjEUffFxn3okguQRsZKqxWszzUMat" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="358" data-original-width="717" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEjx8nJhDwuynqeTovOvlvFFWZ73sx5TGXEve9KGmaiVNowNYmF9Ag2DpO6FuscWzvFxY6BLKTy_rLRwd2amDZUHnE-EG4M_vyALjoK4JCbXEtFFEP7YtnFblhE6VxxVKxoXZabZcNkMYKxJwJNkPp8uZdeJp4-LT_sZjEUffFxn3okguQRsZKqxWszzUMat=w400-h200" width="400" /></a></div><p></p><span style="font-family: georgia;"><div style="color: #783f04; text-align: justify;">Hay creencias que restringen y creencias que expanden, creencias que nos tornan impotentes y creencias que nos dan el poder de cambiar nuestra vida. Hay creencias que construyen salud y hay otras que la destruyen, entre estas últimas se encuentra una muy arraigada en la mayoría de las personas: la creencia de que el dolor debería desaparecer de nuestra vida. Nos negamos, nos resistimos y al resistirnos, sufrimos más. Pero el dolor y las pérdidas son parte esencial de la vida.</div><div style="color: #783f04; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #783f04; text-align: justify;">Quien puede experimentar la tristeza con dignidad, sin pelear contra ella (“<i>esto no puede estar pasando</i>”), sin negarla (<i>“aquí no ha pasado nada</i>”, “<i>no tengo que llorar</i>”), sin agregarle sufrimiento (“<i>¿por qué?, ¿qué hice para merecer esto</i>?, ¿<i>en qué me equivoqué</i>?”), se dobla pero no se quiebra.</div><div style="color: #783f04; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #783f04; text-align: justify;">Cuando nos abrimos al dolor con toda nuestra humanidad y nos rendimos ante él, el mismo dolor nos sana, nos eleva al punto de trascenderla, siendo transformados por él. El dolor se convierte así en nuestro gran maestro.</div><div style="color: #783f04; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #783f04; text-align: justify;">En el dolor no hay mente, es dolor. Se caen las máscaras y las corazas, somos dejados solos en el misterio de ser. Estamos frente a frente con la realidad.</div><div style="color: #783f04; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #783f04; text-align: justify;">Para estar dispuestos a explotar la realidad tenemos que estar preparados para cometer muchos errores, debemos ser capaces de arriesgarnos, podemos perdernos, pero es así como llegamos a un nuevo destino, perdiéndonos muchas veces, aprendemos como nos extraviamos, cometiendo muchos errores, llegamos a saber lo que es un error, nos acercamos más y más a lo que es la realidad.</div><div style="color: #783f04; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #783f04; text-align: justify;">Se trata de una exploración individual, no puedes partir de las conclusiones de los demás, la realidad es una experiencia, no una creencia.</div><div style="color: #783f04; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #783f04; text-align: justify;">Nunca se encuentra la realidad estudiándola: la realidad hay que confrontarla, hay que encararla.</div><div style="color: #783f04; text-align: justify;"><br /></div> <div style="color: #783f04; text-align: justify;">Así también hay que encarar el dolor. Para sanar el dolor, debemos hundirnos en lo profundo, en la oscuridad de las raíces, donde surge la vida. Nos resistimos a ir hacia abajo, elegimos quedarnos en la superficie, buscar soluciones con la mente caótica, que prefiere podar las ramas marchitas o enfermas y hacerlas desaparecer. “si no se ve, no existe”, creemos ingenuamente. Pero el dolor no se puede ocultar.</div><div style="color: #783f04; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #783f04; text-align: justify;">Experimentar la tristeza con integridad es un acto de máxima fortaleza. Quien se oculta detrás de la máscara queriendo mostrar que “aquí no pasa nada”, quien se cree o pretende ser invulnerable, cuando se quiebra le será muy difícil recuperar su integridad.</div><div style="color: #783f04; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #783f04; text-align: justify;">En cambio, al abrirnos a la sensación de pérdida y experimentar la emocional natural de la tristeza, nos tornamos vulnerables y desde ese sentir aceptamos lo que es, renunciando a su permanencia. Así la energía psíquica resultante, se dirige hacia la toma de decisiones que nos harán modificar el curso de lo vivido.</div><div style="color: #783f04; text-align: justify;"><br /></div> <div style="color: #783f04; text-align: justify;">Lo que no es aceptado, no puede ser cambiado. Esto muestra claramente un principio básico de la acción correcta: jamás podre cambiar o modificar algo si no lo acepto primero.</div><div style="color: #783f04; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #783f04; text-align: justify;">Recordemos que cuando elegimos cerrar el corazón al dolor, recurriendo a mecanismos de evitación, también lo cerramos frente a la alegría y el gozo.</div><div style="color: #783f04; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #783f04; text-align: justify;">Si aprendemos a abrir el corazón al dolor, el proceso es tan extraordinario como milagroso, y no se trata de creerlo, sino de experimentarlo.</div><div style="color: #783f04; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #783f04; text-align: justify;">Las heridas que nos hacen sufrir, no están destinadas a destruirnos, si las asumimos e integramos, contribuyen a nuestro crecimiento y nos tornan capaces de transmitir a los demás la riqueza de nuestra humanidad.</div><div style="color: #783f04; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #783f04; text-align: justify;">Un conocimiento profundo de nuestro propio dolor permite convertir la debilidad en fuerza, para ofrecer la propia experiencia como fuente de sanación a otros que también están sufriendo. Entonces ya no hay espacio para lamentarse, la queja o la auto-conmiseración.</div><div style="color: #783f04; text-align: justify;"><br /></div> <div style="color: #783f04; text-align: justify;">La posibilidad de acoger, acompañar y hermanarnos hace que todo cobre sentido, incluso el dolor. Este, como experiencia de la desnudez y fragilidad humana, se torna promesa de un bien mayor.</div><div style="color: #783f04; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #783f04; text-align: justify;">Es un estado de conciencia superior, es el reino del servicio. Para alcanzarlo, es imperativo aceptar y atender las propias heridas, de modo de adquirir la libertad que nos permite acercarnos a las heridas de los demás sin sentirnos amenazados. Desde este espacio nos transformamos en sanadores heridos, verdaderos seres humanos que aprendieron a hacer de sus límites y sufrimientos una fuente de sanación para los demás.</div><div style="color: #783f04; text-align: justify;"><br /></div> <div style="color: #783f04; text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: center;"><i><span style="color: #e06666;">“Solo el doctor herido puede curar.” Jung.</span></i></div><div style="color: #783f04; text-align: center;"><b><i><br /></i></b></div> <div style="color: #783f04; text-align: center;"><br /></div><div style="color: #783f04; text-align: justify;">Para salir de la zona de sufrimiento:</div><div style="color: #783f04; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #783f04; text-align: justify;">1- Reconocer que no somos los únicos que sufrimos. Lo logramos cuando dejamos de mirarnos el ombligo y podemos expandir el foco de lo que somos capaces de ver.</div><div style="color: #783f04; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #783f04; text-align: justify;">2- Darnos cuenta y reconocer que hay otros seres humanos que sufren más que nosotros</div><div style="color: #783f04; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #783f04; text-align: justify;">3- Pasar a la acción, hacer algo para mitigar el sufrimiento de los demás</div><div style="color: #783f04; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #783f04; text-align: justify;">El servicio actualiza el potencial de la conciencia humana que todos compartimos, es el portal de entrada al universo del alma. Tiene en si la capacidad de transformar el amor al poder en el poder del amor, otorgándonos una mirada nueva y más compasiva de nosotros mismos y del mundo en el que vivimos.</div><div style="color: #783f04; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #783f04; text-align: justify;">Permite trascender el imperio de la mente, para presenciar la transmutación del sufrimiento hacia la compasión y el amor incondicional.</div><div style="color: #783f04; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #783f04; text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: center;"><i><span style="color: #e06666;">La sanación sigue a la conciencia. Donde hay conciencia profunda, hay compasión. Este es el territorio del milagro, sentirnos uno con el otro, identificarnos con una visión más amplia de nuestra existencia humana para liberarnos del limitado concepto de nosotros mismos.</span></i></div><div style="color: #783f04; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #783f04; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #783f04; text-align: justify;">El servicio se convierte en el camino más seguro para sanarnos y construir un mundo más justo y verdaderamente humano.</div><div style="color: #783f04; text-align: justify;"><br /></div> <div style="color: #783f04; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #783f04; text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: center;"><i><span style="color: #e06666;">Descalzo y en amor camina siempre hacia adelante, sin mirar hacia atrás. En el templo de la vida sostenido por los pilares del Sí y del No,</span></i></div><div style="text-align: center;"><i><span style="color: #e06666;"><br /></span></i></div><div style="text-align: center;"><i><span style="color: #e06666;">entre la luz y la oscuridad, con coraje para enfrentar lo que hay que enfrentar,</span></i></div><div style="text-align: center;"><i><span style="color: #e06666;"><br /></span></i></div><div style="text-align: center;"><i><span style="color: #e06666;">con disciplina para aprender lo que es necesario aprender</span></i></div><div style="text-align: center;"><i><span style="color: #e06666;"><br /></span></i></div><div style="text-align: center;"><i><span style="color: #e06666;">y con humildad para equivocarse.</span></i></div><div style="color: #783f04; text-align: center;"><br /></div><div style="color: #783f04; text-align: justify;"><i><span style="font-size: x-small;">S. M. Maruso</span></i></div></span>Juanihttp://www.blogger.com/profile/11734344407541051757noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5386482882697847477.post-87134719461618963642023-09-01T02:53:00.006-07:002023-09-01T02:53:52.517-07:00Amor<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgUE4B5MSWVLzfHN8wlC2fwFJSKmZ07BS0P2SmKB8eyUyoduA9G_vg1TqTpw8OYTpKPKX_Mxn--4qdwqIaMbjE_5dRro2brH9OkXTxHSaDudslRCneYxUiU8Ond_CTyNi9ZkLT12sTO6MeIyWlbtgLZx4K7KynSXz4oDmrHNsbwPUN1W_iEz0h-cm1-LYTb" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="306" data-original-width="551" height="223" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgUE4B5MSWVLzfHN8wlC2fwFJSKmZ07BS0P2SmKB8eyUyoduA9G_vg1TqTpw8OYTpKPKX_Mxn--4qdwqIaMbjE_5dRro2brH9OkXTxHSaDudslRCneYxUiU8Ond_CTyNi9ZkLT12sTO6MeIyWlbtgLZx4K7KynSXz4oDmrHNsbwPUN1W_iEz0h-cm1-LYTb=w400-h223" width="400" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><i><span style="background-color: white; color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify; white-space-collapse: preserve;">En la medida en que amamos nos convertimos en aquello que amamos. El amor tiende a unificar a amalgamar, a hacer una unidad de lo que aparecía como diverso, porque nos conduce al fondo y el fondo es realmente común. Por eso el amor, no se debe confundir con la intensidad de un sentimiento, pues es mas bien la profundidad del sentir. Es la profundidad la que nos transforma, y no la intensidad por sí sola. La intensidad viene determinada por un canal muy energético, y </span><a style="background-color: white; color: #783f04; cursor: pointer; font-family: georgia; text-align: justify; white-space-collapse: preserve;" tabindex="-1"></a><span style="background-color: white; color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify; white-space-collapse: preserve;">entonces puede darse un amor muy intenso aunque poco profundo. Se vivirán grandes cosas, pero del mismo modo que se viven, desaparecen. Lo que da estabilidad al amor no es la intensidad, sino la profundidad.</span></i></div><p></p><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;"> <i>El acto de amor auténtico consiste en aprender a vivir, a amar, cada vez mas profundamente, mas genuinamente, mas desde el fondo, y esto es lo que nos va conduciendo hacia el centro. La intensidad y la profundidad pueden ir unidas, pero también pueden no ir unidas. En la profundidad siempre hay intensidad, pero en la intensidad no siempre hay profundidad.</i></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;"><br /></span></div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;">- En eso que estás diciendo ¿resultará que hemos de amar también a las personas que nos son hostiles, aunque en ellas no veamos amor?</span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;"><br /></span></div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;">- <i>Es que el amor depende de ti, no del otro. Si el amor depende del otro, entonces ¿qué amas?, no amas al otro, amas que él hace, lo que te da.</i></span></div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;"><i> El amor eres tú. Sé tu mismo amando, y cuanto mas profundamente ames, más tú mismo serás. Pero ahora el amor es una transacción mental: me conviene, no me conviene, me cae bien, etc., y eso no es amor.</i></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;"><i><br /></i></span></div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;">- He entendido que hemos de amar a todas las personas de la misma forma, y a mí me parece que no es posible.</span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;"><br /></span></div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;">- <i>He dicho que el amor es uno, y en la medida en que ese amor está actualizado en nosotros, está ahí siempre, indistintamente. El problema es que como yo no estoy viviendo allí donde el amor es, sino que estoy metido en la mente por mi funcionamiento defectuoso, entonces confundo el amor con mis ideas de valor de las personas. Y a unos les digo que sí, y a otros que no, en función de cómo concuerdan con mi escala de valores, con mi comparación, con mis exigencias, con mis modelos. Pero si yo viviera el amor en su sitio, me daría cuenta de que hay un amor total, indistinto, indiscriminado, para todo el mundo y para todas las cosas.</i></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;"><i><br /></i></span></div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;">- ¿Entonces deberíamos amar a todos los seres de la misma manera?</span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;"><br /></span></div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;">-<i> En efecto. No podemos amar a dos seres de una manera distinta puesto que el amor es Uno, y eso es lo que somos. Si yo soy auténticamente yo, amaré indistintamente, con un amor total, aunque luego exprese ese amor de un modo diferente de acuerdo a mi inteligencia y mi visión de cada una de las situaciones. Pero una cosa es la expresión, como yo expreso el amor, y otra cosa es el amor que yo vivo.</i></span></div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;"><i> El amor es uno, no es múltiple. El amor no es que sea grande para algunas personas y pequeño para otras. El amor es una realidad, es una luz encendida, es un sol, es un volcán que está dentro, y el volcán sigue siendo el mismo en todo momento. El problema es que no vivimos el amor donde está, sino a través de la mente, y es la mente la que está diciendo a este sí y a este no, este es bueno y este es malo, este me ayuda y el otro es enemigo.</i></span></div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;"><i> De este modo se da la paradoja de que viviendo el amor con unos seres, se vive odio o indiferencia respecto a otros.</i></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;"><i><br /></i></span></div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;">- Yo siento el amor por unas determinadas formas, esto no encaja…..</span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;"><br /></span></div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;">- <i>El amor en sí no tiene forma. El Amor en sí es Plenitud, la forma se la da la mente. El amor es un sentir, no es un pensar. Vive el amor en el sentir, mantente atento a ese sentir y descubrirás que ese amor es una totalidad en sí que no tiene formas.</i></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;"><i><br /></i></span></div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;">- Entiendo que el amor es darse, pero nosotros sólo amamos en la medida en que somos correspondidos.</span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;"><br /></span></div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;">- <i>El amor para nosotros, es como si fuera algo que damos al otro, se vive así, en un sentido siempre transitivo, relacional. La visión debiera ser otra.</i></span></div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;"><i> Cuando uno trabaja interiormente, descubre que es de otro modo. El amor no es que yo lo tenga, que sea una cosa que pueda dar o no dar. El amor soy yo mismo. El amor es mi fondo. Y amar a una persona significa que sea yo mismo desde el fondo en relación con la otra persona. El amor no es una sustancia que yo de, que a uno doy y a otro no doy, a uno doy mas y a otro menos. El amor es mi naturaleza profunda, y amar a una persona es ser uno mismo profundamente abierto en relación con ella.</i></span></div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;"><i> Si intuyes esa visión, verás como cambia tu sentido del amor. Por eso digo que cuanto más amas, más tú mismo eres. Y que al amar, nunca le estás haciendo un favor al otro, es el otro el que te está haciendo un favor a ti, por permitirte ser mas tu mismo.</i></span></div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;"><i> Pero como esto se vive a través del yo-idea que está juzgando, valorando, calculando lo que puede conseguir, dice: “yo te amo si….” Y entonces es cuando viene el drama, porque el otro dice que sí… y luego pasa a decir que no.</i></span></div></div><p></p><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;"> <i>Antonio Blay</i></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;"> <i>Despertar y sendero de realización</i></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;"><i><br /></i></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;"><i><br /></i></span></div></div>Juanihttp://www.blogger.com/profile/11734344407541051757noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5386482882697847477.post-87270918582009894582023-06-30T14:00:00.000-07:002023-06-30T14:00:15.500-07:00El amor no duerme<div style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEi_iOIM_mEj7tccfgt7sisna4oCEfHgsgqgui3sdbJV_x5j6S5gz-oP-iMXJpRiVZumOXRwM5mRxCKHWzCe1M0UVVknftKnM6DvcdtBSH7LJjFBejWDKCBl0iAyFjS2sC8qKShAfTcpyJ1RhCu7CFL0h-aSmAVQ4mh4CoVN7EKkQG3h53mUXUkwUNeTs4II" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="367" data-original-width="551" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEi_iOIM_mEj7tccfgt7sisna4oCEfHgsgqgui3sdbJV_x5j6S5gz-oP-iMXJpRiVZumOXRwM5mRxCKHWzCe1M0UVVknftKnM6DvcdtBSH7LJjFBejWDKCBl0iAyFjS2sC8qKShAfTcpyJ1RhCu7CFL0h-aSmAVQ4mh4CoVN7EKkQG3h53mUXUkwUNeTs4II=w400-h266" width="400" /></a></div><br /><span style="color: #783f04; font-family: georgia;">Donde hay amor no hay deseos. Y por eso no existe ningún miedo. Si amas de verdad a tu amigo, tendrías que poder decirle sinceramente: "Así, sin los cristales de los deseos, te veo como eres, y no como yo desearía que fueses, y así te quiero ya, sin miedo a que te escapes, a que me faltes, a que no me quieras." Porque en realidad, ¿qué deseas? ¿Amar a esa persona tal cual es, o a una imagen que no existe?</span></div><span style="color: #783f04; font-family: georgia;"><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En cuanto puedas desprenderte de esos deseos -apegos, podrás amar; a lo otro no se lo debe llamar amor, pues es todo lo contrario de lo que el amor significa.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El enamorarse tampoco es amor, sino desear para ti una imagen que te imaginas de una persona. Todo es un sueño, porque esa persona no existe. Por eso, en cuanto conoces la realidad de esa persona, como no coincide con lo que tú te imaginabas, te des enamoras.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La esencia de todo enamoramiento son los deseos, que generan celos y sufrimiento porque, al no estar asentados en la realidad, viven en la inseguridad, en la desconfianza, en el miedo a que todos los sueños se acaben, se vengan abajo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El enamoramiento proporciona cierta emoción y exaltación que gusta a las personas con una inseguridad afectiva y que alimentan una sociedad y una cultura que hacen de ello un comercio.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Cuando estás enamorado no te atreves a decir toda la verdad por miedo a que el otro se desilusione porque, en el fondo, sabes que el enamoramiento sólo se alimenta de ilusiones e imágenes idealizadas.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El enamoramiento supone una manipulación de la verdad y de la otra persona para que sienta y desee lo mismo que tú y así poder poseerla como un objeto, sin miedo a que te falle.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El enamoramiento no es más que una enfermedad y una droga del que, por su inseguridad, no está capacitado para amar libre y gozosamente.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La gente insegura no desea la felicidad de verdad; porque teme el riesgo de la libertad y, por ello, prefiere la droga de los deseos. Con los deseos vienen el miedo, la ansiedad, las tensiones y..., por descontado, la desilusión y el sufrimiento continuos. Vas de la exaltación al desespero.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">¿Cuánto dura el placer de creer que has conseguido lo que deseabas?</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El primer sorbo de placer es un encanto, pero va prendido irremediablemente al miedo a perderlo, y cuando se apoderan de ti las dudas, llega la tristeza.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La misma alegría y exaltación de cuando llega el amigo, es proporcional al miedo y al dolor de cuando se marcha... o cuando lo esperas y no viene... ¿Vale la pena? Donde hay miedo no hay amor, y podéis estar bien seguros de ello.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Cuando despertamos de nuestro sueño y vemos la realidad tal cual es, nuestra inseguridad termina y desaparecen los miedos, porque la realidad es y nada la cambia. Entonces puedo decirle al otro: "Como no tengo miedo a perderte, pues no eres un objeto de propiedad de nadie, entonces puedo amarte así como eres, sin deseos, sin apegos ni condiciones, sin egoísmos ni querer poseerte." Y esta forma de amar es un gozo sin límites.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">¿Qué haces cuando escuchas una sinfonía? Escuchas cada nota, te deleitas en ella y la dejas pasar, sin buscar la permanencia de ninguna de ellas, pues en su discurrir está la armonía, siempre renovada y siempre fresca. Pues, en el amor, es igual. En cuanto te agarras a la permanencia destruyes toda la belleza del amor.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">No hay pareja ni amistad que esté tan segura como la que se mantiene libre. El apego mutuo, el control, las promesas y el deseo, te conducen inexorablemente a los conflictos y al sufrimiento y, de ahí, a corto o largo plazo, a la ruptura. Porque los lazos que se basan en los deseos son muy frágiles. Sólo es eterno lo que se basa en un amor libre. Los deseos te hacen siempre vulnerable. </div><div style="text-align: justify;">A. De Mello</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div></span>Juanihttp://www.blogger.com/profile/11734344407541051757noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5386482882697847477.post-84996880910664178312023-06-22T10:45:00.000-07:002023-06-22T10:45:10.926-07:00Regular las emociones desde la Atención Plena- Mindfulness<div style="text-align: justify;"><span style="color: #660000; font-family: georgia;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgK-y7p4x12xK7TtuoSYSfZEMoobmRM-OUNxdb_jum1dbFGKqUZ7B5VkZoadmfmJbKe9ErmBYNQvZnL9LQJRyHjY_QieBF0JnXt2vuhJ8Ui3DtZNBEylTXfg2dn_aFcclDMWZ10LGGT5WLtxVtwGcEI9SZyZN9vmSXrr6QtBe6jEcs1fN8X03WoNiRqncCm" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="420" data-original-width="840" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgK-y7p4x12xK7TtuoSYSfZEMoobmRM-OUNxdb_jum1dbFGKqUZ7B5VkZoadmfmJbKe9ErmBYNQvZnL9LQJRyHjY_QieBF0JnXt2vuhJ8Ui3DtZNBEylTXfg2dn_aFcclDMWZ10LGGT5WLtxVtwGcEI9SZyZN9vmSXrr6QtBe6jEcs1fN8X03WoNiRqncCm=w400-h200" width="400" /></a></div><br /></span><i style="color: #660000; font-family: georgia;">Regular las emociones es el próximo paso en la evolución humana</i><span style="color: #660000; font-family: georgia;">. </span><i style="color: #660000; font-family: georgia;">Instituto HeartMath</i></div><span style="color: #660000; font-family: georgia;"><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Hasta ahora, parecía que la relación con nuestras emociones podía establecerse únicamente a través de la expresión o de la represión; la expresión -si es inconsciente y reactiva- puede dañar a los demás, y la represión me hace daño a mí mismo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Ahora bien, podemos aprender a expresar sin volcar nuestra energía en los demás, haciéndola consciente y haciéndonos responsables, o bien podemos aprender a “transmutar”; entre la expresión y la represión aparece la posibilidad de la transmutación</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La “madurez emocional” es un proceso, y todo comienza por la toma de conciencia de nuestras emociones.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><i>“Despertar a las emociones significa sentirlas, nada más y nada menos.” Jack Kornfield</i></div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Mientras nuestras emociones fluyan, podemos trabajar con ellas. En el momento en el que las interpretamos con historia, haciéndolas significar algo, las congelamos y se convierten en roca dura que bloquea nuestra fuerza vital.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Si estuviésemos dispuestos a sumergirnos en nuestros sentimientos dolorosos, el proceso sanador comenzaría automáticamente. Las emociones no son energías fijas, se transforman de manera natural y continua de una a otra.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Si evitamos sentirlas, paramos el proceso de transmutación y la energía se estanca en nosotros. Las emociones no siempre se transforman rápidamente de una a otra (aunque, de hecho, una persona emocionalmente sana puede desplegar una gran gama de emociones en un período muy corto de tiempo). La única manera en la que se transforman es con aceptación incondicional.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Debemos querer quedarnos con nuestro dolor, enfado, tristeza, etc., tanto como dure la sensación corporal.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Simplemente acepta todo lo que ocurra. Permite que cada experiencia sea lo que tenga que ser, libre de juicio y totalmente transparente.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b>Gestionar las emociones desde la Atención Plena</b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b>1. Parar, respirar.</b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Parar, llevar nuestra atención a ese movimiento emocional que emerge. Respirar profundamente. Nuestra respiración abre el espacio, ofrece nuestra disponibilidad. Posamos la atención en la respiración y en aquellas zonas del cuerpo donde la emoción se refleje. Respiramos la emoción.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b>2. Hacernos responsables</b>.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Hacerse responsable es asumir cada emoción que vivimos como algo íntimo. Cada emoción surge de nuestro interior y nadie puede procesarla por nosotros. La emoción ya está presente en mí, no me es ajena. En realidad, nadie “me hace” nada, sólo “me lo mueve”. El otro solo despierta lo que habita en mí, el otro es el “despertador”.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Si no me hago responsable de mi estado interior, entonces hago responsable al otro, y entonces es cuando me convierto en su esclavo. Si mi estado interior está a merced de fuerzas ajenas a mi propio ser, también sitúo fuera de mí la libertad y el poder de transformarlo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b>3. Presencia en la emoción.</b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Tomamos conciencia de todos los aspectos de la emoción que estamos viviendo. Nos permitimos sentirla plenamente, vivirla de manera directa, sin discurso intelectual, sin narraciones (recordamos que para que la emoción pueda ser trasformada ha de estar exenta de todo juico). Todo comienza por aprender a reconocer nuestras emociones.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">A veces, éstas se presentan de manera muy difusa, muy abstracta. Podemos comenzar por lo más básico: esta emoción ¿me expande o me contrae, me abre o me cierra? Después, podemos tratar de nombrar la emoción, el mismo hecho nombrarla nos facilita reconocerla, objetivarla. ¿De qué emoción se trata? ¿Es ira, miedo, alegría, tristeza, etc.?</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">También podemos sentir donde se refleja en el cuerpo, podemos incluso percibir su forma, su temperatura, su densidad…</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Y también podemos “darle voz”: si la emoción pudiera hablar, ¿qué diría? ¿Qué expresaría? ¿Qué es lo que está pidiendo? ¿Qué necesidad manifiesta? ¿Qué nos impulsa a hacer?</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Tras reconocerla podemos abrirnos a su motivación profunda, aquello que en realidad le está confiriendo su energía. ¿De dónde proviene, qué la genera, con qué me conecta? ¿Existe otra emoción detrás de la emoción?</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Observamos sin juzgar todo el proceso psicofísico que desencadena la experiencia emocional que estamos viviendo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b>4. Aceptación y autocompasión.</b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Sea cual sea la experiencia que estamos viviendo, la aceptamos incondicionalmente. Permitimos que la emoción se exprese con libertad y absoluta legitimidad, abrimos el espacio necesario para que todo su potencial se despliegue y evolucione en nuestro interior sin restricciones.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Y si duele, nos damos cariño… Liberamos el amor y nos procuramos esa ternura capaz de aliviar el dolor que sentimos.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Thich Nhat Hanh (monje vietnamita) utiliza la imagen de una madre que consuela al niño que llora, acunándolo en sus brazos. La madre somos nosotros y el niño es la emoción que abrazamos. La madre comprende al niño, acepta lo que le pasa y lo consuela dándole su cariño. Así, el niño se calma. Esta imagen refleja maravillosamente lo que significa “darse cariño” ante una emoción dolorosa.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b>5. Soltar la emoción. </b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Suavemente, dejamos que la energía de la emoción siga su curso naturalmente, que se atenúe, hasta que se desvanezca.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Recordar que yo soy el espacio, no la emoción, propicia este flujo natural de la energía. La respiración puede ensanchar tanto nuestro espacio interior que lo que inicialmente aparecía como un torrente desbordado se convierta en un riachuelo que atraviesa el amplio valle de la consciencia. La emoción como una pompa de jabón en nuestra espaciosidad inmensurable.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b>6. Actuar o no actuar.</b> </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Todo termina en seguir “la necesidad del instante”. Según sean las circunstancias, actuaremos o lo dejaremos estar. La misma inteligencia del corazón nos ofrecerá la “solución”.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><i>“Si logramos la transformación y encauzamiento de la energía de las emociones, seremos capaces de articular una respuesta integradora y apropiada a la situación que las originó.” Vicente Simón</i></div><div style="text-align: justify;"><i><br /></i></div><div style="text-align: justify;"><i><a href="https://www.centroelim.org/cursos-online/curso-mindfulness-atenci%C3%B3n-plena/"><br /></a></i></div><div style="text-align: justify;"><i><a href="https://www.centroelim.org/cursos-online/curso-mindfulness-atenci%C3%B3n-plena/">CURSO MINDFULNESS- ATENCIÓN PLENA</a></i></div><div style="text-align: justify;"><i><br /></i></div><div style="text-align: justify;"><i><br /></i></div><div style="text-align: justify;"><i><br /></i></div></span>Juanihttp://www.blogger.com/profile/11734344407541051757noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5386482882697847477.post-80523319433449544132023-03-28T07:03:00.000-07:002023-03-28T07:03:00.949-07:00Inadecuación Esencial: el estigma de sentirse diferente<p> <a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhrLPb0Naj7RhKPWuUB4eTUgeW3PBtd0HZROi8sUmPv5R_Gwi3b4yYViVj0s8jMjQYvTxsed1SfvVyrAjc4tdKbcMjpkUEjrN5V8OmCydDboPgVkI3gYVfZDxOtBCQxURo2-k4JqgECsD27au4H0ktM2iWGkfSpPooqx_BZAmc10ogFC5zoKk36rbk0Ww" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em; text-align: center;"><img alt="" data-original-height="403" data-original-width="843" height="191" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhrLPb0Naj7RhKPWuUB4eTUgeW3PBtd0HZROi8sUmPv5R_Gwi3b4yYViVj0s8jMjQYvTxsed1SfvVyrAjc4tdKbcMjpkUEjrN5V8OmCydDboPgVkI3gYVfZDxOtBCQxURo2-k4JqgECsD27au4H0ktM2iWGkfSpPooqx_BZAmc10ogFC5zoKk36rbk0Ww=w400-h191" width="400" /></a></p><span style="color: #783f04; font-family: georgia;"><div style="text-align: justify;">Se siente diferente. Se piensa diferente. ¿Se es diferente? Las personas que tienen un nivel de conciencia más desarrollado suelen no encajar en su entorno , padeciendo de un marcado sentimiento de inadecuación. Comprender la naturaleza del problema ayuda a que el individuo se acepte a sí mismo, se aprecie, y tienda a buscar pares de su misma condición.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Del otro lado del vidrio: La lucidez no reconocida como tal puede ser dolorosa. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">¿A qué se refiere esta afirmación? </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Dicen las antiguas Tradiciones de Sabiduría (o, como le llamaba Huxley, la Filosofía Perenne) que cada ser humano está compuesto de una personalidad y una esencia. La esencia es aquello que éramos aún antes de nacer, y que seguiremos siendo aún después de morir: una porción de lo Sagrado, una parte del Todo. Esa esencia, para insertarse en el mundo de la materia, se reviste de una personalidad : un conjunto de hábitos, de aprendizajes, de mecanismos necesarios para interactuar con el entorno. Y dicen estas Tradiciones que lo que acontece en función de ello es que la esencia va quedando como dormida, aprisionada por esa identidad postiza, ahogada en su frescura inicial. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El trabajo interno de todo ser humano es el de despertar a su ser dormido, reencontrarse con su real naturaleza esencial.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Pero hay algunas personas a quienes su esencia no se les duerme del todo:</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">seres sensitivos, interiormente inquietos, que miran la realidad indagando su Sentido. Jamás se quedan con la percepción superficial de la vida, sino que preguntan, - se preguntan-, y, sin saber cómo, deben desarrollar destreza para navegar en sus propias aguas profundas. Pero, tal como Juan Salvador Gaviota se sentía recortado (¡y expulsado!) por su bandada, con frecuencia estos individuos no logran encajar en lo común. A veces, ya de niños o en la adolescencia hacen ingentes esfuerzos por ser "uno más". Sin embargo, no pueden: les resulta imposible renegar de su condición. Es como si una voz interna les requiriera Buscar, procurarse lucidez para hurguetear en lo más hondo de la existencia.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Hemos llamado a este conjunto de sentimientos y conductas el complejo de inadecuación esencial: se definiría como el sentimiento de la persona que, teniendo un nivel de conciencia más desarrollado que quienes lo rodean, no puede asumirlo como tal, sino que lo vive íntimamente como si esto fuera un defecto. Se siente inadecuado en donde todos parecen estar cómodos; se ve incomunicado en donde todos parecen comunicarse con códigos que no logra aprehender; se encuentra buscando los porqués profundos en donde todos transitan livianas superficialidades. Y padece su condición como si fuera un estigma, aunque secretamente puede que sepa que no tiene un defecto, sino un don: el de tener una visión más amplia, una conciencia más integral, en un mundo regido por las apariencias.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Cual si mirara la cotidianeidad a través de un vidrio, no consigue ingresar en los códigos de la mayoría de la gente, y padece de una ríspida soledad. Como el Demian de Herman Hesse, siente que no pertenecen al mundo de todos, y a su vez anhela pertenecer. No necesariamente a ese mundo: a algún mundo. </div><div style="text-align: justify;">Encontrar sus pares, sus compañeros de Bandada. Pero, ¿quiénes? ¿Dónde? De esas personas queremos hablarle. ¿De nosotros? ¿De Usted?</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEi2QBvV3_2pONojIbPpWZiC2AUYHOTXmqMxR_HvkmSbX_CuQPXZlZrPD1jOGWjCaqWVV6Ig8YTE-c5QsQb8K1hguJhhLmqrtnF3zT3deFSqQLYt_6URUm6LpyHuAzQXwJqnBUndCax3Dac22uqSfGjzxctDLpmVRtQO6bWt7x4TbxkVzdQyqXru6N1TfQ" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="295" data-original-width="403" height="293" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEi2QBvV3_2pONojIbPpWZiC2AUYHOTXmqMxR_HvkmSbX_CuQPXZlZrPD1jOGWjCaqWVV6Ig8YTE-c5QsQb8K1hguJhhLmqrtnF3zT3deFSqQLYt_6URUm6LpyHuAzQXwJqnBUndCax3Dac22uqSfGjzxctDLpmVRtQO6bWt7x4TbxkVzdQyqXru6N1TfQ=w400-h293" width="400" /></a></div><br /><br /></div><div style="text-align: justify;"><b>Los niveles de conciencia y la Inadecuación Esencial:</b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Según las Tradiciones de Sabiduría, no todas las personas tenemos el mismo grado de conciencia. La Humanidad, en ese sentido, estaría constituida como una pirámide.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La base de esa pirámide se conforma del grueso de la población: millones de personas cuyas vidas trascurren mecánicamente, sin grandes preguntas, sin búsqueda interna, sin sed de conocimiento. Numéricamente, son los más. En ese nivel básico de evolución, la conciencia de sí y de la realidad es escasa: se sigue el primigenio impulso vital de sobrevivir y perpetuar la especie y, con ello, las necesidades del ego aferrado a la materia. Y esto no depende exactamente del nivel sociocultural, sino de que evolutivamente aún no se ha desarrollado la capacidad de darse cuenta de cómo se es , y de cómo funciona objetivamente la Realidad.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En Oriente, a este nivel de evolución primaria se lo metaforiza como "estar dormidos" bajo los múltiples velos de la ignorancia.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Pero, como antes decíamos, hay seres cuya esencia no se ha adormecido con lo básico de la vida: personas que se preguntan para qué nacieron, que buscan, con mayor claridad o mayor confusión, cuál es el Sentido del nacer y del morir. Esos seres en proceso de Búsqueda se alinean ascendiendo a partir de la base, hacia la cúspide de la pirámide. Y cuanto más elevado es el nivel de conciencia, menor será la cantidad de individuos que estadísticamente se alineen en cada nivel, siendo ínfimo el número de personas que podrían contabilizarse en la cumbre, donde morarían las conciencias más esclarecidas.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Entre lo que sociológicamente podría llamarse "lo masivo", y el nivel de un Cristo o de un Buda (iluminación), existe, entonces, como una escalera por la que los individuos vamos ascendiendo a medida que evolucionamos .</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b>Podríamos graficarlo así:</b></div><div style="text-align: justify;"><b><br /></b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div></span><div><span style="color: #783f04; font-family: georgia;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEjHh4xbCr76HBFsxgXnoJLbAg1uOicUnpKbLQtSn8MuKDNdewNKI3U5EF4eQWzY3iPPPpUAXNpxflxmhKfegEyl9YYLKDxWES8EOBPNc9cacd6HikGSAh_j3OtixoW9s9hR_KC1Hi40VN_c4LXEjr2G10nGHWvuiRWCt7CnAy06RjN3Xu9ySBlPdrhAfQ" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="200" data-original-width="415" height="193" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEjHh4xbCr76HBFsxgXnoJLbAg1uOicUnpKbLQtSn8MuKDNdewNKI3U5EF4eQWzY3iPPPpUAXNpxflxmhKfegEyl9YYLKDxWES8EOBPNc9cacd6HikGSAh_j3OtixoW9s9hR_KC1Hi40VN_c4LXEjr2G10nGHWvuiRWCt7CnAy06RjN3Xu9ySBlPdrhAfQ=w400-h193" width="400" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div></span><span style="color: #7f6000; font-family: georgia;"><div style="text-align: justify;">Los sufis tienen un antiguo aforismo que dice: </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: center;"><i>"Dichoso el que tiene un alma; dichoso el que no la tiene; pero llanto y dolor para aquél que la tenga en embrión".</i></div><div style="text-align: center;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b>¿A qué se refieren?</b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">A que en el extremo de menor conciencia, la inconsciencia misma obra de protección respecto del dolor existencial: se está obnubilado, atento a lo trivial, sin grandes preguntas. Y en el extremo opuesto, de mayor conciencia, el dolor ha cesado pues se está en concordancia con la Respuesta. </div><div style="text-align: justify;">Cuando no se está ni del todo dormido ni del todo despierto, se está en una situación existencialmente difícil: aún se permanece atrapado por el plano inferior, pero ya hay una lucidez que nos permite ver nuestra propia mecanicidad y la del entorno. Esto conlleva sufrimiento, y también la sensación de falta de pertenencia, de inadecuación.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Los sufis le llaman a esto "estar sentado entre dos sillas " (¡posición sumamente incómoda!).</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">A medida que se sube en esa pirámide evolutiva, el individuo va teniendo mayor conciencia de quién es, y de qué leyes rigen la Realidad. Pero quisiéramos señalar un punto de inflexión crítica (marcado en el gráfico por la línea horizontal roja): en la persona que se ubica allí, el centro de gravedad de su conciencia ya no está en el nivel de lo masivo, sino que "se ha despegado" de él; sin embargo, aún la claridad no es suficiente como para comprender por qué se percibe diferente, se piensa diferente, se siente diferente que la mayor parte de la gente. No se participa plenamente de los valores y necesidades del nivel de conciencia anterior, pero aún no se encuentra pertenencia respecto del nivel actual o del siguiente. Aquí es donde se experimenta inadecuación esencial de un modo agudo y doloroso.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Este fenómeno presenta al menos dos variables: puede ser que la persona haya nacido en ese nivel de conciencia, o bien que haya evolucionado hacia él a través de su experiencia de vida.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"> Veamos cada una de estas variables.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: start;"><b>El cisne avergonzado:</b> </span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: start;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: start;">Los viejos cuentos infantiles suelen contener claves cifradas que nos hablan simbólicamente de las realidades del alma.</span><br style="text-align: start;" /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgsSdHgnwKH5INGCoXRqGQV05YrQqq8d3neYoryEvXSygrKLHMlkUC-E163mP3-R_m5hYDDMoRBuO4NWy7zZfYm2-F1BNoWfAx6tB52XCHKfKiXsrTDbVWvglUa_8b9lf1TjM7VJux83VqYC0L00mMBe35mhu_QteJRBI9xe4BI4dk7kPUoLvdv_B49jA"><img height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgsSdHgnwKH5INGCoXRqGQV05YrQqq8d3neYoryEvXSygrKLHMlkUC-E163mP3-R_m5hYDDMoRBuO4NWy7zZfYm2-F1BNoWfAx6tB52XCHKfKiXsrTDbVWvglUa_8b9lf1TjM7VJux83VqYC0L00mMBe35mhu_QteJRBI9xe4BI4dk7kPUoLvdv_B49jA=w400-h300" width="400" /></a></div><br /><br /><div style="text-align: justify;">Uno de ellos es la conocida historia del "Patito Feo": un pichón de cisne que, por accidente, había sido incubado por una pata. Al nacer, como es lógico, se crió entonces entre sus hermanos patitos, sin saber que pertenecía a una especie diferente. Más grande que el resto, más oscuro comparado con sus hermanos, su percepción de sí mismo era la de alguien inadecuado y torpe, por más que se esforzara en no distinguirse del resto. Hasta que un día sus plumas grisáceas se fueron volviendo muy blancas, su cuello se estiró grácilmente, y, al ver su imagen en el espejo del lago, se dio cuenta de que era bello, bellísimo... Más armonioso y elegante que sus hermanos, que tanto se habían burlado de él.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Muchas personas que nacen con una conciencia desarrollada son sumamente rechazadas por su entorno: por un lado, porque suelen ser torpes en sus intentos de adaptarse (muy retraídos, hipersensibles, precozmente maduros, críticos, a veces incapaces de adecuarse a los códigos sociales de sus congéneres); por otro, porque con frecuencia son portadores de talentos que se destacan: valores éticos elevados, dotes artísticas, inteligencia notable, capacidad de cuestionamiento, criterio propio... Y esto despierta envidia en sus congéneres, envidia nacida de ver en él encarnadas las potencialidades que quizás ellos mismos no se atreven a expresar.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La conjunción de estos rasgos suele ser fatal, sobre todo en la adolescencia y primera etapa de la juventud. En esta etapa será crucial que este tipo de persona pueda ser apoyada para aceptarse a sí misma tal cual es, considerarse valiosa y afirmarse en su verdadera identidad, sin renegar de ese "ser diferente".</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">No contar con ese apoyo de parte de adultos criteriosos que le ayuden a ver su condición de cisne, suele derivar con frecuencia en la constitución de una personalidad "mal armada" a partir de múltiples mecanismos de defensa, y luego requerirá mucho trabajo interno para desplegar sus peculiares talentos.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">A veces está pseudoadaptado al entorno; otras, es "la oveja negra" del grupo familiar o de los grupos a los que pertenece: cuestionador, rebelde, autodeterminado, disruptor de estructuras establecidas. Esa personalidad oscilará entre sentirse inferior al entorno, y autopercibirse distorsionadamente como alguien superior, desarrollando una arrogancia secreta sobre su "ser especial". Un delicado equilibrio que, sin embargo, es posible propiciar.</div><br /><br /><div style="text-align: center;"><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgwhh1lr3zcwsEd41em1zARLFyZYz2cSXevJ03qHKTdJKYono9_k9O_UqzamoFmw0HoZqCrDavsW35_xho_mL5X-cdPh1dvnvis7VZrp9pGznIqbVQMGlSCqwIW3QEex0oewu4ZNH39ComxLxgzPsFD3V9DRq0BqXAHqFlCbWTZ7apLf5SjNSJxepVxMA=w400-h300" /></div><br /><br /><b> El despertar y la soledad:</b> </span></div><div><span style="color: #7f6000; font-family: georgia;"><br /></span></div><div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #7f6000; font-family: georgia;">Pero no siempre la inadecuación esencial se presenta en las primeras etapas de la vida. La segunda posibilidad implica que el individuo descubra este sentimiento recién en su vida adulta: fue una persona eficazmente adaptada al entorno, sin grandes diferencias respecto de sus congéneres: creció como todos, pensó como todos, sintió como todos, consumió lo que todos. Pero, por alguna circunstancia externa o interna, en algún momento (más frecuentemente alrededor de la mitad de la vida ) su orden colapsó, entró en crisis, y comenzó a replantearse el para qué de su existencia.</span></div><span style="color: #7f6000; font-family: georgia;"><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Cuando esto acontece, es natural que, con mayor o menor lucidez, la persona comience un proceso de Búsqueda (libros, terapia, cursos...). </div></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #7f6000; font-family: georgia;">Esta situación modifica su relación con los demás, sintiéndose probablemente aislada respecto de quienes le rodean, -y a quienes quizás anteriormente consideraba muy cercanos-: de pronto ya no comparte sus intereses, sus gustos, sus necesidades. </span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #7f6000; font-family: georgia;">Es más: sus propias inclinaciones actuales pueden resultarle a los demás incomprensibles y hasta cuestionables. Y una parte de lo que le sucede a quien vive este pasaje, es la angustia de ver a sus seres cercanos, a veces aún los más íntimos, inmersos en la confusión, en preocupaciones sin sentido, en banalidades que les hacen sufrir innecesariamente. Pero, en ese proceso aún no se sabe cómo integrar eso que se va percibiendo como el verdadero Sí-Mismo, cómo vincularse con eso.</span></div><div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #7f6000; font-family: georgia;">Hacerlo conllevaría un cambio fundamental en el modo en que se encara cada asunto de la propia vida.</span></div><span style="color: #7f6000; font-family: georgia;"><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Quien rasga ese velo de ignorancia, vivencia una intensa soledad, más allá de que se encuentre rodeado de familiares o amigos. Es justamente ante ellos que experimenta su propio síndrome de inadecuación esencial: ya no puede seguir siendo como era, pero no sabe ahora cómo ser. Siente la necesidad de pares que comprendan de qué se trata lo que está viviendo, pero no sabe cómo ni dónde encontrarlos. Inclusive puede ser que crea que está volviéndose loco, y muchas veces es posible que, efectivamente, necesite de ayuda terapéutica, pero no por estar enloqueciendo, sino para reorganizar su identidad con el menor costo de dolor posible.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><b><div style="text-align: justify;"><b>La neurosis cruzada</b>:</div></b></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #7f6000; font-family: georgia;"><br /></span></div><div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #7f6000; font-family: georgia;"> Ir despertando no quiere decir que vayamos quedando exentos de neurosis: por el contrario, quienes están en contacto con su aspecto esencial (ya sea porque, como en el primer caso, nunca lo han perdido, o bien, como en el segundo, porque lo hayan redescubierto en algún punto de sus vidas) necesitan lidiar con muchos de los problemas internos de la mayoría de las personas, más las fricciones propias de quien tiene en sí mismo una dimensión psicológica vertical, además de la horizontalidad propia de todo individuo.</span></div><span style="color: #7f6000; font-family: georgia;"><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Podría denominársele una neurosis cruzada, en la cual aparecen elementos personales no resueltos, mezclados con una fuerte espiritualidad que no logra canalizarse armónicamente.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Así, el terapeuta avanzado deberá trabajar con diferentes aspectos específicos propios de este tipo de circunstancia psicológica: depresiones existenciales, tendencia a confundir las experiencias verdaderamente transpersonales o espirituales con lo imaginario, inclinación a eludir el compromiso con la vida, sentimientos de inferioridad (por la mencionada inadecuación) compensados neuróticamente por sentimientos de superioridad vinculados a su "ser especial", etc.</div><br />En ese sentido, un aspecto vital de quien aspira a desarrollar su identidad esencial es chequear su mundo interno con quienes puedan ser neutrales al respecto, y que tengan conocimientos como para hacerlo, a fin de evitar las confusiones propias de las personas complejas e interiormente ricas.<br /><br /> Los grupos de pertenencia, en ese sentido, pueden ser fundamentales para que la personalidad se reestructure) de un modo sano y armónico. Pero, claro, las personas "raras" en el sentido en que lo venimos describiendo suelen experimentar fuertes dificultades para encontrar seres "de su misma especie". Vayamos a este punto...<br /><br /><br /><div style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEijjKBio5wFPGGzpTLhg4tZPN_RWuWk8wJN67kBsG5FWEOsEbLg6GSUiu8mwaMp6ic5cw8vi-Gk-PgxT5zf5e0ZXQOH-Bn-3n7WBJtlF_yK7-NSXo2_21MD7IJ58c5v1eMtOQwUoRO_Ia3DAMloR8Q5CZmLXvgGHz6Bpq9wkECJf_n7zTZegJxjf9ACww"><img height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEijjKBio5wFPGGzpTLhg4tZPN_RWuWk8wJN67kBsG5FWEOsEbLg6GSUiu8mwaMp6ic5cw8vi-Gk-PgxT5zf5e0ZXQOH-Bn-3n7WBJtlF_yK7-NSXo2_21MD7IJ58c5v1eMtOQwUoRO_Ia3DAMloR8Q5CZmLXvgGHz6Bpq9wkECJf_n7zTZegJxjf9ACww=w400-h300" width="400" /></a></div><br /><br /><b>La necesidad de encuentro</b>: </span></div><div><span style="color: #7f6000; font-family: georgia;"><br /></span></div><div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #7f6000; font-family: georgia;">En el Budismo existe un concepto fundamental que es el de sangha: un grupo de personas comprometidas en su Búsqueda interna, que se vinculan entre sí para apoyarse y ayudarse mutuamente en la investigación de esos reinos. Es como si el básico instinto gregario tuviera una versión sutil, que hace que la persona sensitiva, esencial, tenga imperiosa necesidad de relacionarse con individuos afines. La tendencia masiva de pertenecer a algo más grande que uno, que lo abarque y lo proteja para sobrevivir (resabio atávico de la manada) se sutiliza como una necesidad vital de pertenencia a partir de la comunicación de esencia a esencia.</span></div><span style="color: #7f6000; font-family: georgia;"><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">De hecho, muchas veces cuando ese tipo de comunicación acontece, no siempre está sostenida por una intensa conexión de personalidad a personalidad: puede ser que desconozcamos información básica sobre quién es el otro, cómo vive, a qué se dedica... Sin embargo, su mundo interno, que nos convida al compartir lo que siente, ejerce un efecto de resonancia sobre el nuestro, nos conmociona, y a su vez nos produce la necesidad grata de compartir lo que somos y sentimos. Este circuito resulta sumamente sinérgico , retroalimentándose las personas para generar mayor comprensión de quiénes son y de lo que experimentan.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">Suele suceder también que el encuentro entre individuos con afinidad esencial esté rodeado de un sinnúmero de coincidencias significativas (sincronicidades), que resultan sumamente movilizantes para ambas partes, estimulando el compromiso respecto del trabajo sobre sí mismo que cada persona esté realizando (y a veces también generando confusiones y fantasías por la mala interpretación de esas "señales", no tan sencillas de decodificar).</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Cuando se experimenta este encuentro entre personas internamente afines, lo que sucede es que, según el esquema del inicio, están en el mismo escalón evolutivo, pertenecen al mismo nivel de conciencia (o similar). Lo que se siente al vivenciar este tipo de comunicación es una profunda conmoción, una honda alegría, y una disminución del sentimiento de aislamiento y soledad.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">A veces esa comunicación puede sostenerse en el tiempo, otras veces no. Esto va a depender de diversas variables, pero sobre todo de la sanidad interna de cada miembro del vínculo, que permita no establecer comportamientos neuróticos en la relación, o al menos, si éstos se instalan, advertirlos y trabajarlos individual y conjuntamente.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b>La autenticidad esencial:</b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"> Cuando dos o más personas con intereses internos se encuentran, puede suceder el curioso hecho de que en lugar del usual sentimiento de inadecuación, experimenten, por el contrario, familiaridad, sintiéndose "como en casa": no hay nada que forzar, no hay nada que aparentar, ninguna imagen que vender ni que comprar. A veces se establece una rápida fluidez comunicacional, y hasta una peculiar intimidad que, para quien ha padecido el aislamiento sensitivo, se vuelve algo sumamente valioso: un ámbito donde expresarse tal cual se es, sin impostaciones, y donde conocer a otros que se abren bajo las mismas condiciones.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Nuestros tiempos actuales ofrecen el privilegio de crear entornos para este tipo de encuentros: grupos terapéuticos, espacios de reflexión, seminarios sobre temas que hacen al mundo interno... Si bien no todos estos ámbitos son lo que aspirarían a ser, muchos de ellos se vuelven propicios para el Encuentro (sobre todo si están coordinados por personas sensatas que tengan un verdadero trabajo sobre sí mismas).</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">Otra variable disponible son las actividades que proponen espacios de aprendizaje o de trabajo colectivo a través de internet: los grupos virtuales pueden proporcionar un contexto sumamente válido para el hallazgo recíproco de personas afines, ya sea que se conozcan luego personalmente o no.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">Siendo que las personas con un nivel de conciencia desarrollado no son muchas, el encuentro de dos o más seres evolucionados esencialmente afines es un pequeño milagro que desafía las estadísticas: es difícil, numéricamente improbable, y, sin embargo, posible.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La condición para que pueda llegar a producirse es permanecer en actitud de apertura, trabajando consigo mismo y rastreando aquellos espacios y personas que puedan ayudarnos a comprender que no somos raros, inadecuados, inaceptables. Permitirnos descubrir que hay otros "de nuestra misma especie".</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><i><b>Cada uno de nosotros vino a ejecutar su instrumento en esta Gran Orquesta. Pero nadie vino a ser solista: hay otros que, lo sepamos o no, están tocando nuestra misma partitura. Sólo debemos abrir los sentidos, escucharlos, y caminar en su dirección...</b></i></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><i>Publicado en las revistas "Uno Mismo" de Chile (marzo 2004) y de Argentina (abril 2004). Por Marcos Eduardo Sosa y Virginia Gawel</i></div><div style="text-align: justify;"><br /></div></span></div>Juanihttp://www.blogger.com/profile/11734344407541051757noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5386482882697847477.post-27502957555733729452023-03-28T06:39:00.003-07:002023-03-28T06:43:41.016-07:00Sanando el pasado<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEjsko8AFZB3eIRBQTmacTfpOR6iM8s8SqwRDpJyasvqb3OnJa9aAUwkD-eE96wi0EJTUmjrZVcYKBWL18sOEWfwi74sovJeKNR966MqmyCt43i3p0SvkAXV9C4OsQa2f3pk0UCAOLWHhutBTf6WRqY5idKj6v3NWZ85olKVJgeypNocNGuAInrE5AjtGw" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="177" data-original-width="284" height="249" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEjsko8AFZB3eIRBQTmacTfpOR6iM8s8SqwRDpJyasvqb3OnJa9aAUwkD-eE96wi0EJTUmjrZVcYKBWL18sOEWfwi74sovJeKNR966MqmyCt43i3p0SvkAXV9C4OsQa2f3pk0UCAOLWHhutBTf6WRqY5idKj6v3NWZ85olKVJgeypNocNGuAInrE5AjtGw=w400-h249" width="400" /></a></div><br /><span style="text-align: left;"> </span><span style="background-color: white; color: #b45f06; font-family: Georgia, "Times New Roman", serif; font-size: 15.84px; text-align: justify;">Al observar nuestra vida, podemos ver restos de crisis vitales del pasado sin resolver- Pensamientos y sentimientos acerca de los sucesos que tienden a colorear nuestra percepción y que nos han discapacitado en ciertas áreas de la vida. </span></div><p></p><div style="background-color: white; color: #b45f06; font-family: Georgia, "Times New Roman", serif; font-size: 15.84px; text-align: justify;"><br /></div><div style="background-color: white; color: #b45f06; font-family: Georgia, "Times New Roman", serif; font-size: 15.84px; text-align: justify;">Se puede aplicar la técnica que consiste en situar el suceso en un contexto diferente, (es una de las herramientas mas eficaces para gestionar el pasado) para verlo desde otra perspectiva y considerarlo dentro de otro paradigma, con otra importancia y otro significado. </div><div style="background-color: white; color: #b45f06; font-family: Georgia, "Times New Roman", serif; font-size: 15.84px; text-align: justify;"><br /></div><div style="background-color: white; color: #b45f06; font-family: Georgia, "Times New Roman", serif; font-size: 15.84px; text-align: justify;"><b>Crear un contexto diferente significa darle un significado distinto, asumir otra actitud con respecto a las dificultades o traumas vividos y valoramos el regalo escondido en ellos</b>. El primero en valorar esta técnica en psiquiatría fue Victor Frankl (logoterapia), los acontecimientos traumáticos cambian cuando se les dota de un nuevo sentido… </div><div style="background-color: white; color: #b45f06; font-family: Georgia, "Times New Roman", serif; font-size: 15.84px; text-align: justify;"><br /></div><div style="background-color: white; color: #b45f06; font-family: Georgia, "Times New Roman", serif; font-size: 15.84px; text-align: justify;"><i><b>“Todo se puede tomar de un hombre, menos una cosa: la última de las libertades humanas consiste en elegir la propia actitud ante cualquier conjunto de circunstancias, elegir el propio camino”</b> V. Frankl </i></div><div style="background-color: white; color: #b45f06; font-family: Georgia, "Times New Roman", serif; font-size: 15.84px; text-align: justify;"><br /></div><div style="background-color: white; color: #b45f06; font-family: Georgia, "Times New Roman", serif; font-size: 15.84px; text-align: justify;">Cada experiencia en la vida, sin importar lo “trágica” que sea, contiene una lección oculta. Cuando descubrimos y reconocemos su don escondido, se produce la curación. </div><div style="background-color: white; color: #b45f06; font-family: Georgia, "Times New Roman", serif; font-size: 15.84px; text-align: justify;"><br /></div><div style="background-color: white; color: #b45f06; font-family: Georgia, "Times New Roman", serif; font-size: 15.84px; text-align: justify;">Al mirar hacia atrás, parece en realidad que hay un propósito inconsciente detrás del acontecimiento, como si nuestro inconsciente supiera que se debía aprender algo importante y que por doloroso que fuera, esa era la única forma de hacerlo. </div><div style="background-color: white; color: #b45f06; font-family: Georgia, "Times New Roman", serif; font-size: 15.84px; text-align: justify;"><br /></div><div style="background-color: white; color: #b45f06; font-family: Georgia, "Times New Roman", serif; font-size: 15.84px; text-align: justify;">Este principio forma parte de la psicología de Jung, quien tras toda una vida de estudio, llego a la conclusión de que <b>en el inconsciente existe un impulso innato hacia la plenitud, la integridad y la realización del Ser, y que el inconsciente procura los medios para llevarlo a cabo, aunque resulten traumáticos para la mente consciente. </b></div><div style="background-color: white; color: #b45f06; font-family: Georgia, "Times New Roman", serif; font-size: 15.84px; text-align: justify;"><br /></div><div style="background-color: white; color: #b45f06; font-family: Georgia, "Times New Roman", serif; font-size: 15.84px; text-align: justify;">Uno de los beneficios de las crisis es que a menudo nos lleva a familiarizarnos con nuestra sombra. Al darnos cuenta de que compartimos todo con toda la humanidad, nos hacemos más humanos y completos, todo lo que pensábamos que era culpa del otro está también en nosotros, así que cuando la llevamos a la conciencia, las reconocemos y ya no operan en nosotros de forma inconsciente. </div><div style="background-color: white; color: #b45f06; font-family: Georgia, "Times New Roman", serif; font-size: 15.84px; text-align: justify;"><br /></div><div style="background-color: white; color: #b45f06; font-family: Georgia, "Times New Roman", serif; font-size: 15.84px; text-align: justify;">Cuando la sombra ha sido reconocida, pierde su poder. Lo único que se necesita es reconocer ciertos impulsos, pensamientos y sentimientos prohibidos y así podemos gestionarlos. </div><div style="background-color: white; color: #b45f06; font-family: Georgia, "Times New Roman", serif; font-size: 15.84px; text-align: justify;"><br /></div><div style="background-color: white; color: #b45f06; font-family: Georgia, "Times New Roman", serif; font-size: 15.84px; text-align: justify;">Superar una crisis vital, nos hace más humanos, mas compasivos, aceptamos mejor las cosas, nos volvemos más comprensivos con nosotros mismos y con los demás. Ya no buscamos tener la razón quitándole la razón a los demás, nos da mayor <b>sabiduría.</b> </div><div style="background-color: white; color: #b45f06; font-family: Georgia, "Times New Roman", serif; font-size: 15.84px; text-align: justify;"><br /></div><div style="background-color: white; color: #b45f06; font-family: Georgia, "Times New Roman", serif; font-size: 15.84px; text-align: justify;">El miedo a la vida, es el miedo a las emociones, no a los hechos, sino a lo que nos hacen sentir los acontecimientos (que va en función de nuestra interpretación, nuestra forma de ver la vida, nuestras creencias…). </div><div style="background-color: white; color: #b45f06; font-family: Georgia, "Times New Roman", serif; font-size: 15.84px; text-align: justify;"><br /></div><div style="background-color: white; color: #b45f06; font-family: Georgia, "Times New Roman", serif; font-size: 15.84px; text-align: justify;">Cuando aprendemos a gestionar las emociones/sentimientos, el miedo a la vida disminuye, aumenta la confianza en sí mismo y se está dispuesto a asumir grandes riesgos, porque sentimos que podemos hacernos cargo, responsables de las consecuencias emocionales, el dominio del temor implica desbloquear todas las vías de la experiencia vital que antes habíamos evitado. </div><div style="background-color: white; color: #b45f06; font-family: Georgia, "Times New Roman", serif; font-size: 15.84px; text-align: justify;"><br /></div><div style="background-color: white; color: #b45f06; font-family: Georgia, "Times New Roman", serif; font-size: 15.84px; text-align: justify;"><br /></div><div style="background-color: white; color: #b45f06; font-family: Georgia, "Times New Roman", serif; font-size: 15.84px; text-align: justify;"><br /></div><div style="background-color: white; color: #b45f06; font-family: Georgia, "Times New Roman", serif; font-size: 15.84px; text-align: justify;"><b>Fortalecer las emociones positivas </b></div><div style="background-color: white; color: #b45f06; font-family: Georgia, "Times New Roman", serif; font-size: 15.84px; text-align: justify;"><br /></div><div style="background-color: white; color: #b45f06; font-family: Georgia, "Times New Roman", serif; font-size: 15.84px; text-align: justify;">No solo conviene ir soltando las emociones “negativas”, sino que es importante dejar de resistirse a las “positivas”. </div><div style="background-color: white; color: #b45f06; font-family: Georgia, "Times New Roman", serif; font-size: 15.84px; text-align: justify;"><br /></div><div style="background-color: white; color: #b45f06; font-family: Georgia, "Times New Roman", serif; font-size: 15.84px; text-align: justify;">Un ejercicio muy iluminador consiste en sentarse, observar la sensación opuesta a la emoción negativa que estamos viviendo y dejar de resistirnos a ella. <b>El objetivo es atraer a nosotros la grandeza, el coraje para superar los obstáculos, la voluntad de pasar a nivel más elevado del amor.</b> La aceptación de la humanidad de los demás y la compasión por su sufrimiento al ponernos en su lugar. Al perdonar al otro, nos perdonamos a nosotros mismos, aliviamos la culpa. Nos desprendemos de la negatividad y elegimos amar, somos nosotros los beneficiados- </div><div style="background-color: white; color: #b45f06; font-family: Georgia, "Times New Roman", serif; font-size: 15.84px; text-align: justify;"><br /></div><div style="background-color: white; color: #b45f06; font-family: Georgia, "Times New Roman", serif; font-size: 15.84px; text-align: justify;">Del <b>reconocimiento de quienes somos realmente </b>surge el deseo de buscar lo que nos inspira, cuando el vacío interior, debido a la falta de autoestima, es reemplazado por el <b>verdadero amor a nosotros mismos</b>, ya no tenemos que buscar la felicidad en el mundo, porque su fuente está dentro de nosotros. </div><div style="background-color: white; color: #b45f06; font-family: Georgia, "Times New Roman", serif; font-size: 15.84px; text-align: justify;"><i>(texto inspirado en “dejar ir”)</i></div><div style="background-color: white; color: #b45f06; font-family: Georgia, "Times New Roman", serif; font-size: 15.84px; text-align: justify;"><i><br /></i></div><div style="background-color: white; color: #b45f06; font-family: Georgia, "Times New Roman", serif; font-size: 15.84px; text-align: justify;"><i><br /></i></div><div style="background-color: white; color: #b45f06; font-family: Georgia, "Times New Roman", serif; font-size: 15.84px; text-align: justify;"><i><br /></i></div><div style="background-color: white; color: #b45f06; font-family: Georgia, "Times New Roman", serif; font-size: 15.84px; text-align: center;"><i><b>TE ACOMPAÑO EN EL PROCESO</b></i></div><div style="background-color: white; color: #b45f06; font-family: Georgia, "Times New Roman", serif; font-size: 15.84px; text-align: center;"><i><b><br /></b></i></div><div style="background-color: white; color: #b45f06; font-size: 15.84px; text-align: center;"><i><span style="font-family: helvetica;">CONSULTAS PRESENCIALES - CONSULTAS POR SKYPE</span></i></div><div style="background-color: white; color: #b45f06; font-family: Georgia, "Times New Roman", serif; font-size: 15.84px; text-align: center;"><i><b><br /></b></i></div><div style="background-color: white; color: #b45f06; font-family: Georgia, "Times New Roman", serif; font-size: 15.84px; text-align: justify;"><i><b><br /></b></i></div><div style="background-color: white; color: #b45f06; font-family: Georgia, "Times New Roman", serif; font-size: 15.84px; text-align: justify;"><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: left;"><i><span style="color: #8064a2; font-family: "Bookman Old Style", "serif"; font-size: 12pt;">Juana Ma. Martínez Camacho<b><o:p></o:p></b></span></i></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: left;"><i><span style="color: #8064a2; font-family: "Bookman Old Style", "serif"; font-size: 12pt;"><br /></span></i></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: left;"><i><span style="color: #8064a2; font-family: "Bookman Old Style", "serif"; font-size: 10pt;">Terapeuta Transpersonal<o:p></o:p></span></i></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: left;"><i><span style="color: #8064a2; font-family: "Bookman Old Style", "serif"; font-size: 10pt;">Acompañante en Bioneuroemoción</span></i></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: left;"><i><span style="color: #8064a2; font-family: "Bookman Old Style", "serif"; font-size: 10pt;">Facilitadora Internacional CMR (Liberación de la Memoria Celular) </span></i></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: left;"><i><span style="color: #8064a2; font-family: "Bookman Old Style", "serif"; font-size: 10pt;">Anatheóresis (Psicoterapia Regresiva Perceptiva)</span></i></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: left;"><i><span style="color: #8064a2; font-family: "Bookman Old Style", "serif"; font-size: 10pt;">Formación Internacional en Psiconeuroinmunoendocrinología</span></i></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: left;"><i><span style="color: #8064a2; font-family: "Bookman Old Style", "serif"; font-size: 10pt;"> (IPPNIM)</span></i><i><span style="color: #8064a2; font-family: "Bookman Old Style", "serif"; font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></i></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: left;"><i><span style="color: #8064a2; font-family: "Bookman Old Style", "serif"; font-size: 10pt;"><br /></span></i></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: left;"><br /></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center;"><span style="color: #8064a2; font-family: "Bookman Old Style", "serif";"> </span><a href="http://www.centroelim.org/" style="color: #cba216; text-decoration-line: none;"><i><span style="color: #8064a2; font-family: "Bookman Old Style", "serif"; font-size: 12pt;">www.centroelim.org</span></i></a><span style="color: #8064a2; font-family: "Bookman Old Style", "serif"; font-size: 12pt;"> </span><span style="color: #8064a2; font-family: "Bookman Old Style", "serif";"> Telf. 653-936-074</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: left;"><span style="color: #8064a2; font-family: "Bookman Old Style", "serif";"><br /></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: right;"><span style="color: #8064a2; font-family: "Bookman Old Style", "serif";"><b><br /></b></span></div></div>Juanihttp://www.blogger.com/profile/11734344407541051757noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5386482882697847477.post-20589153258070633722023-03-23T15:39:00.005-07:002023-03-23T15:39:52.500-07:00¿De qué manera podemos permanecer presentes con nuestra experiencia? <p></p><div style="text-align: center;"> <a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEiTsRMTx82tI1JW4-N9QkhUqQyJHo_FUuUdDLJPsOTH4P3cGf2NLg8R2yNMp-_y923YDj_xADnYllROuTM9DZYdpLC4QfgxUNCrwEXvi1tylWKf_3YMT4t35u5CRr5-U1xnasTfE4nUjrwtwul_Fbo4-cpp6x19nyJsR2i_ZGXidDJqpz7XpauFocVc7A" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="669" data-original-width="669" height="265" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEiTsRMTx82tI1JW4-N9QkhUqQyJHo_FUuUdDLJPsOTH4P3cGf2NLg8R2yNMp-_y923YDj_xADnYllROuTM9DZYdpLC4QfgxUNCrwEXvi1tylWKf_3YMT4t35u5CRr5-U1xnasTfE4nUjrwtwul_Fbo4-cpp6x19nyJsR2i_ZGXidDJqpz7XpauFocVc7A=w363-h265" width="363" /></a></div><p></p><span style="color: #783f04; font-family: georgia;"><div style="text-align: justify;">Aunque habitualmente no nos demos cuenta de ello, la presencia más profunda se halla presente siempre en el fondo de nuestro ser. Lo que normalmente advertimos son las islas que hay en la corriente de la conciencia, nuestros pensamientos, los lugares en los que va aterrizando nuestra mente.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Sólo nos damos cuenta de los lugares en los que nuestra mente aterriza y no advertimos el espacio que conduce de uno a otro que, dicho sea de paso, nuestra mente atraviesa volando como si fuera un pájaro. Aunque siempre esté presente, no solemos percibir el espacio que existe entre un pensamiento y otro. Tal vez, si hablo muy despacio, usted... puede... comenzar... a... darse... cuenta... del... espacio... existente... entre... las... palabras. ¿Qué es lo que ocurre en esos huecos?</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Normalmente no nos damos cuenta de ellos porque estamos demasiado ocupados relacionando nuestro pensamiento con nuestra identidad egoica. Y es que el ego se asusta ante esos huecos, porque representan una pérdida de control. Pero lo cierto es que esos huecos representan los puntos de la entrada en la conciencia serena y no conceptual que siempre está presente.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Cuando nos asentamos en ella, se convierte en la presencia incondicional que consiste simplemente en permanecer abierto y desinteresado a todo lo que es sin tener que cumplir ninguna agenda.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Así pues, cuando nos relacionamos con nuestra experiencia de un modo amable, no reactivo y permisivo, nos abrimos al abrazo de nuestra naturaleza incondicionada superior. Y es precisamente ahí donde se pone de manifiesto nuestra salud básica, como un loto que emerge del estiércol de la neurosis y de la confusión donde realmente puede tener lugar la curación de nuestro yo condicionado.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">De hecho, es imposible fabricar la presencia incondicional porque siempre está ahí, como el sol, detrás de las nubes de nuestra mente ocupada. Éste es, precisamente, el gran descubrimiento realizado hace ya miles de años por las grandes tradiciones meditativas.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La conciencia pura es el conocimiento directo, no creado, claro y fluido como el agua. Aunque nadamos en el océano de la conciencia pura, nuestra mente está continuamente ocupada saltando de isla en isla, de pensamiento en pensamiento, sin descansar nunca en su fundamento.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Sin importar cuan ocupada se halle nuestra mente, nuestra conciencia incondicionada siempre opera silenciosamente en el trasfondo. Esto es algo a lo que todo el mundo tiene acceso, es nuestra realidad más íntima, tan próxima que resulta lo más difícil de ver.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Cuando nos abrimos a la presencia superior, nuestra personalidad condicionada trata de escapar o de aferrarse a ella y situarla en sus casilleros favoritos. Aunque, por ejemplo, podamos abrimos de un modo nuevo a alguien a quien amemos, esto también puede dar miedo, de modo que nos cerramos rápidamente.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En un determinado momento podemos estar escuchando muy atentamente una pieza musical y al instante siguiente ya nos hemos distraído o tratamos de capturar ese momento, que es otro modo de cerrarnos a la presencia.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Tampoco se trata de que no nos cerremos, ya que todo lo que podemos hacer es darnos cuenta, una y otra vez del modo como nos afecta.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El único modo de despertar de nuestra distracción consiste en cobrar conciencia de nuestra falta de conciencia y permanecer presentes con nuestra falta de presencia.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><i>J. Wellwod</i></div><div style="text-align: justify;"><i><br /></i></div><div style="text-align: justify;"><i><br /></i></div></span><div style="text-align: justify;"><br /></div> Juanihttp://www.blogger.com/profile/11734344407541051757noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5386482882697847477.post-64935011852932273342023-03-15T06:03:00.004-07:002023-03-15T06:03:21.910-07:00La Paciencia<div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEir-BHSkrqmK-2zY2B46HOdy6Ye4FKHek9RkdwVAeQkZb9gR_UrBeQrgCNkTfDscTcdv6b7wCGjP5NJ_A1HS0icywxxTCDF9h4uyQ3lLEgeXyxcPe7hv7xCpXdc7mZbHRb_nMEDmDZCNIf1-v_xYArRSEZinlLk1geToB613KeIwYM2I3dweG8bBvAwZA" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="408" data-original-width="640" height="255" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEir-BHSkrqmK-2zY2B46HOdy6Ye4FKHek9RkdwVAeQkZb9gR_UrBeQrgCNkTfDscTcdv6b7wCGjP5NJ_A1HS0icywxxTCDF9h4uyQ3lLEgeXyxcPe7hv7xCpXdc7mZbHRb_nMEDmDZCNIf1-v_xYArRSEZinlLk1geToB613KeIwYM2I3dweG8bBvAwZA=w400-h255" width="400" /></a></div><br /><br /></span></div><div style="text-align: center;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;"><i>¿Tienes la paciencia de esperar</i></span></div><div style="text-align: center;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;"><i><br /></i></span></div><div style="text-align: center;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;"><i>A que todo se asiente y el agua se aclare?</i></span></div><div style="text-align: center;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;"><i><br /></i></span></div><div style="text-align: center;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;"><i>¿Eres capaz de permanecer inmóvil</i></span></div><div style="text-align: center;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;"><i><br /></i></span></div><div style="text-align: center;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;"><i>Hasta que la acción correcta surja por sí sola?</i></span></div><div style="text-align: center;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;"><i><br /></i></span></div><div style="text-align: center;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;"><i>Lao Tse</i></span></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;">La paciencia es una actitud que podemos cultivar. Cuando no estamos intentando llegar a ningún otro lugar, cuando vivimos en el ahora, la paciencia surge por sí sola.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;">Hemos olvidado cómo esperar. Nuestro mayor tesoro, es ser capaces de esperar el momento apropiado. Si observamos, toda la existencia espera el momento oportuno. Los árboles saben cuándo ha llegado el momento de florecer y cuándo es la época de dejar caer sus hojas y permanecer desnudos frente al firmamento, y son hermosos en esta desnudez, esperando el nuevo follaje, con la confianza en que lo viejo se ha marchado para dar paso a lo nuevo, el crecimiento de las nuevas hojas. En la primavera las semillas despiertan, la hierba comienza a crecer por sí misma, las flores se despliegan en todo su esplendor.…</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;"><br /></span></div> <div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;">Los humanos, nos olvidamos cómo esperar…lo queremos todo de prisa.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;"><br /></span></div> <div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;">Paciencia es recordarnos que las cosas se despliegan a su propio ritmo.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;">No podemos acelerar el paso del día a la noche, ni el cambio de una estación a otra…… El vivir apurados, con prisa, no sólo no nos beneficia, sino que va instalando el estrés en nuestra vida, el sufrimiento en nosotros y en las personas que nos rodean.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;"><br /></span></div> <div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;">Con la mente agitada por pensamientos, estresada por llegar… nos perdemos el valioso momento presente, convirtiéndolo en un medio para un fin, olvidándonos de vivir; ante esta situación, surge la alternativa de cultivar la paciencia.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;"><br /></span></div> <div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;"><b>Observemos: ¿qué hay debajo de la impaciencia?</b></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;">En mayor o en menor grado, encontramos enfado, resistencia a que las cosas sean como son, la necesidad imperiosa de encontrar culpables por lo que acontece, a veces son los otros, otras veces, nos culpamos a nosotros mismos.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;"><br /></span></div> <div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;">El actuar con paciencia, no significa que cuando es necesario ir un poco más de prisa, en ocasiones puntuales, no podamos hacerlo, pero con paciencia, presentes, moviéndonos con rapidez pero atentos, dándonos cuenta que hemos elegido hacerlo de esta manera, que no es un automatismo, una costumbre de ir de prisa, a veces sin motivos aparentes.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;"><br /></span></div> <div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;">Es importante recordar que nada está separado ni aislado, que los acontecimientos ocurren por algo y una cosa está encadenada con otra, así que no se trata de ir por la vida buscando culpables, no es útil ni saludable.</span></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;">Para cultivar la Paciencia, es muy importante aprender a ser compasivos con nosotros mismos y con el otro, sabiendo que cada quien actúa como puede según sus condicionamientos, con sus heridas internas, muchas veces inconscientes.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;"><br /></span></div> <div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;">El cultivar la compasión, por comprensión, nos permite estar en paz y permanecer pacientes ante una provocación o un sufrimiento intenso. El ser compasivo, es toda una educación, donde utilizamos esa energía del enfado para transmutarla en paciencia, compasión y armonía, nada fácil al principio; esto no significa que si es necesario enfadarse, porque nuestro discernimiento en ese momento así nos lo indica, no podamos hacerlo, pero luego, conviene mirar el enfado, entenderlo, quien sabe las múltiples razones ocultas o no que hay tras esa situación… todo nos sirve para crecer, después de todo se trata de comprender nuestro ego, sanarlo y trascenderlo, no dejándonos arrasar por sus impulsos y preferencias.</span></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;">La cualidad de la paciencia, la podemos cultivar por medio de la meditación. Cada vez que meditamos, que nos tornamos conscientes del flujo de la respiración entrando y saliendo de nuestro cuerpo, cultivamos la paciencia, entramos en un estado de armonía interna. También durante las asanas del yoga, cada vez que permanecemos unos minutos en cada postura, respirando y observando las sensaciones corporales, sintiendo el cuerpo estirándose, observando el devenir de los pensamientos sin involucrarnos, estamos cultivando la paciencia. Podemos practicar esta cualidad en la vida diaria, ante cualquier situación que nos resulte estresante, respirar conscientemente para aquietarnos y aprender a despertar al “observador”, al testigo, tomando distancia interna de la situación para poder verla con más objetividad, aceptando las cosas como son.</span></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;">Aun en los momentos dolorosos de nuestra vida, intentemos no dejarnos llevar por la ansiedad de que las cosas sean de otra manera a como son, intentemos buscar esta cualidad de la paciencia, aceptando los hechos, en definitiva, todo pasa, todo cambia, todo tiene un ritmo, nada permanece estable, en el nivel del ego.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;">A veces es necesario actuar, moverse, empujar, pero otras solo cabe esperar, aportar equilibrio al momento presente, al ahora, comprendiendo la sabiduría que se esconde en la paciencia, las cosas se desplegarán de acuerdo a este estado de paciencia alcanzado ahora.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;">Namasté</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;">Juani</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;"><br /></span></div>Juanihttp://www.blogger.com/profile/11734344407541051757noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5386482882697847477.post-74043546610662483092023-02-18T03:16:00.002-08:002023-02-18T03:19:56.077-08:00El poder curativo de la presencia incondicional<div style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEiU2LildBf-Nhyo9ix-sZqdvsrl9CZ57ZQe81FG7uwesx1-wwNYmKL6u41R02dtnAFRcUlwLh_f25j2oU9BwohOf6xfaqzdN95KatIYsZYwUA91M8AK8zhATmb6ivTNsT3idNfQWUExKRifV_sY6ve2fyy5s3y-BHpVzyrQZWgG58OKlA77dL0cyzMwoA" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="458" data-original-width="688" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEiU2LildBf-Nhyo9ix-sZqdvsrl9CZ57ZQe81FG7uwesx1-wwNYmKL6u41R02dtnAFRcUlwLh_f25j2oU9BwohOf6xfaqzdN95KatIYsZYwUA91M8AK8zhATmb6ivTNsT3idNfQWUExKRifV_sY6ve2fyy5s3y-BHpVzyrQZWgG58OKlA77dL0cyzMwoA=w400-h266" width="400" /></a></div><br /><i style="color: #783f04; font-family: georgia;">"Ábrase a todas las emociones, personas y situaciones con las que se encuentre. Entonces experimentará por sí mismo las enseñanzas que nadie podrá enseñarle nunca." </i></div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;"><i>Pema Chodron</i></div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;"><i><br /></i></div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;"><b>¿Cuál es la esencia de la curación psicológica, el elemento que nos permite trascender las viejas pautas autodestructivas y orientamos en una nueva dirección?</b></div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;">Para responder a esta pregunta deberemos comprender antes el malestar y el sufrimiento básico que se halla en la raíz de todos los problemas psicológicos, la incesante lucha que continuamente mantenemos con nuestra experiencia y las dificultades que tenemos para permitirle ser tal cual es.</div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: center;"><i>¿Por qué nos incomodamos tanto con nuestra experiencia?</i></div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: center;"><i><br /></i></div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: center;"><i>¿Por qué nos resulta tan difícil admitir que nuestra experiencia sea tal cual es?</i></div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: center;"><i><br /></i></div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: center;"><i>¿De dónde proviene la inquietud que nos generan nuestros sentimientos y estados mentales?</i></div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: center;"><br /></div> <div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;"><b>El Malestar Básico</b></div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;">Continuamente estamos juzgando, rechazando y eludiendo aquellos aspectos de nuestra experiencia que más incomodidad, sufrimiento y ansiedad nos provocan, embarcándonos en una lucha interna que nos escinde interiormente y nos aleja de la totalidad. Esto es algo que aprendimos en nuestra más temprana infancia, cuando nuestro sistema nervioso se veía desbordado por sentimientos que no podíamos gestionar... y mucho menos todavía comprender.</div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;">Así fue como aprendimos a cerrarnos y a contraer nuestro cuerpo y nuestra mente fundiendo, por así decir, los fusibles para que nuestros circuitos internos no sufrieran un mayor daño cada vez que nos veíamos desbordados por experiencias demasiado intensas y los adultos de nuestro entorno no supieron ayudarnos. Así fue como aprendimos a protegernos... y a separamos, simultáneamente, de nuestro enojo, de nuestra necesidad de afecto, de nuestra ternura, de nuestros deseos y de nuestra sexualidad. Y así fue también como aprendimos a emitir todo tipo de juicios negativos sobre las facetas que más sufrimiento nos causaban y, al mismo tiempo, a retirar nuestra conciencia de ellos.</div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;">Por ejemplo, cuando, nuestra necesidad de amor se veía frustrada era demasiado doloroso experimentar esa necesidad. Así fue como aprendimos a cerrar nuestra conciencia para alejarnos de esa necesidad y del sufrimiento asociado que le acompañaba. Es por ello, que seguimos contrayéndonos cada vez que nos sentimos desbordados por la necesidad de amor y somos incapaces de funcionar en aquellas regiones de nuestra vida que evocan sentimientos que nunca hemos aprendido a aceptar. Y esta huida del sufrimiento primordial origina un nivel secundario de sufrimiento que restringe nuestra conciencia y nos sume en la contracción.</div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;"><br /></div> <div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;"><b>Crear una identidad basada en la contracción</b></div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;">Llega un momento en el que todas estas contracciones se articulan en un estilo global de evitación y rechazo que nos lleva a desarrollar una identidad o una visión de nosotros mismos basada en el rechazo de los aspectos dolorosos de nuestra experiencia. Si, por ejemplo, no podemos hacer frente al enfado, tratamos de convertirnos en «una buena persona», pero esa identidad siempre es parcial y limitada, y jamás recoge la totalidad de nuestra experiencia, la totalidad de lo que somos.</div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;">Se trata de una identidad basada en la identificación con los aspectos de nuestra experiencia que más nos gustan y en el rechazo de aquellos otros que nos desagradan. Y, puesto que se trata de una identidad ajena a lo que realmente somos, requiere un continuo esfuerzo para protegerla de los ataques de una realidad que amenaza con socavarla.</div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;">Es como si continuamente nos viéramos obligados a apuntalar un frágil dique para no vemos desbordados por las olas del océano que, siguiendo con esta metáfora, es como el océano, siempre dispuesto a romper nuestra visión limitada de nosotros mismos que obstaculiza su libertad de movimientos. Y esta necesidad incesante de controlar la experiencia para alejamos de todo aquello que ponga en peligro nuestra identidad, genera un tercer nivel de sufrimiento, un estado continuo de tensión y ansiedad.</div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;">Así pues, el sufrimiento psicológico está fundamentalmente compuesto de tres estratos diferentes:</div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;"><br /></div><div style="font-family: georgia; text-align: justify;"><span style="color: #e06666;">-<i> el sufrimiento básico de los sentimientos que amenazan con desbordarnos;</i></span></div><div style="font-family: georgia; text-align: justify;"><i><span style="color: #e06666;"><br /></span></i></div><div style="font-family: georgia; text-align: justify;"><i><span style="color: #e06666;">- la contracción corporal y mental para evitar sentir ese dolor,</span></i></div><div style="font-family: georgia; text-align: justify;"><i><span style="color: #e06666;"><br /></span></i></div><div style="font-family: georgia; text-align: justify;"><i><span style="color: #e06666;">- y el esfuerzo continuo por mantener y proteger una identidad basada en la evitación y el rechazo.</span></i></div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;">Una de las formas en que tratamos de mantener nuestra identidad consiste en el desarrollo de un complejo conjunto de racionalizaciones -narraciones sobre lo que somos y sobre lo que es la realidad que nos sirve para justificar la evitación y el rechazo. Estas narraciones –que no tiene por qué ser conscientes y que a menudo son como los sueños, y están compuestas de imágenes y expectativas subconscientes son interpretaciones mentales de nuestra experiencia, un modo de organizar nuestras creencias en una visión global de la realidad.</div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;">Por ejemplo, a este propósito recuerdo el caso de una mujer cuyo padre había permanecido muy distante durante su infancia, que tenía dificultades para reconocer su necesidad de contacto emocional y que justificaba su rechazo de esta necesidad con la siguiente historia: «los hombres no están emocionalmente disponibles y. puesto que una nunca puede confiar en ellos, sería estúpido que me permitiera necesitar a un hombre». Era precisamente por esto por lo que, cuando mantenía una relación, se contraía como para mantenerse alejada de su propia necesidad y no hallarse nunca en una posición vulnerable.</div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;">Pero, como resultado de todo ello, los hombres acababan abandonándola porque no podían establecer un contacto real con ella, lo cual no hacía sino reforzar su guión vital de que «con los hombres no se puede contar». Y es que las historias acaban convirtiéndose en una suerte de “profecías autocumplidas”.</div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;">Una historia crea una realidad que, a su vez, refuerza la historia, ocasionando así un círculo vicioso que nos encierra cada vez más en un falso yo y en una visión distorsionada de la realidad.</div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;"><i>¿Por qué malgastamos tanta energía en mantener un falso yo que nos aleja de la totalidad de nuestro ser?</i></div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;">A pesar del sufrimiento que ocasiona, la imagen que tenemos de nosotros mismos se mantiene porque al menos, nos proporciona una sensación de que «yo soy esto». Es cierto que este ego falso genera una tensión y una escisión interna, pero también lo que es, al menos, nos proporciona una cierta ilusión de estabilidad y permanencia en medio de la incertidumbre y del flujo de la existencia. Y, aun en el caso de que su historia sea «yo no soy nada, ni nadie» eso, al menos, es algo y, en consecuencia, nos proporciona una cierta seguridad.</div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgs2FTmJ7whx81J6pGElU7Gc3R9E79Gqy8v0mFRTQk5-XZrgtXfje47OLKaD4qp1I3Rvefq0EezldCX4KTns69MtFDCVVbd5-kxfA8RdU9vYOtx96WG03i_3dDickpAV2V40oFXMMZ5hqeMdtpRUE9FgO-z-_BDPTKPplAoIXJ8fqVy915IiC0_Ntapbg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="450" data-original-width="600" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgs2FTmJ7whx81J6pGElU7Gc3R9E79Gqy8v0mFRTQk5-XZrgtXfje47OLKaD4qp1I3Rvefq0EezldCX4KTns69MtFDCVVbd5-kxfA8RdU9vYOtx96WG03i_3dDickpAV2V40oFXMMZ5hqeMdtpRUE9FgO-z-_BDPTKPplAoIXJ8fqVy915IiC0_Ntapbg=w387-h240" width="387" /></a></div><br /><br /><b>La presencia incondicional y la curación</b></div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;">Si pudiéramos identificamos completamente con el falso yo, no nos causaría tanto sufrimiento, porque simplemente sería lo que somos. El sufrimiento se deriva de un estrato internamente más profundo que se siente limitado por esta identidad y sufre cuando no estamos completamente vivos.</div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;">Esa inteligencia más profunda que se oculta en nuestro interior sufre cuando se siente atrapada en una intrincada red de historias, creencias, guiones y conductas que la mantiene alejada de su naturaleza esencial. Y es que, cuando no realizamos todas nuestras posibilidades expansivas, nos vemos abocados al sufrimiento.</div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;">El primero y más difícil de los pasos del proceso de curación consiste en darse cuenta de la desconexión de nuestro ser más profundo y del sufrimiento que de ello se deriva. En ese mismo dolor se asienta nuestra curación. Es por esto por lo que, cuando nos alejamos de él, no hacemos más que agregar un nuevo eslabón a la cadena de la contracción y el rechazo en los que se asienta nuestro malestar.</div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;">En cambio, cuando nos abrimos a esta herida volvemos a establecer contacto con aquellos aspectos de nuestra experiencia de los que nos habíamos alejado. Por tanto, el primer paso de la curación consiste en reconocer nuestro malestar.</div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;">Obviamente, no resulta tan sencillo admitir nuestro dolor y nuestra desconexión de nosotros mismos ya que, apenas empezamos a mirarla, aparece una historia, una creencia, un pensamiento o una fantasía que cumple con una función distractiva. En cuanto nos preguntamos «¿qué es esto?» o «¿por qué me siento tan mal?», nuestra mente se pone inmediatamente en marcha y dice: «Ah, ya sé. Esto es x o esto es y. Estoy identificado con mi madre. Éste es mi complejo de inferioridad. No es nada importante, nada que merezca mi atención. Todo el mundo tiene problemas».</div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;">Sin embargo, todas esas historias, constituyen un obstáculo para la curación, porque nos mantienen atrapados en la contracción y el rechazo y lejos, en consecuencia, de nuestra propia experiencia. Éste es el motivo por el cual es importante que los psicoterapeutas ayuden a sus clientes a discriminar claramente entre sus historias y su experiencia vivida. </div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;">Cuando, por ejemplo, le pregunto a un cliente cómo se siente y él me responde: «Me siento estúpido», yo me veo obligado a apostillar: «Ése no es un sentimiento”.</div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;">Usted no se siente estúpido. Ésa no es más que una historia que usted se cuenta sobre sí mismo. ¿Qué es realmente lo que siente?» </div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;">Tal vez entonces responda: «Bueno, la verdad es que cuando trato de hablar con mi mente, me siento inseguro y asustado». Ése sí que es un sentimiento. </div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;">Es evidente que, para ello, los terapeutas y los sanadores tendrán que saber distinguir muy claramente entre sus propias historias de lo que está ocurriendo y las historias de sus clientes. Y ese no es nada sencillo porque a los terapeutas les gusta pensar que saben lo que les ocurre a sus clientes; a fin de cuentas, ellos son profesionales que se han entrenado durante muchos años y conocen bien el funcionamiento del psiquismo.</div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;">Pero hay que decir que, en el trabajo terapéutico, el conocimiento no es un agente curativo porque, aunque pueda ser una ayuda muy valiosa, el cliente puede experimentarlo como otra forma de rechazo.</div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;">El único modo de alentar la curación consiste en acabar con el rechazo mismo que origina el malestar.</div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;">No debemos olvidar que el malestar psicológico se deriva de una visión fija y limitada de nuestra experiencia y que, en consecuencia, el simple hecho de asumir un punto de vista diferente, no alienta la verdadera curación. </div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;">Tal vez se trate de un punto de vista más adecuado, de un buen punto de vista, de un punto de vista maravilloso o del mejor de los puntos de vista pero, si sólo es otro conjunto de creencias y de actitudes, jamás será curativo, porque no dejará de ser otro marco de referencia que no puede dar cuenta de todas las dimensiones de la experiencia, otras gafas a las que, más pronto o más tarde, tendremos que renunciar.</div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;">En lugar de elaborar compartimentos más grandes o más elegantes, necesitamos desarrollar el único antídoto posible para todas nuestras visiones limitadas de la realidad, permanecer presentes con nuestra experiencia tal cual es. Ésta es la presencia incondicional a la que algunos denominan mente del principiante. </div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;">Como dijo Suzuki Roshi: <i>«En la mente del principiante existen muchas posibilidades, en la del experto solo hay unas pocas».</i></div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;">Todos nosotros somos expertos en nosotros mismos y, en ese sentido, hemos perdido la capacidad de estar presentes con nuestra experiencia de un modo fresco y abierto. Aunque los terapeutas piensen a menudo en sí mismos como expertos en el conocimiento del ser humano, la verdad es que no existe ningún experto en el dominio de la experiencia humana. Y esto es así porque la naturaleza de la experiencia humana es ilimitada y abierta.</div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;">Si usted es un experto, su pericia se basa en lo que sabe y lo que usted sabe no deja de ser un conjunto de cajas, una colección de conceptos, recuerdos, creencias e ideas sobre la realidad, pero no la realidad misma.</div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;">La mente de principiante supone estar dispuesto a afrontar de un modo nuevo cualquier cosa que aparezca, sin mantener ninguna idea fija sobre lo que ello significa o sobre el modo como debe desplegarse, un estado de apertura que trasciende todos los prejuicios y creencias, y nos permite ver las cosas de un modo nuevo y descubrir nuevas posibilidades. Y aunque se trate de lo más sencillo del mundo también es, simultáneamente, lo más complicado.</div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;">Si yo le preguntara: «¿Cómo se siente ahora mismo?, ¿qué está pasando en usted?» y usted mira en su interior, lo más honesto sería responder: «No lo sé». Porque si, en ese momento, usted ya sabe lo que está ocurriendo, probablemente no sea más que un pensamiento, su mente aferrándose a una de las islas conocidas del gran océano de lo desconocido.</div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;">En lugar de ello, pues, renuncie a toda respuesta y siga sencillamente preguntándose. Si observa en su interior descubrirá que no hay nada a lo que pueda aferrarse, nada que pueda acomodarse fácilmente a cualquier respuesta concebida de antemano. De hecho, nuestra experiencia presente es mucho más amplia y rica que cualquier cosa que podamos saber o decir en un determinado momento.</div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;">Para conectar con el poder curativo de nuestro interior es preciso que nos permitamos no saber y que establezcamos contacto con la textura fresca y viva de nuestra experiencia, más allá de todo pensamiento familiar.</div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;">Cuando realmente expresamos lo que estamos sintiendo, nuestras palabras se llenan de un poder verdadero. Como sucede con cualquier otro encuentro íntimo entre dos seres humanos, el diálogo terapéutico está lleno de misterio y de sorpresas.</div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;">Es por esto por lo que los grandes terapeutas están más interesados en lo que ignoran de sus clientes que en lo que saben. Cuando el terapeuta opera desde el conocimiento es más probable que caiga en la manipulación, mientras que, cuando lo hace desde el no conocimiento, es más probable que lo haga desde la presencia auténtica.</div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;"><br /></div><div style="font-family: georgia; text-align: center;"><span style="color: #e06666;"><i>Cuando nos permitimos no saber lo que tenemos que hacer, a continuación abrimos las puertas a una cualidad de atención más serena y más profunda.</i></span></div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: center;"><br /></div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;"><i>John Welwood</i></div><div style="color: #783f04; text-align: justify;"><span style="font-family: times;"><i>(Psicólogo y Psicoterapeuta, Figura destacada de la Psicología Transpersonal, fue pionero en la integración de la Psicología Occidental y la Sabiduría Oriental)</i></span></div><div style="color: #783f04; text-align: justify;"><span style="font-family: times;"><i><br /></i></span></div><div style="color: #783f04; text-align: justify;"><span style="font-family: times;"><i><br /></i></span></div><div style="text-align: justify;"><br /></div>Juanihttp://www.blogger.com/profile/11734344407541051757noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5386482882697847477.post-56810315841472620682023-02-18T02:03:00.000-08:002023-02-18T02:03:07.753-08:00Psicoterapia espiritual<p style="text-align: center;"> <a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEjvKUxab5vzk_KMOh0CmJ97-uo3A14z-U-fB4fzKmDAguLkQ6FoI1TVp-gxfL0gpkkqe1KiUuShneKCueF31exd4_9fjkGvPwDjJRXqkPJabZZd5Ty9P-vdPmJIVQsuECuCaO7_siGuH37TwFPDbPqbVLQRu24qI9LxnlpoJScLjoR3M7ckrT1IMpEF2g" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em; text-align: center;"><img alt="" data-original-height="444" data-original-width="592" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEjvKUxab5vzk_KMOh0CmJ97-uo3A14z-U-fB4fzKmDAguLkQ6FoI1TVp-gxfL0gpkkqe1KiUuShneKCueF31exd4_9fjkGvPwDjJRXqkPJabZZd5Ty9P-vdPmJIVQsuECuCaO7_siGuH37TwFPDbPqbVLQRu24qI9LxnlpoJScLjoR3M7ckrT1IMpEF2g=w320-h240" width="320" /></a></p><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;"><span style="color: #783f04;">La psicoterapia convencional actúa dentro del modelo médico de la enfermedad y de la curación, y se orienta fundamentalmente al alivio de los síntomas y la resolución de problemas, la Psicoterapia espiritual, pretende situar adecuadamente el trabajo psicológico dentro de un contexto espiritual.</span></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;">Obviamente, la terapia convencional tiene su importancia y no hay nada malo en el alivio de los síntomas, especialmente cuando eso es todo lo que las personas y las compañías de seguros están dispuestas a pagar. Sin embargo, desde la perspectiva espiritual la mera eliminación de los síntomas, es un objetivo sumamente limitado, en el sentido de que nos impide estar completamente presentes a lo que ocurre en este mismo instante. Y es que, cuando el trabajo sobre uno mismo se centra en la eliminación de un determinado problema, o cuando nos esforzamos en ser diferentes a lo que somos, nos alejamos de la inmediatez del Ser, el único agente verdadero de la curación y de la transformación.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;">Si no estamos plenamente donde estamos, resulta imposible acceder a la fuente más profunda de nuestro Ser, el único lugar en donde puede tener lugar la auténtica curación.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;">La mentalidad fija, que sólo apunta a corregir los problemas, sólo funciona en el nivel más exterior Y burdo de las cosas. Así aunque ésa sea la mejor actitud para eliminar la capa de cal que recubre una tubería de nuestro fregadero o del sistema de refrigeración de nuestro automóvil, resulta completamente inadecuada para abordar un problema interno porque, de ese modo, sólo lograremos intensificar los problemas. Y ello es así porque, en tal caso, la parte de nosotros que tratamos de corregir se siente inaceptada o rechazada y, en consecuencia, las cosas se complican todavía más. Pero más importante todavía, es que la fuente de todo cambio reside en el flujo de nuestro Ser, un flujo que se ve obstaculizado por cualquier tipo de forzamiento.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;">Cuando, por ejemplo, estemos trabajando con el miedo, no deberíamos preguntarnos tanto: «¿cómo puedo superar este miedo?»,</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;">«¿cómo puedo tranquilizarme? « o</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;">«¿de qué modo podría evitar las situaciones que provocan este miedo?»</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;">sino «¿cómo podría abrirme a este sentimiento?»,</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;">«¿cómo puedo descubrir de dónde viene?» o</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;">«¿cómo podría aprender a permanecer completamente presente con la dimensión corporal de esa experiencia y saber así realmente lo que está ocurriendo?».</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;">Obviamente, la intención o el deseo de superar el miedo son muy adecuados, siempre y cuando no se trate de alguna forma sutil de rechazo. Y es que la actitud de alejamos de algún aspecto de nuestra experiencia, no hace sino llenar nuestro psiquismo de agujeros negros emocionales.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;">La auténtica curación sólo tiene lugar cuando aprendemos a estar presentes en aquellos lugares de los que antes hemos estado ausentes.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;">El factor curativo más importante del trabajo psicológico en un contexto espiritual reside en el poder de la presencia incondicional, lo cual supone aprender a reconocer, permitir, abrimos e indagar en nuestra experiencia tal cual es, sin tratar de alejarnos ni un ápice de ella.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;">Se trata de un método que requiere tanto de la presencia del cliente como de la del terapeuta y, en consecuencia, también lo denomino counseling centrado en la presencia.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;">Es lamentable que el sistema educativo occidental, no suela contribuir al desarrollo de la capacidad de estar presente. De hecho, bien podríamos decir que nuestra educación apunta precisamente en la dirección contraria.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;">La práctica de la meditación enseña a permanecer presentes en medio de todos los altibajos de la mente y, en este sentido, ha demostrado ser fundamental para el aprendizaje de la terapia y, más allá de todo eso, para ser un buen oyente, un estudiante receptivo, un buen amigo, un amante sensible y un maestro amable. Y es que, aunque la meditación implique una desconexión provisional del mundo y de sus distracciones, no tiene nada que ver con el retiro del mundo.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;">Al ayudarnos a descubrir una cualidad de presencia y de conciencia mucho más estable y discriminativa que el habitual torbellino en que se hallan sumidas nuestra mente y nuestra emoción, y ayudarnos a experimentarnos a nosotros mismos y a los demás más directamente, la meditación reporta considerables beneficios sociales. Entonces podemos ver a las personas más claramente, entendemos mucho mejor lo que sienten y tenemos la posibilidad de responderles de un modo mucho más empático.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><i style="color: #783f04; font-family: georgia;">John Welwood</i></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04; font-family: georgia;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04;"><i><span style="font-family: times;">(Psicólogo y Psicoterapeuta, Figura destacada de la Psicología Transpersonal, fue pionero en la integración de la Psicología Occidental y la Sabiduría Oriental)</span></i></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04;"><i><span style="font-family: times;"><br /></span></i></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04;"><i><span style="font-family: times;"><br /></span></i></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04;"><i><span style="font-family: times;"><br /></span></i></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #783f04;"><i><span style="font-family: times;"><br /></span></i></span></div>Juanihttp://www.blogger.com/profile/11734344407541051757noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5386482882697847477.post-18876500867271241312022-11-22T03:42:00.002-08:002022-11-22T03:42:19.589-08:00 Trabajar con nosotros tal cual somos<p style="text-align: center;"> <a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEjSfbtBJJIt5l-THK70cpjs1C7x_91vLBdcLTuFU-RWrl8RJybg4KB9LKhHrj3-tAGck0pcQvKz68KYtEOq8DVu5kEQwo_EgKcrx9ZZS8DoxKW4EOYMVsjkZaFtm-jLy7UJ2oKUmplilmOjv_hqDIQk38g4rZMh7qtv-yuWcztVJ4I5NalEcEcIrJP_5w" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em; text-align: center;"><img alt="" data-original-height="169" data-original-width="299" height="226" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEjSfbtBJJIt5l-THK70cpjs1C7x_91vLBdcLTuFU-RWrl8RJybg4KB9LKhHrj3-tAGck0pcQvKz68KYtEOq8DVu5kEQwo_EgKcrx9ZZS8DoxKW4EOYMVsjkZaFtm-jLy7UJ2oKUmplilmOjv_hqDIQk38g4rZMh7qtv-yuWcztVJ4I5NalEcEcIrJP_5w=w400-h226" width="400" /></a></p><p><span style="color: #7f6000; font-family: georgia; text-align: justify;">En cualquier proceso de crecimiento, ya sea psicológico o espiritual, siempre llega un momento crítico en el que tenemos que decidir si queremos avanzar hacia lo desconocido («<i>¿Qué será de mí si abandono los hábitos familiares?»).</i></span></p><span style="font-family: georgia;"><div style="color: #7f6000; text-align: justify;">En ese momento se abren ante nosotros tres posibilidades diferentes, de las cuales sólo la última nos proporciona un camino hacia delante (<i>mientras que las dos primeras no hacen sino reforzar la patología).</i></div><div style="color: #7f6000; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #7f6000; text-align: justify;">La primera posibilidad consiste en <b>no mover las cosas</b> y no arriesgarnos a entrar en lo desconocido, aunque nuestras viejas pautas hayan dejado ya de servirnos.</div><div style="color: #7f6000; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #7f6000; text-align: justify;">En los clientes que se hallan en terapia, esta alternativa asume la siguiente <b>racionalización neurótica</b>: «Las cosas no van tan mal. </div><div style="color: #7f6000; text-align: justify;">Es cierto que mi forma de ser puede causarme algunos problemas, pero al menos, es algo conocido».</div><div style="color: #7f6000; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #7f6000; text-align: justify;">Puede suceder que, cuando las personas deciden no dar el paso hacia delante que podría liberarles, quedan atrapadas en su propio capullo y su identidad se vuelve más patológica, porque ahora están utilizándola de un modo deliberado para encubrir las potencialidades más elevadas de su ser.</div><div style="color: #7f6000; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #7f6000; text-align: justify;">La segunda opción consiste en <b>castigamos a nosotros mismos</b> por la personalidad en la que nos hemos convertido o luchar con todas nuestras fuerzas para vivir de acuerdo con nuestros ideales. Pero debo decir que evitar lo desconocido sustituyendo la vieja identidad por otra más "espiritual" tampoco sirve de gran cosa.</div><div style="color: #7f6000; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #7f6000; text-align: justify;">La tercera -y única elección posible consiste en <b>dejar de violentarnos y de tratar de convertirnos en algo que no somos</b> y abrirnos a nuestra experiencia tal cual es, una posibilidad que requiere el previo desarrollo de la capacidad de permanecer presentes en medio del dolor, el miedo y las experiencias por las que atravesemos.</div><div style="color: #7f6000; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #7f6000; text-align: justify;">Es esta presencia la que nos permite establecer contacto con las potencialidades más profundas de nuestro ser y trascender las limitaciones implícitas en cualquier personalidad.</div><div style="color: #7f6000; text-align: justify;"><br /></div> <div style="color: #7f6000; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #7f6000; text-align: justify;"><b>Trabajar con nosotros tal cual somos</b></div><div style="color: #7f6000; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #7f6000; text-align: justify;"><i>¿De qué modo podemos convertir los miedos y fijaciones de la personalidad en peldaños del camino del despertar?</i></div><div style="color: #7f6000; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #7f6000; text-align: justify;">Antes de emprender el verdadero camino tenemos que darnos realmente cuenta de que lo que nosotros consideramos la realidad no es más que una versión de lo que es, algo nada sencillo, por cierto, ofuscados, como estamos, por las esperanzas, los miedos, las creencias y las opiniones y formas habituales de sentir y percibir.</div><div style="color: #7f6000; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #7f6000; text-align: justify;">Es por esto por lo que el primer paso para transformar a la personalidad pasa por <b>aceptamos tal cual somos</b>, sin dejarnos arrastrar por el miedo a lo que podamos descubrir.</div><div style="color: #7f6000; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #7f6000; text-align: justify;">Una práctica de conciencia, como la meditación o la indagación contemplativa interna, por ejemplo, resulta útil para desarrollar la capacidad de ver lo que estamos haciendo sin juzgarle como bueno o malo.</div><div style="color: #7f6000; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #7f6000; text-align: justify;">Aprender a permanecer serenamente sentados nos ayuda a darnos cuenta de que continuamente estamos tratando de mantener nuestra identidad y de que nuestros pensamientos son el aglutinante de la estructura de esta identidad nuestra.</div><div style="color: #7f6000; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #7f6000; text-align: justify;">En este sentido, la conciencia de los compulsivos esfuerzos realizados por nuestra mente para aferrarse a las cosas, sin juzgarla ni culparla por ello, puede actuar como un disolvente que debilite la rigidez de la estructura de nuestra personalidad y ponga de relieve las cualidades más profundas y amplias de nuestro ser que hasta ese momento habían permanecido ocultas.</div><div style="color: #7f6000; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #7f6000; text-align: justify;">A menudo nos desagrada lo que descubrimos cuando nos vemos tal cual somos. Entonces es cuando nos sublevamos contra el dolor de nuestro karma, la intrincada pauta de acciones, reacciones, condicionamientos acumulados, hábitos, inconsciencia y miedo.</div><div style="color: #7f6000; text-align: justify;">Como dice un conocido proverbio espiritual: «el autoconocimiento siempre trae consigo malas noticias»... al menos al comienzo.</div><div style="color: #7f6000; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #7f6000; text-align: justify;">A esas alturas ya no basta con reconocer lo que es, sino que es preciso entablar una relación más plena con ello, lo cual significa <b>abrir nuestro corazón a la situación en la que estemos</b>, para sentirla, observarla directamente y dejar que nos afecte. Y ello no significa que tenga que gustarnos lo que descubramos.</div><div style="color: #7f6000; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #7f6000; text-align: justify;">Si, por ejemplo, aborrecemos ciertos aspectos de nosotros mismos, también podemos reconocer y trabajar con este sentimiento como parte de lo que es. Sea lo que sea lo que aparezca, debemos aprender a observarlo e indagar más profundamente en ello.</div><div style="color: #7f6000; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #7f6000; text-align: justify;">La conciencia del dolor que nos provoca el hecho de estar atrapados en nuestras pautas, reactiva una profunda tristeza interna a la que yo denomino «tristeza purificadora», una tristeza del alma, el reconocimiento del precio que hemos debido pagar para permanecer atrapados en pautas que han acabado alejándonos de nuestra naturaleza superior. Pero si le prestamos la suficiente atención, ese dolor nos revela el profundo anhelo de despertar, ser más sinceros y más reales y hacer lo que sea necesario para estar más vivos.</div><div style="color: #7f6000; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #7f6000; text-align: justify;">Hacernos amigos de nuestra experiencia -abrir un espacio para que se manifieste lo que es y también todos nuestros sentimientos al respecto favorece ese movimiento y permite que el deseo del cambio -un anhelo sagrado deje de ser una cruzada contra nuestros fracasos y se convierta en la expresión natural del respeto por nosotros mismos. John Welwood</div><div style="color: #7f6000; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #7f6000; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #7f6000; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #7f6000; text-align: justify;">Te acompaño en el proceso.</div><div style="color: #7f6000; text-align: justify;"><br /></div><div style="color: #7f6000; text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><i><span style="color: #741b47;">Juana Ma. Martínez Camacho</span></i></div><div style="text-align: justify;"><i><span style="color: #741b47;"><br /></span></i></div><div style="text-align: justify;"><i><span style="color: #741b47; font-size: x-small;">Terapeuta Transpersonal</span></i></div><div style="text-align: justify;"><i><span style="color: #741b47; font-size: x-small;">Terapeuta Acompañante en Bioneuroemoción</span></i></div><div style="text-align: justify;"><i><span style="color: #741b47; font-size: x-small;">Facilitadora Internacional CMR (Liberación de la Memoria Celular)</span></i></div><div style="text-align: justify;"><i><span style="color: #741b47; font-size: x-small;">Anatheóresis (Psicoterapia Regresiva Perceptiva)</span></i></div><div style="text-align: justify;"><i><span style="color: #741b47; font-size: x-small;">Formación Internacional en Psiconeuroinmunoendocrinología</span></i></div><div style="text-align: justify;"><i><span style="color: #741b47;"><br /></span></i></div> <div style="text-align: justify;"><span style="color: #741b47;"><br /></span></div> <div style="text-align: justify;"><span style="color: #741b47;"><a href="http://www.centroelim.org/">www.centroelim.org</a> Telf. 653-936-074</span></div></span><div style="text-align: justify;"><br /></div><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Maiandra GD, sans-serif;"></span></p>Juanihttp://www.blogger.com/profile/11734344407541051757noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5386482882697847477.post-82969369672493078022022-10-23T11:24:00.006-07:002022-10-23T11:30:35.103-07:00Trabajo interior: ¿Cómo hacer el cambio interno? (M. Brown)<p style="text-align: center;"> <a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEjMvHx6yLbcVNew2UHAsFm4V7FTOSCcyzBHgZCi_gH50uObdlgA-IlRUo3dYGckoeK7aRqoGf1iMXApz-fuJA3n3iSjjEnYoXFOOtTGubAkkw3n1Lc8hSLm-GpkiYI9wQpYd2jLMeKClEAf09u0Jv_SU-k7PDCvrYsJ0TSlAtkvBH6yvahiVPm-HbXlJg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em; text-align: center;"><img alt="" data-original-height="768" data-original-width="1024" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEjMvHx6yLbcVNew2UHAsFm4V7FTOSCcyzBHgZCi_gH50uObdlgA-IlRUo3dYGckoeK7aRqoGf1iMXApz-fuJA3n3iSjjEnYoXFOOtTGubAkkw3n1Lc8hSLm-GpkiYI9wQpYd2jLMeKClEAf09u0Jv_SU-k7PDCvrYsJ0TSlAtkvBH6yvahiVPm-HbXlJg" width="320" /></a></p><p></p><p><span style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;">En el mundo en que vivimos actualmente, si no estamos satisfechos con la calidad de nuestra experiencia, lo más probable es que intentemos hacer cambios en nuestra vida operando sobre las circunstancias físicas externas. Esto se debe a que el aspecto físico externo de nuestra experiencia es el más tangible y el de más fácil acceso. </span></p><p></p><p><span style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;">Sin embargo, aunque podamos hacer un cambio relativamente rápido en nuestras circunstancias físicas, estos cambios no perduran, debido a que los aspectos físicos de nuestras circunstancias son siempre efectos, y no causas.</span></p><p><span style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;"> Por otra parte, el cambio es una constante en la naturaleza de nuestra experiencia física, de manera que cualquier cosa que cambiemos físicamente volverá a cambiar de nuevo, inevitablemente, con el transcurso del tiempo. </span></p><p><span style="color: #783f04; font-family: georgia; text-align: justify;">Podemos utilizar la fuerza para cambiar algo rápidamente en nuestro mundo físico, pero esto significa que tendremos que invertir una gran cantidad de energía para mantener el cambio en esas condiciones. Por tanto, para hacer cambios físicos y mantenerlos, con la intención de alterar la calidad de nuestra experiencia vital, vamos a tener que controlar y sedar nuestras circunstancias. Tales cambios requieren de la aplicación constante de energía para que el cambio se mantenga. Y ésta es una tarea imposible.</span></p><div style="color: #783f04; text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;">También podemos intentar cambiar la calidad de nuestra experiencia vital mentalmente, cambiando nuestros pensamientos acerca de las cosas. Los cursos de pensamiento positivo aspiran a lograr este objetivo. </span></div><div style="color: #783f04; text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;">El cambiar el enfoque mental acerca de algo llevará con el tiempo a un ajuste en la calidad de la experiencia vital que estamos teniendo. Sin embargo, nos llevará más tiempo ver los efectos que los cambios mentales producen en el mundo físico que lo que precisaríamos desde un enfoque puramente físico. </span></div><div style="color: #783f04; text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;">Los cambios dirigidos desde la mente perduran algo más, siempre y cuando no cambiemos de nuevo nuestros pensamientos. Pero nuestra capacidad para cambiar la calidad de nuestra experiencia vital a través de cambios mentales tiene un alcance y una duración ciertamente inconsistentes, porque este enfoque tiene que defender sus logros constantemente ante la naturaleza y los contenidos de nuestros procesos de pensamiento inconscientes.</span></div><div style="color: #783f04; text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;"><br /></span></div><div style="color: #783f04; text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;">En realidad, sólo sabemos lo que pasa con nuestros procesos de pensamiento inconscientes cuando observamos las circunstancias que manifestamos en nuestro campo de experiencia que resultan contradictorias con nuestros intentos de «pensar en positivo». </span></div><p><span style="font-family: georgia;"></span></p><div style="color: #783f04; text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;">El mero hecho de que cambiemos conscientemente nuestra manera de pensar acerca de las circunstancias no significa que vayamos automáticamente a sentirlas de otra manera. Por tanto, aun cuando un cambio consciente de nuestros pensamientos consiga eventualmente los ajustes necesarios en nuestras circunstancias físicas, hasta el punto de que realmente lleguemos a sentir de un modo diferente, por mucho control mental que apliquemos no vamos a poder alcanzar una sensación auténtica de paz.</span></div><div style="color: #783f04; text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;"><br /></span></div><div style="color: #783f04; text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;"> <a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhuX8WHUAnqHWICCB9FozLcNjd8ei8o7kJQoGkJ9oWnUBoqSKFLJpPHYEdMhXIp3_7GdZU-4j1WruNEZPZkLs0pU1cz_7bP2ddzxvf5d2k9bZPoAHV2kwPeTd9yMQ68fil6yNE97ulJyvKmWgIBLwGE9Y0BJ5wdfQ7VtFnXEyJKrICkWdLPdlExn6pz" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em; text-align: center;"><img alt="" data-original-height="706" data-original-width="1254" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhuX8WHUAnqHWICCB9FozLcNjd8ei8o7kJQoGkJ9oWnUBoqSKFLJpPHYEdMhXIp3_7GdZU-4j1WruNEZPZkLs0pU1cz_7bP2ddzxvf5d2k9bZPoAHV2kwPeTd9yMQ68fil6yNE97ulJyvKmWgIBLwGE9Y0BJ5wdfQ7VtFnXEyJKrICkWdLPdlExn6pz=w400-h225" width="400" /></a></span></div><div style="color: #783f04; text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;"><br /></span></div><div style="color: #783f04; text-align: justify;"><div><span style="font-family: georgia;">Los sentimientos inconscientes, y los procesos de pensamiento inconscientes que aquéllos alimentan, seguirán alterando nuestra paz mental.</span></div><div><span style="font-family: georgia;"><br /></span></div><div><span style="font-family: georgia;">Una experiencia de paz no es simplemente el resultado de un pensamiento positivo, a menos que vaya subrayado por un sentimiento. Los procesos de sentimiento y de pensamiento deben armonizarse estrechamente para que podamos alcanzar el estado del ser que pretendemos. </span></div><div><span style="font-family: georgia;">Así pues, al igual que en los intentos por hacer cambios puramente físicos, la realización de cambios puramente mentales para ajustar la calidad de nuestras experiencias no deja de ser otra cosa que jugar con los efectos, y sigue sin dirigirse a las causas.</span></div><div><span style="font-family: georgia;"><br /></span></div><div><span style="font-family: georgia;">Afortunadamente, también disponemos de la opción de ir directamente a las raíces de nuestro malestar y de hacer ajustes causales, siempre y cuando realicemos cambios en el estado de nuestro cuerpo emocional. </span></div><div><span style="font-family: georgia;">Éste es el enfoque más complicado, pero es el único verdaderamente efectivo y gratificante. Aunque es complicado hacer cambios en el estado de nuestro cuerpo emocional, tenemos que acercarnos a él de forma suave y regular; y, para ello, vamos a necesitar grandes dosis de compromiso y perseverancia.</span></div><div><span style="font-family: georgia;"><br /></span></div><div><span style="font-family: georgia;">Es como talar un enorme árbol. Tenemos que ir dando golpes con el hacha, uno tras otro, y habrá veces que el trabajo se nos antojará interminable. Puede dar la impresión de que no estamos consiguiendo nada. Pero luego, sin advertencia previa, oímos un crujido y, pocos segundos después, el árbol cae. Y, una vez está cayendo, ya no hay nada que lo detenga. Una vez está en el suelo, no lo podemos volver a poner en pie.</span></div><div><span style="font-family: georgia;"><br /></span></div><div><span style="font-family: georgia;">El ajuste del estado de nuestro cuerpo emocional funciona igual. Trabajamos con él de forma regular y, en ocasiones, da la impresión de que tanto trabajo no nos lleva a ninguna parte. Pero, de pronto, hay un cambio repentino y, cuando esto ocurre, ya no hay nada que lo detenga. </span></div><div><span style="font-family: georgia;">Cuando este cambio interior ha tenido lugar, es literalmente imposible devolver el cuerpo emocional a su estado previo. Debido a la tendencia que tiene el cuerpo emocional a realizar cambios súbitos, la experiencia de cambio es potencialmente traumática, si no se realiza de forma consciente, suave y responsable. De ahí que no se recomiende zambullirse directamente en el cuerpo emocional para activar los cambios. Aquí, las palabras clave son suavidad., paciencia responsabilidad.</span></div><div><span style="font-family: georgia;"><br /></span></div><div><span style="font-family: georgia;">Los cambios en el cuerpo emocional, cuando se abordan responsablemente, se convierten en experiencias maravillosas, dado que llevan a un cambio inmediato en las percepciones; literalmente, vemos el mundo de otra manera a partir del momento en que se produce el cambio. </span></div><div><span style="font-family: georgia;">Las consecuencias de este ajuste emocional se filtran posteriormente poco a poco, y se manifiestan en la calidad de nuestra experiencia mental y física. Y, cuando se da el cambio, es duradero, y no precisa de esfuerzos para mantenerlo. </span></div><div><span style="font-family: georgia;">El ajuste del estado de nuestro cuerpo emocional nos abre la puerta a un nuevo mundo de experiencias sin tener que ir a ninguna parte. </span></div><div><span style="font-family: georgia;">Es un proceso integrador.</span></div><div><span style="font-family: georgia;"><br /></span></div><div><span style="font-family: georgia;">Te acompaño en el proceso...</span></div><div><br /></div><div><br /></div><div><br /></div><div><br /></div><div><div style="text-align: left;"><div style="text-align: right;"><b><i><span style="color: #8064a2; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-themecolor: accent4;"> </span></i></b><b><i><span style="color: #8064a2; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-fareast-language: ES; mso-no-proof: yes; mso-themecolor: accent4;"> </span></i></b><b><i><span style="color: #660000; font-size: x-small;">Juana Ma. Martínez Camacho</span></i></b></div><b><div style="text-align: right;"><i><span style="color: #660000; font-size: x-small;"> Terapeuta Transpersonal</span></i></div></b><i><div style="text-align: right;"><i><span style="color: #660000; font-size: x-small;"> Terapeuta Acompañante en Bioneuroemoción</span></i></div></i><i><div style="text-align: right;"><i><span style="color: #660000; font-size: x-small;"> Facilitadora Internacional CMR (Liberación de la Memoria Celular)</span></i></div></i><i><div style="text-align: right;"><i><span style="color: #660000; font-size: x-small;"> Anatheóresis (Psicoterapia Regresiva Perceptiva)</span></i></div></i><i><div style="text-align: right;"><i><span style="color: #660000; font-size: x-small;"> Formación Internacional en Psiconeuroinmunoendocrinología</span></i></div></i><span style="color: #660000; font-size: x-small;"><div style="text-align: right;"><i> </i> </div></span><span style="color: #660000; font-size: x-small;"><div style="text-align: right;"> <a href="http://www.centroelim.org/"><b><i><span style="color: #660000;">www.centroelim.org</span></i></b></a><span class="MsoHyperlink"><b><i> </i></b></span><b>Telf.</b> <b><i>653-936-074</i></b></div></span></div><p align="right" class="MsoNoSpacing" style="text-align: right;"><b><i><span style="color: #660000; font-size: x-small;"> </span></i></b><i><span style="color: #660000; font-size: x-small;"> </span></i></p></div><div><br style="font-family: georgia;" /></div></div>Juanihttp://www.blogger.com/profile/11734344407541051757noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5386482882697847477.post-32664275351672684972022-04-22T08:43:00.001-07:002022-04-22T08:43:05.933-07:00Confianza<p style="text-align: center;"> <img alt="" class="" data-image-id="2849058751" data-src-height="213" data-src-width="320" data-src="https://image.jimcdn.com/app/cms/image/transf/none/path/s73213e152c221d0e/image/i60478240f65b72dd/version/1427926806/image.jpg" height="213" id="cc-m-textwithimage-image-4235014951" sizes="(min-width: 320px) 320px, 100vw" src="https://image.jimcdn.com/app/cms/image/transf/none/path/s73213e152c221d0e/image/i60478240f65b72dd/version/1427926806/image.jpg" srcset="https://image.jimcdn.com/app/cms/image/transf/none/path/s73213e152c221d0e/image/i60478240f65b72dd/version/1427926806/image.jpg 320w" style="background-color: white; color: #666666; display: inline; font-family: Roboto, sans-serif, google; font-size: 18px; left: 0px; max-width: 100%; top: 0px; vertical-align: top;" width="320" /></p><span style="color: #783f04; font-family: georgia;"><div style="text-align: justify;"><b><i>“La confianza no es otra cosa que la sintonía con ese poder que mueve los átomos y las galaxias”. Ramayat</i></b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La confianza es un estado en el cual sentimos la certeza que estamos “protegidos”, que todo lo que nos haga falta para nuestra evolución lo obtendremos, que hay una inteligencia que mantiene la armonía en todo el universo, que todo está interconectado, de manera que nada es casual.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Cuando confiamos, estamos en sintonía con la inteligencia del universo, una inteligencia que podemos verla en todo, la vemos en la semilla que guarda un potencial y con los nutrientes de la tierra, el calor del sol y el agua, germina y crece hasta dar flores y frutos.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Podemos ver esa inteligencia en el mismo cuerpo humano, cuando nos hacemos una herida física, el organismo busca reparar, regenerar, cada célula sabe lo que tiene que hacer y se solidariza con las demás células trabajando en grupos; nuestro sistema nervioso vegetativo, no necesita de nuestro control para funcionar, nuestro corazón bombea sangre durante toda nuestra vida física, sin que tengamos que intervenir en ello, al igual que cada uno de los órganos sabe desempeñar sus funciones guiados por esta inteligencia que escapa a nuestro control, la respiración, aunque la podamos regular, influir en ella, ocurre espontáneamente por sí sola, y confiamos que así suceda….</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Si observamos esa misma inteligencia, ese poder que mueve los átomos a nivel microcósmico y las galaxias a nivel macrocósmico, y que hace que la tierra gire alrededor del sol y que los planetas estén suspendidos en el espacio, es la misma inteligencia que organiza el ADN y que impulsa a los seres vivos a crecer, desarrollarse, reproducirse y transformarse; el meditar en esa inteligencia, el tomar conciencia de ella, nos permite vivir confiados.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La misma inteligencia que mantiene el equilibrio en la naturaleza, que nutre a los animales y a las plantas, es la misma que nos da lo que necesitamos si confiamos en ella.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">Ese poder inteligente hace que ocurran acontecimientos sincrónicos, llenos de sentido para quien confía y aprende a ver …</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">www.centroelim.org</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div></span>Juanihttp://www.blogger.com/profile/11734344407541051757noreply@blogger.com0