SENDERO TRANSPERSONAL

INTEGRANDO PSICOLOGIAS DE ORIENTE Y OCCIDENTE

Bienvenidos al blog!

La Psicología Transpersonal o Integral, es un enfoque terapéutico que apunta a que el ser humano alcance niveles óptimos de salud psicológica, dándole importancia a la expansión de la conciencia.

Se trata de un acompañamiento terapéutico para que la persona aprenda a observar sus patrones mentales, sus creencias, que son la causa del malestar, que aprenda a desidentificarse de sus contenidos mentales, a trabajar con sus emociones saludablemente, que aprenda a hacerse responsable de sí misma, de sus relaciones, de sus experiencias, sin culpabilizar al entorno, a la vida por lo que le sucede, comprendiendo que la adversidad, es una oportunidad de cambio y desarrollo personal.

Capacita al paciente para que aprenda a satisfacer de una manera saludable sus necesidades a todos los niveles: físico, emocional, mental, espiritual, aprendiendo a conectar con la dimensión trascendental; todo ello conlleva a una integración de su personalidad y a alcanzar niveles superiores de salud psicológica, para luego poder trascenderla y conectar con la esencia.

Se toman en cuenta los problemas, dolencias particulares que empujan a la persona a una consulta y se las trabaja e integra, pero el enfoque principal de la Terapia Transpersonal, que la hace diferente y más abarcativa que otras terapias psicológicas (integra psicologías de oriente y occidente) es el de capacitar a la persona para que aprenda a conectar con sus propios recursos internos y permita desplegarse sin temores al proceso de crecimiento natural.

La terapia utiliza diferentes técnicas que se adaptan a las necesidades del paciente y a su estado de consciencia, integrando los niveles físico, mental y emocional (ego) y luego trascendiéndolo hacia los valores superiores, como la compasión, el amor a los demás seres vivos, el sentido de la propia vida, el desarrollo de la creatividad, etc., favoreciendo cambios en su nivel evolutivo.

domingo, 27 de mayo de 2012

La tierra como escuela




  La tierra es como una gran escuela, donde venimos a aprender. A veces, a lo largo de la vida, mientras estamos dormidos, nos preguntamos el porqué nos pasan ciertas cosas, porqué tropezamos con determinadas personas, porqué tenemos que atravesar ciertas situaciones….
   Luego, cuando el dolor ha llamado a la puerta varias veces, llega un día en que dejamos de preguntarnos el porqué y comenzamos a preguntarnos el para qué me pasa esto, qué mensaje me trae tal o cual síntoma, enfermedad, para qué me sucede esta situación …, etc., quizá tenga algo que hacer con lo que me ocurre…quizá hay algo que deba cambiar….es cuando entonces podemos entrar en crisis donde nos replanteamos el sentido de la vida, nos replanteamos patrones de pensamientos y de conductas y comenzamos a comprender que somos más responsables de lo que pensábamos en cuanto a lo que estamos viviendo, comenzamos a observarnos a nosotros mismos y buscamos o aparecen “maestros”, que pueden ser libros, cursos, personas….que nos ayudan a comprender el misterio de la vida, el sentido del dolor…y así comenzamos el sendero espiritual consciente, comenzamos a darnos cuenta que cualquier cambio para que sea efectivo y duradero, sólo podemos hacerlo en nuestro interior , que pretender cambiar el afuera puede resultar agotador y a veces, hasta inútil, y nos comenzamos a responsabilizar por lo que nos sucede, a autoconocernos, auto-observarnos, a perdonarnos y amarnos, a ver en los demás nuestro propio reflejo, aprendiendo a reconocer nuestras virtudes e integrar nuestras sombras , despertando de la ilusión, del engaño de creernos que los demás están en nuestra contra, que nos quieren hacer daño, cuando en realidad, el otro y yo somos lo mismo, todo lo que me moleste mucho en el otro, al igual que todo lo que vea en el como virtud y admire, son aspectos míos, que debo integrar en mi personalidad. 

  Entonces, nos damos cuenta que la vida nos coloca delante justo lo que necesitamos para aprender a ser más íntegros, más completos en la personalidad.
  Esa pérdida que tanto me dolió, es justo lo que me hacía falta para aprender el desapego. Esa persona en la que deposité todo mi amor y que luego me “abandonó” emocionalmente, es una lección que la vida me ofrece para ver si realmente se amar o estoy dependiendo del otro, para ver si realmente me amo a mi misma como para no colgar mi vida de “otro”, y en definitiva aprender que en esencia soy amor y lo que me hace sentir plena es el dar, el amar incondicionalmente, permitiendo que la otra persona sea libre. 
  Y así, en cada situación, por dura que parezca, podemos ver la lección que esconde y crecer como personas, integrarnos y en definitiva despertar del sueño, y simplemente Ser.
                                                                                                                         Juani


viernes, 18 de mayo de 2012

Atención Plena y estrés


 Cuando comenzamos a prestar atención a lo que hace nuestra mente, nos damos cuenta que hay una gran actividad mental y emocional bajo la superficie. Gran cantidad de ideas y sensaciones que absorben gran parte de nuestras energías y nos impiden conectar con momentos de calma y satisfacción.
  La Atención Plena, no es la solución a los problemas que la vida nos plantea, pero si es verdad, que los problemas pueden verse de una manera más nítida cuando la mente está clara, serena, y esto colabora a la resolución y la sanación.
  Al ir casi todo el tiempo con el “piloto automático” la mente se mueve del pasado al futuro y se olvida de vivir el ahora, surgen reacciones mecánicas, el condicionamiento, desconectando de las verdaderas necesidades del cuerpo… El hecho de aprender a estar atentos, nos conecta con nuestras necesidades y nos invita a poder responder de una manera adecuada a cada situación, diminuyendo la reactividad y la impulsividad; aprendiendo a escuchar a nuestro cuerpo, mejoramos la salud y nuestra calidad de vida.
  El estrés  a que nos sometemos diariamente, se localiza en los músculos, espalda, hombros, mandíbula, frente, etc. para poder liberar esa tensión, primero hemos de reconocerla, de darnos cuenta que está ahí, sentirla, luego hemos de desconectar el piloto  automático y “dirigir” nuestra mente, nuestro cuerpo, prestando atención nos volvemos mas despiertos, nuestra mente está en lo que estamos haciendo.
  Saber lo que hacemos mientras lo hacemos es la esencia de la atención plena. Es prestar atención a las experiencias momento a momento, esto nos conduce a nuevas maneras de ver y de estar en la vida, ya que el momento presente, siempre que se le reconozca, y se cumpla con él, nos revela un poder muy especial, casi mágico, porque es el único tiempo que tenemos para percibir, aprender, actuar, cambiar, sanar. De ahí el valor de la consciencia del momento presente, convirtiendo  nuestra vida en  mas vívida, rica y más auténtica.
  
  La práctica de la Atención Plena, es la simplicidad misma, es recordar estar presentes en todos nuestros momentos de vigilia, recordar que sólo tenemos momentos para vivir, profundizándose nuestra visión y ampliándose nuestra consciencia.

  La Atención Plena, no significa rechazar los pensamientos, ni controlarlos, sino que es entrenarse en dirigir el foco de la atención sin juicios.
  La Atención Plena nos permite enfocar los problemas con nitidez y esto conlleva a  una mayor resolución ante la vida, en vez de estar enganchados en los juegos psicológicos de la mente, que desperdicia gran cantidad de energía y tiempo en ensueños y lamentos de cosas que ya ocurrieron, y en anticipar y fantasear sobre el futuro.
  La Atención Plena nos enseña a escuchar nuestro cuerpo y así mejorar nuestra salud y nuestra calidad de vida.

  La Atención Plena se cultiva asumiendo la postura de testigos imparciales de nuestra propia experiencia. Para ello, tomamos consciencia del constante flujo de juicios y reacciones, de experiencias tanto internas como externas, en las que generalmente nos encontramos identificados, aprendiendo a salirnos de ellas, atravesando los prejuicios y los temores.
  Es importante cultivar la paciencia, comprender y aceptar que las cosas se despliegan cuando les toca, paciencia hacia nuestra propia mente y también hacia nuestro cuerpo, paciencia con nosotros mismos cuando observamos que la mente se pasa el tiempo juzgando, o porque estamos tensos, nerviosos o asustados, o por no obtener resultados con la rapidez que nuestra mente quisiera.

  También es importante la aceptación, significa que las cosas son como son, no quiere decir que nos tengan que gustar, ni que debemos adoptar una postura pasiva ante los acontecimientos, ni abandonar nuestros principios y valores, sino, que quiere decir que hemos de llegar a la voluntad de ver las cosas como son, una actitud que nos ayuda  a actuar de manera adecuada pase lo que pase en nuestra vida, al no tener la visión perturbada como cuando nos dejamos llevar por los juicios, deseos, temores y prejuicios.   
                                                                                                                                      Juani

sábado, 12 de mayo de 2012

Confianza


                                     
 La confianza es un estado en el cual sentimos la certeza que estamos “protegidos”, que todo lo que nos haga falta para nuestra evolución lo obtendremos, que hay una inteligencia que mantiene la armonía en todo el universo, que todo está interconectado, de manera que nada es casual.
  Cuando confiamos, estamos en sintonía con la inteligencia del universo, una inteligencia que podemos verla en todo, la vemos en  la semilla que guarda un potencial y con los nutrientes de la tierra, el calor del sol y el agua, germina y crece hasta dar flores y frutos. Podemos ver esa inteligencia en el mismo cuerpo humano, cuando nos hacemos una herida física, el organismo busca reparar, regenerar, cada célula sabe lo que tiene que hacer y se solidariza con las demás células trabajando en grupos; nuestro sistema nervioso vegetativo, no necesita de nuestro control para funcionar, nuestro corazón bombea sangre durante toda nuestra vida física, sin que tengamos que intervenir en ello, al igual que cada uno de los órganos sabe desempeñar sus funciones guiados por esta inteligencia que escapa a nuestro control, la respiración, aunque la podamos regular, influir en ella, ocurre espontáneamente por sí sola, y confiamos que así suceda….
  Si observamos esa misma inteligencia, ese poder  que mueve los átomos a nivel microcósmico y las galaxias a nivel macrocósmico, y que hace que la tierra gire alrededor del sol y que los planetas estén suspendidos en el espacio, es la misma inteligencia que organiza el ADN y que impulsa a los seres vivos a crecer, desarrollarse, reproducirse y transformarse; el meditar en esa inteligencia, el tomar conciencia de ella, nos permite vivir confiados.
  La misma inteligencia que mantiene el equilibrio en la naturaleza, que nutre a los animales y a las plantas, es la misma que nos da lo que necesitamos si confiamos en ella.
  Ese poder inteligente hace que ocurran acontecimientos sincrónicos, llenos de sentido para quien confía y aprende a ver …
 
                                                                                                              Juani

domingo, 6 de mayo de 2012

El efecto de las palabras no dichas



    Entrevista al Dr. Mario Alonso Puig - Cirujano
Tengo 48 años. Nací y vivo en Madrid.  Estoy casado y tengo tres niños.  Soy cirujano general y del aparato digestivo en el Hospital de Madrid.   Hay que ejercitar y desarrollar la flexibilidad y la tolerancia.  Se puede ser muy firme con las conductas y amable con las personas. Soy católico.   Acabo de publicar Madera líder (Empresa Activa).
Hasta ahora lo decían los iluminados, los meditadores y los sabios; ahora también lo dice la ciencia: Son nuestros pensamientos los que en gran medida han creado y crean continuamente nuestro mundo.
Hoy sabemos que la confianza en uno mismo, el entusiasmo y la ilusión tienen la capacidad de favorecer las funciones superiores del cerebro. La zona prefrontal del cerebro, el lugar donde tiene lugar el pensamiento más avanzado, donde se inventa nuestro futuro, donde valoramos alternativas y estrategias para solucionar los problemas y tomar decisiones, está tremendamente influida por el sistema límbico, que es nuestro cerebro emocional.  Por eso, lo que el corazón quiere sentir, la mente se lo acaba mostrando.  Hay que entrenar esa mente.
 -Más de 25 años ejerciendo de cirujano. ¿Conclusión?
 -Puedo atestiguar que una persona ilusionada, comprometida y que confía en sí misma puede ir mucho más allá de lo que cabría esperar por su trayectoria.
¿Psiconeuroinmunobiología?
 -Sí, es la ciencia que estudia la conexión que existe entre el pensamiento, la palabra, la mentalidad y la fisiología del ser humano. Una conexión que desafía el paradigma tradicional. El pensamiento y la palabra son una forma de energía vital que tiene la capacidad (y ha sido demostrado de forma sostenible) de interactuar con el organismo y producir cambios físicos muy profundos.
 -¿De qué se trata?
 -Se ha demostrado en diversos estudios que un minuto entreteniendo en un pensamiento negativo deja el sistema inmunitario en una situación delicada durante seis horas. El distrés, esa sensación de agobio permanente, produce cambios muy sorprendentes en el funcionamiento del cerebro y en la constelación hormonal.
 -¿Qué tipo de cambios?
 -Tiene la capacidad de lesionar neuronas de la memoria y del aprendizaje localizadas en el hipocampo. Y afecta a nuestra capacidad intelectual porque deja sin riego sanguíneo aquellas zonas del cerebro más necesarias para tomar decisiones adecuadas.
-¿Tenemos recursos para combatir al enemigo interior, o eso es cosa de sabios?
 -Un valioso recurso contra la preocupación es llevar la atención a la respiración abdominal, que tiene por sí sola la capacidad de producir  cambios en el cerebro. Favorece la secreción de hormonas como la serotonina y la endorfina y mejora la sintonía de ritmos cerebrales entre los dos hemisferios.
-¿Cambiar la mente a través del cuerpo?
 -Sí. Hay que sacar el foco de atención de esos pensamientos que nos están alterando, provocando desánimo, ira o preocupación, y que hacen que nuestras decisiones partan desde un punto de vista inadecuado. Es más inteligente -no más razonable- llevar el foco de atención a la respiración, que tiene la capacidad de serenar nuestro estado mental.
 -¿Dice que no hay que ser razonable?
 -Siempre encontraremos razones para justificar nuestro mal humor, estrés o tristeza, y esa es una línea determinada de pensamiento. Pero cuando nos basamos en cómo queremos vivir, por ejemplo sin tristeza, aparece otra línea. Son más importantes el qué y el por qué que el cómo. Lo que el corazón quiere sentir, la mente se lo acaba mostrando.
 -Exagera.
 -Cuando nuestro cerebro da un significado a algo, nosotros lo vivimos como la absoluta realidad, sin ser conscientes de que sólo es una interpretación de la realidad.
 -Más recursos...
 -La palabra es una forma de energía vital. Se ha podido fotografiar con tomografía de emisión de positrones cómo las personas que decidieron hablarse a sí mismas de una manera más positiva, específicamente personas con trastornos psiquiátricos, consiguieron remodelar físicamente su estructura cerebral, precisamente los circuitos que les generaban estas enfermedades.
 -¿Podemos cambiar nuestro cerebro con buenas palabras?
 -Santiago Ramón y Cajal, premio Nobel de Medicina en 1906, dijo una frase tremendamente potente que en su momento pensamos que era metafórica. Ahora sabemos que es literal: "Todo ser humano, si se lo propone, puede ser escultor de su propio cerebro".
 -¿Seguro que no exagera?
 -No. Según cómo nos hablamos a nosotros mismos moldeamos nuestras emociones, que cambian nuestras percepciones. La transformación del observador (nosotros) altera el proceso observado. No vemos el mundo que es, vemos el mundo que somos.
-¿Hablamos de filosofía o de ciencia?
 -Las palabras por sí solas activan los núcleos amigdalinos. Pueden activar, por ejemplo, los núcleos del miedo que transforman las hormonas y los procesos mentales. Científicos de Harward han demostrado que cuando la persona consigue reducir esa cacofonía interior y entrar en el silencio, las migrañas y el dolor coronario pueden reducirse un 80%.
 -¿Cuál es el efecto de las palabras no dichas?
 -Solemos confundir nuestros puntos de vista con la verdad, y eso se transmite: La percepción va más allá de la razón. Según estudios de Albert Merhabian, de la Universidad de California (UCLA), el 93% del impacto de una comunicación va por debajo de la conciencia.
 -¿Por qué nos cuesta tanto cambiar?
 -El miedo nos impide salir de la zona de confort; tendemos a la seguridad de lo conocido, y esa actitud nos impide realizarnos. Para crecer hay que salir de esa zona.
 -La mayor parte de los actos de nuestra vida se rigen por el inconsciente.
 -Reaccionamos según unos automatismos que hemos ido incorporando. Pensamos que la espontaneidad es un valor; pero para que haya espontaneidad primero ha de haber preparación, si no sólo hay automatismos. Cada vez estoy más convencido del poder que tiene el  entrenamiento de la mente.
 -Déme alguna pista.
 -Cambie hábitos de pensamiento y entrene su integridad honrando su propia palabra. Cuando decimos "voy a hacer esto" y no lo hacemos alteramos físicamente nuestro cerebro.  El mayor potencial es la conciencia.
-Ver lo que hay y aceptarlo.
 -Si nos aceptamos por lo que somos y por lo que no somos, podemos cambiar. Lo que se resiste, persiste. La aceptación es el núcleo de la transformación.
             "SEAMOS EL CAMBIO QUE QUEREMOS VER EN EL MUNDO