SENDERO TRANSPERSONAL

INTEGRANDO PSICOLOGIAS DE ORIENTE Y OCCIDENTE

Bienvenidos al blog!

La Psicología Transpersonal o Integral, es un enfoque terapéutico que apunta a que el ser humano alcance niveles óptimos de salud psicológica, dándole importancia a la expansión de la conciencia.

Se trata de un acompañamiento terapéutico para que la persona aprenda a observar sus patrones mentales, sus creencias, que son la causa del malestar, que aprenda a desidentificarse de sus contenidos mentales, a trabajar con sus emociones saludablemente, que aprenda a hacerse responsable de sí misma, de sus relaciones, de sus experiencias, sin culpabilizar al entorno, a la vida por lo que le sucede, comprendiendo que la adversidad, es una oportunidad de cambio y desarrollo personal.

Capacita al paciente para que aprenda a satisfacer de una manera saludable sus necesidades a todos los niveles: físico, emocional, mental, espiritual, aprendiendo a conectar con la dimensión trascendental; todo ello conlleva a una integración de su personalidad y a alcanzar niveles superiores de salud psicológica, para luego poder trascenderla y conectar con la esencia.

Se toman en cuenta los problemas, dolencias particulares que empujan a la persona a una consulta y se las trabaja e integra, pero el enfoque principal de la Terapia Transpersonal, que la hace diferente y más abarcativa que otras terapias psicológicas (integra psicologías de oriente y occidente) es el de capacitar a la persona para que aprenda a conectar con sus propios recursos internos y permita desplegarse sin temores al proceso de crecimiento natural.

La terapia utiliza diferentes técnicas que se adaptan a las necesidades del paciente y a su estado de consciencia, integrando los niveles físico, mental y emocional (ego) y luego trascendiéndolo hacia los valores superiores, como la compasión, el amor a los demás seres vivos, el sentido de la propia vida, el desarrollo de la creatividad, etc., favoreciendo cambios en su nivel evolutivo.

lunes, 26 de diciembre de 2011

Es hora de integrarnos!



 Cuando internamente estamos divididos, la vida se nos hace difícil, no fluye, las distintas partes internas tironean produciendo fricciones, contradicciones, conflictos, quitándonos la paz y produciéndonos angustia, ansiedad, inseguridad,  dolor físico, dolor emocional,  depresión….porque una parte nuestra quiere una cosa, pero hay otra que nos sabotea; tomamos las decisiones desde lugares internos a veces poco crecidos, y después las mantenemos durante años, sin escucharnos, sin hacer caso a nuestras partes  más maduras, más sabias. 
  Por lo cual, es muy importante conocer nuestro psiquismo fragmentado, llegar a ser un individuo: alguien que no está dividido, o, como decía  Jung: el proceso de la individuación, un proceso que nos llevará toda la vida.

  Observemos   que es lo que dentro nuestro está dividido? ¿qué es lo que hay que integrar dentro?

Son varias cosas:

* Tengamos en cuenta, que como dice la Filosofía Perenne, que recoge y resume la sabiduría milenaria de todos los tiempos y culturas de la humanidad,  somos esencia y personalidad.
 La esencia es “el  verdadero  sí mismo”, lo que no cambia, lo que éramos desde antes de nacer; la personalidad la vamos formando con los programas que vamos aprendiendo a edades tempranas, los condicionamientos, los hábitos, los modelos de funcionar aprendidos, las experiencias que vamos teniendo a lo largo de la vida.
 La esencia queda tapada por la personalidad. Ken Wilber le llama a esto la represión del Atman: la esencia, o “porción de lo sagrado”, queda prisionera de la personalidad.

* También encontramos división entre la mente, la emoción y el cuerpo, ya que muchas veces pensamos una cosa, sentimos otra y actuamos sin tener en cuenta lo que pensamos o lo que  sentimos, no nos escuchamos por estar acostumbrados a reaccionar mecánicamente, automáticamente, según el condicionamiento, en vez de poder responder asertivamente: eligiendo la respuesta.

* Además como seres humanos, nuestra personalidad esta dividida en diferentes "yoes", diferentes “voces internas” conviven dentro nuestro partes  agresivas y partes compasivas, partes generosas y otras envidiosas, partes débiles y partes fuertes, partes infantiles (“el niño interno”) y partes adultas, más crecidas….Una variedad de personajes psicológicos (voces internas) que cada cual tiene vida propia, y es necesario conocer e integrar.

* Otro aspecto a integrar dentro son nuestras partes masculinas y femeninas. Si estas partes están en conflicto interno, es difícil que podamos tener relaciones armónicas y sanas, tendemos a proyectar fuera lo que llevamos dentro, por no asumirlo y aceptarlo, al no ser conscientes de ello.

* También  tenemos conflicto entre nuestra personalidad (la parte nuestra que está a la vista, que mostramos, que está en la superficie, y la sombra, los rasgos psicológicos que están reprimidos, partes que rechazamos, negamos porque no se corresponden con el ideal de cómo “debemos” ser. Cada vez que nos hacemos conscientes de estos aspectos sombríos, nos vamos transformando, integrando, y dejamos de engañarnos con las trampas que pone la mente, con nuestras proyecciones.

* Hay  también conflicto entre la razón y la intuición. Tendemos a racionalizarlo todo, descartando la sabiduría que expresa la intuición.

  Es importante, conocernos internamente, aceptar nuestros diferentes aspectos a nivel de la personalidad, conocer los “modelos” internos con los que funcionamos, para evaluar si están caducos, abrazar las partes sombrías, para ser más íntegros, guiarnos de esa parte intuitiva interna, aprender a gerenciar las emociones, vivirlas sanamente, como mensajeras, que nos guían a tomar decisiones, a hacer algo con lo que nos sucede.

 Es muy importante desarrollar lo que en oriente se denomina el “Maitri”, que se puede traducir como amistad incondicional con uno mismo. Tengamos en cuenta  que las relaciones, las personas, vienen y van en nuestra vida, sin embargo vamos a pasar con nosotros mismos el resto de la vida, se trata de autoconocerse y aceptarse tal como se es, sólo así es posible cambiar, aceptar esas partes que rechazamos en nosotros mismos, abrazarlas, para ser más íntegros.
  Y sabiendo y experimentando que somos más que la personalidad: somos Esencia, el Ser, el Centro, lo que no cambia, o como queramos llamarle, en fin de cuentas, el nombre es lo de menos.  

                                                                                   Namaste

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