SENDERO TRANSPERSONAL

INTEGRANDO PSICOLOGIAS DE ORIENTE Y OCCIDENTE

Bienvenidos al blog!

La Psicología Transpersonal o Integral, es un enfoque terapéutico que apunta a que el ser humano alcance niveles óptimos de salud psicológica, dándole importancia a la expansión de la conciencia.

Se trata de un acompañamiento terapéutico para que la persona aprenda a observar sus patrones mentales, sus creencias, que son la causa del malestar, que aprenda a desidentificarse de sus contenidos mentales, a trabajar con sus emociones saludablemente, que aprenda a hacerse responsable de sí misma, de sus relaciones, de sus experiencias, sin culpabilizar al entorno, a la vida por lo que le sucede, comprendiendo que la adversidad, es una oportunidad de cambio y desarrollo personal.

Capacita al paciente para que aprenda a satisfacer de una manera saludable sus necesidades a todos los niveles: físico, emocional, mental, espiritual, aprendiendo a conectar con la dimensión trascendental; todo ello conlleva a una integración de su personalidad y a alcanzar niveles superiores de salud psicológica, para luego poder trascenderla y conectar con la esencia.

Se toman en cuenta los problemas, dolencias particulares que empujan a la persona a una consulta y se las trabaja e integra, pero el enfoque principal de la Terapia Transpersonal, que la hace diferente y más abarcativa que otras terapias psicológicas (integra psicologías de oriente y occidente) es el de capacitar a la persona para que aprenda a conectar con sus propios recursos internos y permita desplegarse sin temores al proceso de crecimiento natural.

La terapia utiliza diferentes técnicas que se adaptan a las necesidades del paciente y a su estado de consciencia, integrando los niveles físico, mental y emocional (ego) y luego trascendiéndolo hacia los valores superiores, como la compasión, el amor a los demás seres vivos, el sentido de la propia vida, el desarrollo de la creatividad, etc., favoreciendo cambios en su nivel evolutivo.

martes, 9 de septiembre de 2025

El poder del inconsciente

 

... El inconsciente es el gran desconocido, vendría a ser como un mar ignoto: en él se encuentran todos los arquetipos, los recuerdos ancestrales, los deseos ocultos, los secretos que gobiernan nuestras vidas.

Al inconsciente se lo suele concebir como una serie de compartimentos superpuestos, como las capas de una cebolla. Uno envuelve al otro, y así sucesivamente.

El inconsciente es el 95% de nuestro funcionamiento, rige nuestras vidas, nuestras elecciones y decisiones, nos guía al escoger pareja, una casa, una vocación.

No razona, es muy visceral, al menos en algunos de sus programas.

Controla todo lo que nos sucede, sobre todo los acontecimientos impactantes e inesperados en los que la carga emocional domina la situación, y se graba en él.

El cerebro reptiliano, que es el principal soporte del inconsciente biológico, tiene por misión fundamental salvarnos la vida, es totalmente visceral y reacciona con la máxima rapidez; pero, sobre todo, tiene una función vital, que es grabar todo lo que los sentidos perciben en cada situación estresante a fin de evitar que en otra situación parecida, repitamos el mismo error.

Ejemplo, un niño pequeño toca con su manito una lámpara encendida; le quedará grabado para siempre que no tiene que volver a hacerlo si no se quiere quemar.

Asimismo, lleva programas heredados de nuestros ancestros que nos vuelven más sensibles a situaciones cotidianas, y ello hace que vivamos experiencias muy exageradas, cuando, en realidad, no tendrían por qué ser así.

La emoción es el principal vehículo de anclaje o grabación del acontecimiento, sin ella el inconsciente no reacciona.

El inconsciente nos hace repetir una y otra vez situaciones, sean estas felices o enfermizas.

Muchas veces, lo hace de una forma compulsiva y, sobre todo, irracional. 

El pasado se repite en nuestras vidas, se halla oculto en el inconsciente, un pasado que llamamos futuro. Hace falta un acto de conciencia, para poder cambiar el propio futuro.

Si reacciono a un estímulo y me dejo invadir por la emoción resultante, el programa seguirá manifestándose e inevitablemente viviré los acontecimientos.

Por eso, el acto de conciencia en cada instante es una oportunidad de elegir responder ante la situación, pudiendo regir tu vida y evitar que la rijan los programas inconscientes.

Si estuviéramos realajadamente alertas a cualquier impacto emocional, si nos disociásemos lo suficiente de este, reduciríamos la emoción que nos reclama el inconsciente; podríamos gestionarla y cambiar la relación causa/efecto por otra relación causa/efecto.

Lo importante es saber que el inconsciente se alimenta de nuestra atención, pero de atención emocional, y esta puede ser cambiada con un acto consciente si se entrena suficientemente a la mente para hacerla observadora.


Es imprescindible desarrollar este «estado de alerta» si queremos desvincularnos de relaciones adictivas, de repeticiones, que nos hacen vivir una y otra vez las mismas situaciones, los mismos problemas, con actores diferentes.


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Pero no todo el contenido del inconsciente es trauma, dolor, situaciones inconclusas, etc.


“El inconsciente no es algo malo por naturaleza,

es también la fuente de bienestar.

No sólo oscuridad sino también luz,

no sólo bestial y demoníaco,

sino también espiritual y divino.” Carl Jung



Jung hablaba del Consciente, del Inconsciente y del Supraconsciente, siendo para él éste último también inconsciente, pero no oscuro, sino de luz.

Para Jung el Supraconsciente siempre nos acompaña aunque no seamos conscientes de él, y deja de ser inconsciente en el momento en el que tomamos consciencia de él.

El proceso de ir haciendo consciente lo Supraconsciente para vencer lo sombrío que también existe, se traduce como el proceso de la Evolución del Ser Humano.

El camino de la Evolución es "Abrir Consciencia".


Cuanto más aptos somos para hacer consciente lo inconsciente, más grande es la cantidad de vida que integramos”. Carl Jung


La mente supraconsciente es la fuente de toda la creatividad, la intuición, las inspiraciones repentinas, motivaciones y da la habilidad de ver las cosas de forma totalmente diferente.

Para Jung, el “Supraconsciente” es el patrón psíquico capaz de dirigir de forma magistral a nuestra naturaleza racional, emocional e instintiva de nuestro pequeño “ego” o “yo inferior”.

De esta manera, Jung ofrece una visión más holística del ser humano, porque añade este aspecto liberador y trascendente de nuestra consciencia.




Quieres aprender más sobre el tema:


www.centroelim.org




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