SENDERO TRANSPERSONAL

INTEGRANDO PSICOLOGIAS DE ORIENTE Y OCCIDENTE

Bienvenidos al blog!

La Psicología Transpersonal o Integral, es un enfoque terapéutico que apunta a que el ser humano alcance niveles óptimos de salud psicológica, dándole importancia a la expansión de la conciencia.

Se trata de un acompañamiento terapéutico para que la persona aprenda a observar sus patrones mentales, sus creencias, que son la causa del malestar, que aprenda a desidentificarse de sus contenidos mentales, a trabajar con sus emociones saludablemente, que aprenda a hacerse responsable de sí misma, de sus relaciones, de sus experiencias, sin culpabilizar al entorno, a la vida por lo que le sucede, comprendiendo que la adversidad, es una oportunidad de cambio y desarrollo personal.

Capacita al paciente para que aprenda a satisfacer de una manera saludable sus necesidades a todos los niveles: físico, emocional, mental, espiritual, aprendiendo a conectar con la dimensión trascendental; todo ello conlleva a una integración de su personalidad y a alcanzar niveles superiores de salud psicológica, para luego poder trascenderla y conectar con la esencia.

Se toman en cuenta los problemas, dolencias particulares que empujan a la persona a una consulta y se las trabaja e integra, pero el enfoque principal de la Terapia Transpersonal, que la hace diferente y más abarcativa que otras terapias psicológicas (integra psicologías de oriente y occidente) es el de capacitar a la persona para que aprenda a conectar con sus propios recursos internos y permita desplegarse sin temores al proceso de crecimiento natural.

La terapia utiliza diferentes técnicas que se adaptan a las necesidades del paciente y a su estado de consciencia, integrando los niveles físico, mental y emocional (ego) y luego trascendiéndolo hacia los valores superiores, como la compasión, el amor a los demás seres vivos, el sentido de la propia vida, el desarrollo de la creatividad, etc., favoreciendo cambios en su nivel evolutivo.

sábado, 26 de febrero de 2022

Derechos asertivos en las relaciones interpersonales


1-  Tienes derecho a sentir lo que sea que estés sintiendo y a decidir cómo actuar de acuerdo a lo que sientes. Nuestros sentimientos son sensores que nos avisan si algo es bueno o malo para nosotros y respetar esto e irlo entendiendo poco a poco como usarlo, como protegerte, como usar el enojo, como usar la tristeza, como usar la paz y el amor como indicadores de qué tan bien o mal hace un tipo de relación en tu vida, es importante.

2- Tienes derecho a cometer tus propios errores y a asumir las consecuencias y aprender de ellos.

3- Tienes derecho a ser el único juez de tus actos, tus sentimientos y tus motivaciones, de tus intenciones.

4- Tienes derecho a decir que no cuando así lo desees.

5- Tienes derecho a buscar y proteger tu bienestar.

6- Tienes derecho a no dar explicaciones o pretextos, ni razones o justificaciones de tu comportamiento, decisiones o acciones que tomas a nadie, si así lo decides.

7- Tienes derecho a decidir si quieres implicarte o no en los problemas de otras personas, y cómo y cuándo.

8- Tienes derecho a cambiar de opinión y de parecer ante lo que vaya cambiando en tu vida.

9- Tienes derecho a no saberlo todo, a decir no sé y a tomarte el tiempo que necesites si eso es algo que tú quieres aprender o entender más.

10- Tienes derecho a aceptar tus emociones y a tomar decisiones en base a ellas aunque pueda parecer ilógico.

11- Tienes derecho a preguntar si hay algo que no entiendes y a investigar si necesitas más información.

12- Tienes derecho a decidir en qué, con quién y cómo emplear tu tiempo.

13- Tienes derecho a decidir las prioridades en tu vida.

14- Tienes derecho a expresar en la vida, en alguna actividad o en alguna forma tus mejores talentos, la mejor versión de ti.

15- Tienes derecho a decidir con quién te relacionas.

16- Tienes derecho a dejar una relación si te hace daño.

17- Tienes derecho a pedir lo que necesitas.

18- Tienes derecho a comunicar cómo te sientes si así lo decides o a no comunicarlo, si así lo decides.


Cuando no respetamos estos derechos que son buenos para preservar nuestra vida, que son derechos esenciales de todo ser humano, nos empezamos a sentir incómodos, nuestra vida se ve lastimada en varias maneras y el cerebro y el cuerpo nos empiezan a enviar señales mediante sentimientos desagradables que nos lo avisan.


Las señales emocionales que nos están avisando que estamos cruzando nuestros propios límites son:

1- Empezamos a sentir más resentimiento, que se va incrementando cada vez más.

2- Nuestro enojo con nosotros mismos o con otras personas se va acumulando.

3- Cada vez estamos más ansiosos, inseguros y empezamos a pedir disculpas por muchas cosas.

4- Terminas haciendo cosas que no quieres, que te incomodan y no sientes por ellas ni satisfacción, ni alegría, esto va restando alegría en tu vida.

5- Terminas viviendo de maneras que no son las que tu decidiste y que no están en base ni a tus prioridades, ni a tus talentos ni a tus propias decisiones.

6- Terminas viviendo bastante más en torno a los valores de otras personas que a los tuyos propios, entonces te vuelves una persona más incongruente.

7- Antepones constantemente las necesidades de los demás a las tuyas, estas ansioso por ello y también estás insatisfecho, esto también le resta alegría a la vida.

8- Terminas incluso tomando decisiones hasta cómo pasas tu tiempo en base a las necesidades de otros y esto te quita alegría en la vida y te genera ansiedad.

9- Terminas compartiendo demasiado tiempo de tu vida con gente que no es la que te hace bien.

10- Te quedas en una relación a pesar que esa relación te está haciendo daño.

11- Regresas a una relación que te está haciendo daño.

12- Das mucho, recibes poco y esto genera resentimiento.

13- Los demás empiezan a tomar más de ti de lo que te dan y tú te empiezas a sentir empobrecido y en ocasiones resentido por esto.

14- Permites que sean otros quienes definen tus motivaciones, tus sentimientos, tus prioridades y cómo te defines como ser humano y entonces empiezas a sentir que ellos definen tu autoconcepto y tu autoestima.

15- Tienes más dificultad para pedir lo que realmente necesitas.

16- Empiezas a sentirte culpable por lo que otros sienten o piensan con respecto a ti, a tus acciones, a tus pensamientos o a las expectativas que ellos tenían con respecto a ti.

17- Te sientes al límite en lo emocional con demasiada frecuencia.

18- Cada vez te sientes más culpable o ansioso si tienes que decir que no.

19- Te cuesta separar tu autoconcepto o tu autoestima de lo que piensan otros de ti.

20- Te afecta mucho más cada vez la desaprobación de otros, sobre todo de personas significativas.

21- Empiezas a estar cada vez más involucrado en resolver problemas y cosas que son de otros y que ellos podrían resolver por ellos mismos.

22- Cada vez evitas más temas y conversaciones complicadas porque sabes que te van a poner en situaciones de mucho conflicto y eso a veces te estresa más que incluso renunciar a pedir lo que quieres o a decir lo que esperas, entonces tratas de evitar estos temas cada vez más y se van acumulando.

23- Terminas sintiendo que no te perteneces, algo de despersonalización siendo muy diferente a lo que tu hubieras decidido ser y haciendo cosas que son muy diferentes.


El sentirte bien contigo mismo depende de cómo te trates a ti mismo, en los hechos (lo que haces) o en como piensas de ti o en cómo te hablas a ti, a veces repitiendo las críticas o maltrato que otras personas hicieron en algún momento con nosotros, se trata de detectar, darse cuenta de ese diálogo interno tóxico, y detenernos, pararnos, no invalidarnos, no juzgarnos, no maltratarnos y de ser amables con nosotros mismos, así como lo harías con una persona que amas y que está atravesando una situación como la tuya, así como usas tu capacidad de amor hacia los demás, ahora la utilizas hacia a ti mismo.

Ana Sanchez




No hay comentarios:

Publicar un comentario