¡Detente!
Sea lo que sea que este aconteciendo ahora en tu vida ¡detente!
Empieza a reconocer suavemente lo que está aquí, en este momento. Deja tus conclusiones sobre la vida, tus ideas sobre el pasado y el futuro, y empieza a advertir las sensaciones, sentimientos y pensamientos que están presentes, aquí y ahora.
Advierte lo que está vivo y lo que es inmediato. Permite que tu experiencia presente (tus visiones, los sonidos y olores) se vuelvan absolutamente fascinantes, el baile más curioso de todo el universo. Estas viendo, saboreando, tocando, oyendo el mundo como si fuera la primera vez. Este es tu jardín del edén. ¡Por fin has despertado a él!
Advierte como el pensamiento está poniendo siempre nombres y etiquetas a las cosas: un coche, un árbol, un pie…, incluso etiqueta lo que estas sintiendo: “tristeza”, “ira”, “miedo”, “desengaño”, “expectación”, etc. y después lo juzga como bueno o malo, correcto o incorrecto. ¿es el sentimiento la palabra? ¿es el juicio el sentimiento? ¿es el pensamiento la realidad?
Intenta llevar a cabo este experimento: en vez de llamar a eso “tristeza”, suelta esa etiqueta por un momento y sumérgete profundamente en la sensación en el estómago, el pecho, el corazón, la garganta, la parte posterior de la cabeza. Supón que aún no sabes que eso es tristeza. Permite que esta energía sin nombre baile y se mueva libremente por el sagrado espacio que eres.
En vez de llamar a eso “ira”, suelta esta palabra tan pesada y entra en contacto directo con la sensación pura en el vientre, el pecho y la garganta. Siente su inmensidad directamente. Siente su vitalidad pura. ¡Estas vivo! Permite que la vida se mueva sin obstruirla. Date cuenta que estas olas de energía surgen sin permiso; no hace falta que tú las permitas. Se manifiestan sin más porque son vida.
En vez de llamar a eso “miedo”, o “aburrimiento, o “frustración, o “impotencia”, suelta esta conclusión de segunda mano y contacta directamente, de primera mano, con la sensación pura presente en el cuerpo. Cesa energía ¿está contra ti realmente? Deja que queme, burbujee, pique, baile y se mueva, como si fuera la primera vez que la sientes. No has conocido antes esta energía. Es fresca en este momento.
Y ¿constituye realmente una amenaza para la vida?
¿Está realmente obstruyendo algo, aparte de la idea de cómo debería ser este momento?
¿Dónde está la tristeza cuando no se la nombra?
¿Qué es la ira cuando no la llamamos de esa manera?
¿Qué es el miedo antes que la palabra miedo aparezca?.
¿Qué ocurre cuando contactamos profundamente con estas energías de la vida sin añadirle una historia?
Jeff Foster
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