SENDERO TRANSPERSONAL

INTEGRANDO PSICOLOGIAS DE ORIENTE Y OCCIDENTE

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La Psicología Transpersonal o Integral, es un enfoque terapéutico que apunta a que el ser humano alcance niveles óptimos de salud psicológica, dándole importancia a la expansión de la conciencia.

Se trata de un acompañamiento terapéutico para que la persona aprenda a observar sus patrones mentales, sus creencias, que son la causa del malestar, que aprenda a desidentificarse de sus contenidos mentales, a trabajar con sus emociones saludablemente, que aprenda a hacerse responsable de sí misma, de sus relaciones, de sus experiencias, sin culpabilizar al entorno, a la vida por lo que le sucede, comprendiendo que la adversidad, es una oportunidad de cambio y desarrollo personal.

Capacita al paciente para que aprenda a satisfacer de una manera saludable sus necesidades a todos los niveles: físico, emocional, mental, espiritual, aprendiendo a conectar con la dimensión trascendental; todo ello conlleva a una integración de su personalidad y a alcanzar niveles superiores de salud psicológica, para luego poder trascenderla y conectar con la esencia.

Se toman en cuenta los problemas, dolencias particulares que empujan a la persona a una consulta y se las trabaja e integra, pero el enfoque principal de la Terapia Transpersonal, que la hace diferente y más abarcativa que otras terapias psicológicas (integra psicologías de oriente y occidente) es el de capacitar a la persona para que aprenda a conectar con sus propios recursos internos y permita desplegarse sin temores al proceso de crecimiento natural.

La terapia utiliza diferentes técnicas que se adaptan a las necesidades del paciente y a su estado de consciencia, integrando los niveles físico, mental y emocional (ego) y luego trascendiéndolo hacia los valores superiores, como la compasión, el amor a los demás seres vivos, el sentido de la propia vida, el desarrollo de la creatividad, etc., favoreciendo cambios en su nivel evolutivo.

sábado, 13 de junio de 2020

Rechazar y enfrentarnos Ó aceptar y aprender ante la vida


Inconscientemente el ser humano se enfrenta con la vida en lugar de aprovecharla como una oportunidad de aprendizaje, y ese enfrentamiento no permite la comprensión. El ego se resiste a aceptar y, ante ciertas situaciones externas, la mente dice una cosa y el sentimiento otra. 

La mente es un archivo con capacidad superior a la del sentimiento, aunque este también tiene un origen mental. La capacidad humana para entender es superior a la capacidad para sentir, y además se encuentra en un nivel superior de evolución, de comprensión. 

El sentimiento no es fiable para guiarnos hacia la ley, el sentimentalismo es una limitación, es parte del ego y nos conduce al sufrimiento. 

Se trata de aprender a dirigir de manera voluntaria, y no automática, los pensamientos, sentimientos y emociones. 

El Amor es la ausencia de sentimiento para una expresión profunda de la aceptación. El sentimiento no puede llevar a cabo algo que choque contra él, en cambio, el Amor sí. 

El sentimiento no sirve para establecer relaciones ni para tener éxito en la vida o ser feliz, a causa de su dualidad; sirve para conocerse a uno mismo. Por el contrario, el Amor supone la capacidad para aceptar todo aquello que no agrada a los sentimientos. 

Amar no significa ni que una persona nos guste, ni que haya armonía o integración en nosotros; quiere decir que uno acepta a la otra persona tal cual es, y respeta su experiencia. Si esta es de sufrimiento y no se puede evitar, hay que respetarla, porque no es posible eludir el destino de la otra persona ni sacrificar la propia vida por darle gusto a quien hace algo desde el ego, ya que eso no sería Amor. 

La persona que no cambia nada, seguirá sufriendo, y los demás no podemos evitarlo; y sufrir con esa persona tampoco la ayudara. 

Para lograr renunciar al “combate” y buscar otra opción en la vida, tiene que ocurrir algo que solo se da con el tiempo, la saturación del conflicto. 

Cuando la persona verifica que la disputa es inútil para conseguir un resultado satisfactorio, lleva a cabo un cambio maravilloso al renunciar a ella y trabajar para modificar lo que no acepta en su interior de la realidad externa. 

Mientras uno piense que puede ganar algo con esa disputa, no renunciara a ella. La alternativa es dirigir la propia energía a cambiar lo que está en el interior, de este modo se pasa al estado de aceptación, se renuncia al enfrentamiento y se hace un trabajo interno para superar las limitaciones y desarrollar las virtudes. 

“En lugar de pasarte toda la vida sufriendo por lo que quieres, pásala valorando lo que tienes y te llegara lo que necesitas” 


Doy lo mejor de mí; 

lo que es para mí llegara siempre en el momento oportuno; 

si no es para mí es porque no lo necesito, 

por lo tanto no me voy a preocupar por el futuro, 

porque lo que existe es el presente 

y en él me propongo ser excelente, 

y lo que no me corresponde, no lo necesito. 

G. Schmedling 




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